Año nuevo, aumento nuevo. Tras un 2016 con fuertes subas en los servicios, el primer día de febrero aumentará nuevamente la luz en todo el país y, a cinco días de esa fecha, aún no se sabe de cuánto serán las subas. 

A pesar de que las empresas prestatarias de servicio eléctrico piden aumentos cercanos al 80%, lo cierto es que se presume que las subas ronden el 40%. En la audiencia pública llevada a cabo el 14 de diciembre pasado, el secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga, sostuvo que según la alternativa que manejaba el Ministerio de Energía, a cargo de Juan José Aranguren, la factura de un hogar promedio en el Gran Buenos Aires, en torno de los 300 kWh/mes, costaría desde el mes próximo un 36% más, por lo que llegaría hasta los $490.

El objetivo del Gobierno en esta temática involucra dos cuestiones. Por un lado, reducir los subsidios del Estado a la energía y de esa manera reducir el impacto fiscal de las asistencias al sector privado. Por otro lado queda en juego la inflación para este año, que fue proyectada en 17% anual. Si los aumentos son muy altos, el Ejecutivo se verá obligado a tomar medidas para mantener ese objetivo, ya que se no cumplirlo reperticuría en otras áreas, por ejemplo en la discusión de salarios.

En este sentido, el Gobierno verá cómo se desenvuelve el rumbo inflacionario y decidirá si habrá otro aumento en noviembre.

En abril, se impulsa el aumento en el gas, empresas con influencia en Capital Federal esperan subas del 27% en los hogares y del 14% en industrias.