Los cordones de agentes llegan hasta donde da la vista: el centro porteño es, otro miércoles más, un caos como consecuencia del inusitado despliegue de la Policía de la ministra Patricia Bullrich, quien hoy decidió mandar a la calle a tres fuerzas de seguridad nacionales con cientos y cientos de efectivos cada una para realizar una exagerada muestra de control y disciplina en las afueras del Congreso. Mientras tanto, la marcha de jubilados transcurre pacíficamente, pero las imágenes son elocuentes: hay cerca de veinte efectivos por persona. Increíble.

Las fotos, videos y transmisiones en vivo de la movilización en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) hablan por sí solas. Resultado del operativo elefantiásico y por momentos delirante, el Gobierno Nacional dispuso una cantidad apabullante de efectivos para superar largamente el número de manifestantes presentes. Por orden de Bullrich, la Policía Federal Argentina (PFA), la Prefectura Naval Argentina (PNA) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) rodearon esta tarde el Parlamento e interrumpieron el tránsito con la excusa de monitorear la marcha pacífica.

Mientras la multitud presente se recluía en los espacios habilitados para la protesta pública como la Plaza de los Dos Congresos, los uniformados de las distintas fuerzas fueron conformando cordones de hasta tres agentes de grosor y decenas de largo para rodear las veredas del Congreso y las cuadras aledañas. Las barricadas de policías armados imposibilitaron la circulación a pie y provocaron tensión en la zona, que en horario de la tarde estaba repleta tanto de manifestantes como de ciudadanos completamente ajenos a la convocatoria por los jubilados.

Como resultado, el centro porteño se volvió un caos y el exagerado plan de Bullrich para aparentar entereza y control desbalanceó la actividad policial en la Ciudad, ya que terminaron faltando efectivos donde eran necesarios y sobraron cientos frente al Congreso en una marcha pacífica. Para peor, con el pasar de las horas las fuerzas de seguridad invadieron las calles y cortaron el tránsito vehicular, que era justamente lo que en teoría iban a evitar.