La pregunta resuena en los pasillos de la política: ¿para qué fue Javier Milei a los Estados Unidos? El líder libertario regresó esta mañana a la Argentina con las manos vacías y una crisis inusitada en los mercados producto de las políticas antiliberales del país que fue a visitar. En su valija se trajo el premio “algo blue”, como contó el Gobierno mientras el Presidente volaba a Florida el miércoles. No consiguió el “premio” mayor – la preciada foto con su par norteamericano Donald Trump, quien llegó al evento cuando el “León” ya se había ido.

Resultó en un fracaso rotundo el viaje relámpago de Milei. Ilusionado con traerle una buena nueva al Fondo Monetario Internacional (FMI), que le exige apoyo político interno y externo para cerrar el acuerdo, subió a su hermana Karina Milei y al ministro de Economía Luis “Toto” Caputo a un avión para irse a Estados Unidos un 2 de Abril. Al día siguiente sufrió una derrota en los dos frentes: en el interno, con la bofetada que le dio el Senado al rechazar los pliegos a la Corte Suprema, y en el externo, con la indiferencia de Trump y la reunión que no fue.

Un fragmento del discurso de Milei en Estados Unidos. El público, en otra.

El líder libertario terminó saliendo del país el miércoles por la tarde y volviendo el viernes a la mañana. La travesía duró 36 horas y le costó cientos de miles de dólares al Estado Nacional. Cuando partió ya existían serias dudas sobre la concreción del ansiado encuentro, por lo que el Gobierno se vio obligado a avisar que la única motivación formal del viaje era la recepción de un galardón republicano hábilmente explicado por el canciller Gerardo Werthein: “Es un premio, digamos que lo da una compañía… Creo que se llama ‘algo’ blue… La verdad que no lo tengo en detalle”.

El Presidente obtuvo el reconocimiento, pero poco importaba: el verdadero objetivo de la Casa Rosada era mantener una reunión o, como mínimo, sacarse una foto al paso con el mandatario norteamericano para comprobar su respaldo al préstamo del FMI. El jueves, Milei dio su discurso ante un auditorio poco poblado y solo remotamente interesado; esperó hasta tarde a su par estadounidense, pero jamás apareció. Cuando dieron las 23 tuvo que irse… Y Trump apareció a eso de las 23.30. No hubo encuentro, no hubo saludo, no hubo foto, y el “León” cerró la gira más inútil de su gestión hasta ahora.

Foto de portada: Infobae.