Atentado e "inhibición" a CFK, mensajes a la Corte y balance de gestión, entre los ejes de Alberto Fernández
En la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el Presidente brindó su discurso donde hizo un repaso de la coyuntura actual del país
En el inicio del ciclo de sesiones extraordinarias del Congreso, Alberto Fernández inició su discurso con un fuerte eje en el repaso de factores internacionales que llevaron a Argentina a la actual situación económica. Asimismo, en el balance del último año transcurrido, jefe de Estado hizo un fuerte hincapié en la investigación por el atentado sufrido por Cristina Fernández de Kirchner, sentada al lado del mandatario.
“Un año atrás, mis primeras palabras ante ustedes fueron para advertirles las singulares circunstancias que atravesaba el mundo y que inexorablemente repercutían sobre nosotros. Eran los días en que avizorábamos el fin de una pandemia que a nivel mundial sin dudas profundizó la concentración del ingreso y la desigualdad social”, inició en su discurso el Presidente.
“Pero luego la guerra asomó inexplicable. La invasión militar de la Federación de Rusia sobre Ucrania fue escalando de tal modo que al día de hoy desconocemos cuál será el desenlace del conflicto. “El mundo se conmueve ante las imágenes que vemos. Esa escalada militar trajo consecuencias inmediatas sobre la economía mundial. Se alteraron los precios internacionales de la energía y los alimentos y nuestro país, parte de ese mundo globalizado, sufrió los impactos de situaciones ajenas a nuestro control”, continuó.
En ese marco, Fernández se refirió en su disertación al atentado vivido por la Vicepresidenta, factor que durante los últimos meses se convirtió en un elemento crucial de las discusiones políticas. “Quiero también señalar en este instante de revalorización de la democracia, que hace seis meses estuvimos frente a uno de los episodios más desgraciados vividos en estos cuarenta años como fue el intento de asesinato de nuestra Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner”, destacó Fernández.
“Frente a todos ustedes, vuelvo a exigir hoy a la justicia que profundice la investigación de aquel hecho, que juzgue y condene a quiénes fueron los autores materiales e intelectuales de ese intento de homicidio. Le pido a la justicia que actúe con la misma premura con la que archiva causas en las que jueces, fiscales o empresarios poderosos asoman como imputados”, añadió.
Por otro lado, los problemas por la inflación y los desbandes económicos del último año fue ineludible en la intervención de Fernández, quien además hoy inició la última apertura de sesiones que le tocará en el mandato presidencial iniciado en 2019.
“Sin duda, en estos últimos tres años nos tocaron tiempos difíciles. Asumimos en un contexto interno signado por la inflación y el endeudamiento y en el que el Estado había abandonado su condición de organizador de la economía y la vida en comunidad. A ello se le sumaron, simultáneamente, crisis sanitarias, económicas, ambientales y bélicas. Fuimos capaces de hacer frente a cada una de esas adversidades en condiciones de extrema complejidad”, remarcó.
Discurso completo:
“Señora Vicepresidenta, Senadoras y Senadores,
Diputadas y Diputados, miembros todos
de este Honorable Congreso de la Nación,
Querido pueblo argentino:
Quiero agradecer a esta Honorable Asamblea Legislativa por
recibirme una vez más. Es esta la cuarta oportunidad que tengo
de hablarles a quienes representan al pueblo y a las provincias
de mi Patria.
Un año atrás, mis primeras palabras ante ustedes fueron para
advertirles las singulares circunstancias que atravesaba el mundo
y que inexorablemente repercutían sobre nosotros.
Eran los días en que avizorábamos el fin de una pandemia que a
nivel mundial sin dudas profundizó la concentración del ingreso y
la desigualdad social. Pero luego la guerra asomó inexplicable.
La invasión militar de la Federación de Rusia sobre Ucrania fue
escalando de tal modo que al día de hoy desconocemos cuál
será el desenlace del conflicto. El mundo se conmueve ante las
imágenes que vemos.
Esa escalada militar trajo consecuencias inmediatas sobre la
economía mundial. Se alteraron los precios internacionales de la
energía y los alimentos y nuestro país, parte de ese mundo
globalizado, sufrió los impactos de situaciones ajenas a nuestro
control.
Como Presidente de la Argentina, no he dejado de abogar por la
búsqueda de una solución diplomática a esta guerra y a cualquier
otro conflicto entre las naciones. Hice oír mi voz reclamando el
retorno de la paz en todos los ámbitos internacionales en los que
participé.
Este es el marco en el que la Argentina transita el 2023,
justamente el año en que celebramos cuarenta años
ininterrumpidos de vigencia de la Democracia, el período más
extenso de nuestra historia.
Cuarenta años de democracia.
Si tenemos memoria para recoger experiencias del pasado y
tenemos coraje para afrontar las enormes dificultades del
presente, seremos capaces de enfrentar los desafíos que
nos impone el futuro.
En un mundo donde los gobiernos soportan permanentes
acciones desestabilizadoras provocadas por poderes mediáticos
y fácticos, en el que la política es despreciada por minorías
intensas que se ubican en los márgenes de la sociedad,
Argentina ha sostenido su institucionalidad democrática. Eso, que
era una utopía para mi generación, es un logro es algo que debe
enorgullecernos.
Por eso, frente a esta Honorable Asamblea Legislativa, instancia
democrática en la que nos reunimos quienes llegamos hasta
aquí por la expresa voluntad del pueblo, quiero invitarlos a rendir
un sincero homenaje a los y las dirigentes políticos, sociales,
gremiales y de defensa de los derechos humanos y a todas las
personalidades del mundo religioso, artístico, cultural y científico
que fueron capaces de construir esos denominadores comunes
que hicieron posible la restauración de la democracia. En
especial, claro, a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que
nos marcaron y nos marcan el camino.
No quiero dejar de decir, que nuestra democracia es también hija,
como todos bien sabemos, de nuestros héroes de Malvinas.
Para todos ellos y todas ellas, pido un fuerte aplauso de esta
Asamblea Legislativa que hoy se reúne bajo el signo de la
celebración de un logro que es de todo el pueblo argentino.
Quiero también señalar en este instante de revalorización de la
democracia, que hace seis meses estuvimos frente a uno de los
episodios más desgraciados vividos en estos cuarenta años
como fue el intento de asesinato de nuestra Vicepresidenta de la
Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Frente a todos ustedes, vuelvo a exigir hoy a la justicia que
profundice la investigación de aquel hecho, que juzgue y condene
a quiénes fueron los autores materiales e intelectuales de ese
intento de homicidio. Le pido a la justicia que actúe con la misma
premura con la que archiva causas en las que jueces, fiscales o
empresarios poderosos asoman como imputados.
Sé que expreso el sentir de todos los argentinos y todas las
argentinas. La salud de nuestra democracia también lo demanda.
Sin duda, en estos últimos tres años nos tocaron tiempos
difíciles. Asumimos en un contexto interno signado por la inflación
y el endeudamiento y en el que el Estado había abandonado su
condición de organizador de la economía y la vida en comunidad.
A ello se le sumaron, simultáneamente, crisis sanitarias,
económicas, ambientales y bélicas.
Fuimos capaces de hacer frente a cada una de esas
adversidades en condiciones de extrema complejidad.
Al ingresar en el último año del mandato iniciado en diciembre de
2019, siento necesario revisar lo hecho y trazar balances.
Los argentinos y argentinas tienen el derecho a saber qué
hicimos, por qué lo hicimos y qué nos proponemos hacer.
Hemos soportado una sistemática acción de desinformación
de las políticas que se llevaron adelante desde el gobierno
Nacional.
Esa suerte de cerco informativo fue muy difícil de eludir dados los
niveles de concentración que existen en nuestro sistema de
medios de comunicación. Además, muchos de esos medios
expresan intereses económicos y políticos opositores al gobierno
que ocultan o tergiversan información a sus lectores, oyentes o
televidentes.
Tengo la tranquilidad de hacer esta observación sabiendo que
durante mi gobierno nadie ha sido censurado, acallado o
castigado por sus expresiones.
Todos y todas tienen derecho a opinar sobre los hechos o
proponer interpretaciones sobre los mismos. El problema es que
hemos visto la tergiversación de la realidad de manera
intencional y lo que es peor, hemos visto mentir con total
impudicia.
Quiero ser enfático en esto. Existe una libertad de prensa
absoluta y así debe ser. Solo estoy advirtiendo sobre los
argumentos que muchas veces son intelectualmente
deshonestos y cargados de odio que en nada contribuyen al
conocimiento de lo que el gobierno hace ni al debate serio sobre
los problemas de la Argentina.
Con esas prácticas, la ciudadanía no cuenta con la oportunidad
de conocer qué se está haciendo con los recursos del Estado.
Yo estoy seguro de que la población valora llevar agua potable al
impenetrable chaqueño, valora que se mejoren escuelas rurales,
se equipen centros de investigación científica en las provincias,
se construyan y entreguen viviendas, se brinde energía eléctrica
y se construyan rutas que mejoran la conectividad en tantos
lugares de nuestro inmenso territorio. Nuestro pueblo valora y se
alegra también viendo mejoras en la calidad de vida de otros
compatriotas.
A lo largo de estos tres años hemos trabajado mucho; hemos
alcanzado objetivos. Seguramente hemos cometido errores, pero
tengo la íntima convicción de que sumamos muchísimos aciertos.
En este tiempo, escuché como una y otra vez criticaban mi
moderación.
Pero con esa moderación fui capaz de enfrentar a los acreedores
privados y pude ponerle freno a los condicionamientos que el FMI
le había impuesto al gobierno que me precedió.
Con esa moderación fui quien puso el pecho a la pandemia, y
quien terminó de levantar hospitales que a mi llegada alguna
gobernadora consideraba innecesarios. Y fui yo quien con esa
moderación construyó hospitales modulares y distribuyó más de
cuatro mil respiradores a lo largo y a lo ancho del país mientras
ponía de pie un sistema de salud que había sido abandonado.
Fui por el mundo con mi moderación buscando las vacunas
contra el COVID 19 y dispuse que se apliquen millones de dosis
gratuitamente a cada argentino y argentina que lo demandó.
Y fui yo, con mi moderación, el que se empeñó en que la
democracia se expanda y respete en toda la región. El que
estuvo al lado de Lula cuando injustamente lo apresaron. El que
estuvo al lado de Evo Morales cuando un golpe de Estado le
arrancó el poder que su pueblo mayoritariamente le había dado.
Y el que reclama y hace todo lo republicanamente posible desde
hace años para que la Justicia argentina vuelva a abrazar al
derecho y deje de servir a factores de poder persiguiendo a
quienes representan el pensamiento popular.
También fui yo, el que alzó la voz para que los bloqueos
económicos se terminen en nuestra América Latina y trabajó
incansablemente para que el pueblo venezolano recupere el
diálogo y la convivencia democrática.
En todos estos años no tuve otro propósito que servir a mi
pueblo. Cuando finalmente deje mi cargo, podré dar cuenta de
todos y cada uno de mis actos y nadie podrá atribuirme un solo
hecho por el cual me haya enriquecido.
También me equivoqué, por supuesto. Pero cuando lo advertí fui
capaz de revisar y enmendar lo hecho.
Alguna vez dije que antes que ser un “gran presidente” prefería
ser el presidente de un “gran país”. Ahora que llega el momento
de hacer un balance, debo decir que estoy convencido de que
hemos dejado los cimientos sobre los cuales construir el “gran
país” que soñamos.
No oculto las necesidades ni dibujo un mundo irreal. Los miro a
los ojos, recorro el país, puedo ver lo bueno y lo malo que está
sucediendo. Puedo hablar con ustedes francamente de la
pobreza, de la inflación, de la inseguridad y de los bajos
ingresos. Entiendo el malestar y la queja de los más débiles.
Pero también veo lo que está bien, y cómo se oculta, y cómo
se intenta generar desánimo y malestar. Por eso a todos y
todas invito también a ponderar lo logrado y a reflexionar sobre el
hecho de que solo manteniendo nuestras políticas de desarrollo
inclusivo vamos a poder generar trabajo y hacer una sociedad
más igualitaria.
Nuestro país se encuentra encaminado a integrarse en esta
nueva reconfiguración internacional, que abre una gran ventana
de oportunidades a la Argentina que no debemos desaprovechar.
En estos años de gestión hemos desarrollado una política
exterior basada en el multilateralismo cooperativo. Apoyamos con
firmeza la paz, la seguridad internacional, la solución pacífica de
las controversias, los derechos humanos, la defensa de la
democracia y el cuidado del medio ambiente. En todos los foros
bregamos por soluciones cooperativas e igualitarias a los
grandes problemas globales.
Argentina ha vuelto a ocupar un lugar en el concierto de las
naciones. A partir de nuestra identidad y defendiendo nuestros
intereses. Alzamos nuestra voz en la CELAC, en el Mercosur, en
la Cumbre de las Américas, en el G 20 y en el G7. Aspiramos a
ser parte de los BRICS. Dialogamos con los líderes de todo el
mundo buscando contribuir a la paz mundial y a la unidad
latinoamericana.
La Argentina tiene intereses permanentes, y mantener una
relación estrecha y productiva con Brasil es uno de ellos. Juntos,
los dos países contribuimos a la paz de la región y a la paz
mundial cuando construimos un sistema ejemplar de confianza
mutua a nivel nuclear. Juntos construimos el Mercosur, un
corazón que deseamos cada vez más potente en términos de
comercio entre los socios y de impulso al comercio con otros
países y bloques de América Latina y el Caribe. Juntos vamos a
desarrollar cada vez más todas las instancias de integración,
como la Unasur y la Celac. Si nunca dejamos de hacerlo, incluso
cuando se nos provocó para que rompiéramos el Mercosur,
¿cómo no vamos a seguir por ese camino ahora que en
Brasil gobierna una coalición encabezada por uno de los
grandes líderes de la historia que es, además, un
inquebrantable amigo de la Argentina como el presidente
Luiz Inácio Lula da Silva?
Durante 2022 se trabajó intensamente bajo el eje “Malvinas 40
años”. La República Argentina reiteró su búsqueda de una
solución negociada y pacífica de la disputa de soberanía, para
cumplir con el objetivo irrenunciable de recuperar el ejercicio
pleno de soberanía sobre esa parte de nuestro territorio que se
encuentra usurpado. Agradecemos todos los apoyos de países,
regiones y foros Internacionales que se expresan, en favor de la
Argentina.
Tenemos el honor de estar acompañados hoy por Juan José
Fernández, ex combatiente de Malvinas, Llegó a Puerto
Argentino el domingo 11 de abril, Día de Pascua de
Resurrección. Estaban frente a la playa cuando recibieron el fatal
bombardeo del 1 de mayo. A diferencia de otros compañeros y
amigos, él sobrevivió y cumplió sus 20 años en Malvinas. Al
regresar los sentimientos eran de alegría por volver a ver a sus
seres queridos, pero de dolor por quienes no pudieron lograrlo.
Tiempo después empezaría el calvario para reinsertarse en la
sociedad para lo cual tuvieron que mentir muchas veces para
conseguir un trabajo porque no tomaban a los ex combatientes
por si sufrían eventuales secuelas del conflicto bélico.
Hoy se pudo jubilar gracias a la Ley 27.329, es padre de tres
hijos, todos profesionales, y tiene un nieto y permanece activo en
su vocación de seguir sirviendo a su país.
Tengo la convicción de que Malvinas nos une en una causa
nacional, que convoca y moviliza al pueblo argentino
Por Juan, y por todos los sobrevivientes, y en memoria de todos
nuestros héroes volvemos a decir: las Malvinas fueron, son y
serán argentinas.
Desde hace tres años venimos atacando los problemas básicos
que enfrentan tantos argentinos y argentinas. Aún con tantas
dificultades, tenemos la obligación de construir una mayoría que
impida convertir este horizonte de progreso y justicia social, en
aquella Argentina de endeudamiento, de cierre de empresas y de
fuga de capitales que ya vivimos, en la que millones de
compatriotas parecen sobrar y quedan abandonados a su suerte.
Sé que somos más los que no toleramos los niveles de
pobreza o la regresión en la distribución del ingreso.
Sé que somos más los que queremos que haya más trabajo, que
se extienda la educación, que nuestros jubilados y jubiladas
encaren su vida con mayor tranquilidad.
Sé que somos más los que no queremos un país injusto.
Sé que somos más los que consideramos que desde el Estado
hay mucho por hacer porque no hay otro modo para luchar contra
las inequidades del mercado.
Nuestro rumbo está marcado por esa mayoría y con ese
norte estamos trabajando y estamos avanzando.
La economía volvió a crecer durante 2022 y registró un aumento
de 5,4%. De este modo, sumamos más crecimiento al 10,3% que
se registró durante el 2021. Somos uno de los países que más
creció en estos dos últimos años. Todas las proyecciones propias
y de los organismos internacionales señalan que en 2023
volveremos a crecer. Seremos uno de los países que más crezca
del mundo y de los primeros de la región. Serán tres años
consecutivos de crecimiento de nuestra producción, algo que no
sucedía desde el 2008.
No hay solución a nada si la economía no crece. Por supuesto
que debemos distribuir mejor nuestra generación de riqueza, pero
es fundamental sentar las bases para el crecimiento equilibrado.
Si no crecemos, no hay nada para distribuir. Si crecemos sin
políticas activas de distribución, la riqueza se concentra en pocas
manos. En ese clivaje es donde tiene que asentarse un estado
inteligente y eficiente.
Si crecimos y generamos más empleo, más inversión y más
consumo fue porque adoptamos desde el Estado políticas
activas. Desde la preservación de empresas y de empleo durante
la pandemia hasta las actuales políticas que estimulan la
producción y las exportaciones, las que promocionan líneas de
créditos y las que buscan acuerdos entre las partes en todos los
sectores productivos.
Bien puede decirlo Guillermo Battolla, quien hoy nos acompaña
en este recinto, Guillermo trabaja en Biosidus, una compañía
argentina de biotecnología que sostiene un proceso de inversión
fuerte en el país, donde tiene dos plantas industriales y un centro
logístico. De capitales privados, la compañía ha podido
desarrollarse de la mano del Estado que ha apoyado con varios
desembolsos a sus principales emprendimientos.
Quizá uno de los más importantes es el proyecto de drogas
huérfanas, que apunta a cubrir enfermedades poco frecuentes
cuyo diagnóstico es muy difícil. A través del mismo se le
ahorrarán millones de dólares al Estado tanto por sustitución de
importaciones, como por el ingreso real de divisas ya que son
productos exportables: Japón es hoy el único país del mundo que
produce la droga biosimilar.
En 2022 la actividad industrial creció 4,5% respecto a 2021, y
muestra un crecimiento del 12,1 % en la comparación con 2019.
La industria encadenó 15 meses de subas continuas y el empleo
industrial alcanza el nivel más alto desde junio de 2018,
acumulando 29 meses consecutivos de expansión, registrando
más de 86 mil nuevos puestos de trabajo con relación a
diciembre de 2019.
En la industria automotriz, por ejemplo, se observó en 2022 un
incremento del 23,4% en relación al 2021 y de 70,5% respecto al
2019. Es el más alto desde 2015. Las estimaciones del sector
proyectan para 2023 un crecimiento del orden de entre el 10 y el
15% en la producción.
En el sector de prendas de vestir, cuero y calzado, a noviembre
de 2022 se registró la vigésima primera suba interanual
consecutiva con una producción 45,8% más alta que en 2019.
Para el mismo mes (noviembre de 2022) la Siderurgia registró un
incremento de 28,4% respecto a 2019. La producción de
alimentos es 13,1% mayor que en 2019 y la de Maquinarias y
Equipos 45,6% por encima del 2019.
En 2022 el consumo interno de cemento totalizó 12,8 millones de
toneladas. Se expandió 7,3% en comparación con el año anterior
y 17,1% frente a 2019. De esta manera, el consumo acumulado
del año fue el mayor desde 2004.
La recuperación también fue muy fuerte en las pymes
industriales, con la utilización de la capacidad instalada industrial
y la rentabilidad industrial Pyme en su mayor nivel en más de 3
años.
En cuanto al sector agropecuario, el año cerró con las
preocupaciones que genera una sequía muy severa que en
mayor o menor medida viene afectando la producción de trigo,
cebada, soja y maíz. Ante estas dificultades climáticas, el Estado
ha dispuesto un conjunto de instrumentos para apoyar a los
productores más afectados, como lo hacemos con todos los
sectores de nuestra economía.
No obstante, las exportaciones del sector durante 2022 fueron
récord.
Se produjeron más de 142 millones de toneladas de cereales,
oleaginosas y otros cultivos. En la campaña 2021-2022 el área
sembrada fue superior a los 42 millones de hectáreas, un record
histórico. También se registró crecimiento productivo, en carne
bovina y porcina, que alcanzó niveles nunca antes visto.
Trabajamos con todas las economías regionales generando
mejores condiciones para sus explotaciones y producciones.
La economía del conocimiento constituye uno de los sectores
más dinámicos y promisorios. No ha parado de crecer desde
diciembre de 2019.
Desde el Gobierno acompañamos y estimulamos este desarrollo.
Hoy ya es el 3° sector exportador del país. Creamos el Régimen
de Fomento de Inversiones para exportaciones de la economía
del conocimiento. Se introdujeron estímulos fiscales y beneficios
sobre los incrementales de exportación.
Fortalecimos la capacidad del sector a través del programa
Argentina Programa 4.0, que superó los 340.000 inscriptos e
inscriptas en todas las provincias del país. De ese total de
inscripciones, el 39% son mujeres.
A pesar de los cataclismos tantas veces anunciados,
continuamos ordenando nuestra economía. Lo estamos haciendo
con el esfuerzo de todos y todas en el gobierno, pero quiero
señalar y agradecer aquí el compromiso de Sergio Massa, quien
dejó la Presidencia de esta Cámara para venir a sumarse a la
compleja tarea de conducir el Ministro de Economía.
Cumplimos este año con las pautas fiscales que nos propusimos,
reduciendo el déficit fiscal que se ubicó en el 2,4% del PBI.
La recaudación lleva 29 meses consecutivos de crecimiento por
encima de la variación de precios. Eso se debe al crecimiento
económico, a los cambios en la estructura tributaria y al
fortalecimiento institucional de la AFIP.
Al presentar estos indicadores no pretendemos negar las
dificultades que enfrentamos. No rehuimos los problemas. No
recurrimos a neologismos para describirlos.
La alta inflación que todos sufrimos es un factor central de
desorganización de nuestra economía.
Todos sabemos bien que la inflación constituye un problema
estructural de la Argentina que se remonta a décadas.
Estamos abocados a reducirla sin generar incrementos en los
niveles de pobreza o frenos en el proceso de crecimiento que
venimos experimentando. No resulta una tarea sencilla. Quienes
minimizaron el problema acabaron por profundizarlo.
Que quede claro.
No necesitamos al FMI para saber que debemos lograr el
equilibrio fiscal. No podemos persistir con políticas que generan
déficit en nuestras cuentas públicas. Porque, aunque no sea
factible alcanzar ese objetivo de la noche a la mañana, el
equilibrio fiscal debe ser nuestro horizonte.
Tampoco necesitamos al FMI para saber que la Argentina debe
aumentar sus exportaciones. Si no generamos divisas no vamos
a poder sostener nuestra actividad económica y eso va a
significar menos trabajo y salarios más bajos. Cuidar el valor de
la divisa es fundamental para seguir el camino del crecimiento.
A menudo escuchamos a los que anuncian crisis financieras y
devaluaciones bruscas. Intentan sembrar incertidumbre y generar
desconfianza. Quienes hicieron estallar la economía argentina
hace apenas tres años, son los mismos que ahora anuncian que
una bomba explotará en el futuro.
Pero nosotros seguimos trabajando con firmeza y prudencia y
vamos obteniendo resultados que podemos exhibir.
Uno de los componentes de la demanda que más está
traccionando la actividad económica es la inversión que se
mantiene en los niveles más altos de los últimos cuatro años. En
el acumulado al tercer trimestre del 2022, la inversión creció
14,6% respecto a igual período de 2021 y 27,3% en relación a
2019.
El intercambio comercial (exportaciones más importaciones) se
incrementó durante 2022 un 20,4% respecto del año anterior. La
balanza comercial registró un superávit de casi 7.000 millones de
dólares.
Las ventas al exterior aumentaron 13,5%. Estamos frente a un
record histórico. Pero además debemos resaltar que, si se
analizan las exportaciones por grandes rubros, se destaca el
ascenso de las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) que
crecieron respecto de 2021, un 15,8% y son las más altas desde
el 2013 mientras que las de origen agrícola son las más altas de
la historia.
Estamos exportando con mayor valor agregado. Estamos
exportando más trabajo argentino.
Al mismo tiempo tuvimos récord de importaciones.
Nosotros llevamos adelante una administración de un bien
escaso como son las divisas para que, prioritariamente, se
vuelquen a la producción.
Repito una vez más. Una política central del Gobierno es cuidar
las reservas y continuaremos en esa senda.
Merece una mención aparte la situación en materia de energía
como en materia de explotación de nuestra riqueza minera.
A nivel mundial, vivimos una etapa que al mismo tiempo nos
presenta una crisis energética y un proceso de transición
energética.
Ante este panorama, existen coincidencias en que se abre para
la Argentina una extraordinaria posibilidad.
Dimos inicio durante 2022 a la construcción del Gasoducto
Néstor Kirchner que estaremos en condiciones de inaugurar a
mediados de este año. Se trata de la obra más importante de
transporte de gas de las últimas cuatro décadas.
Cuando la anterior administración pensó en este gasoducto
diseñó un proyecto bajo el sistema PPP (participación público-
privada) con tarifas dolarizadas por 27 años. Recién en julio de
2019 se lanzó una licitación, que se debió postergar por su
inviabilidad. Ese proyecto dejaba la infraestructura en manos de
la financiación y la gestión privadas.
Hace menos de un año, luego de las adecuaciones que fueron
necesarias hacer, pudimos dar inicio a su construcción.
Con este Gasoducto podremos continuar con la expansión de la
producción de Vaca Muerta.
En los próximos años asistiremos a records de producción de gas
y petróleo. Muy probablemente cada año signifique un nuevo
récord.
Esto significará no solo capacidad de autoabastecimiento sino
capacidad de exportación. Solo a manera de ejemplo, y para
remarcar una de las causas de la inflación, la Argentina gastó en
el 2022 cinco mil millones de dólares más en energía producto de
los precios disparados por la guerra. Lo hicimos porque no
estábamos dispuestos a frenar la producción y el crecimiento.
Argentina es la energía que necesita el mundo.
Sobre finales de agosto de 2022, firmamos un acuerdo entre YPF
y Petronas, una empresa de Malasia de primerísimo nivel, para
construir un Gasoducto de más de 600 kilómetros y una planta de
licuefacción de gas para llevar el gas de Vaca Muerta a Bahía Blanca,
procesarlo allí y exportarlo al mundo a través del
Atlántico.
Hemos multiplicado la producción de petróleo en nuestro país. Y
vamos a seguir creciendo. La refinación de petróleo creció un
5,6% desde 2021. En combustibles y energía, las ventas al
exterior totalizaron en el acumulado de 2022, 8.397 millones de
dólares, 59% superiores a 2021 y 92% mayores a 2019.
Quiero destacar especialmente la nueva situación de YPF que en
mayo del año pasado cumplió sus primeros 100 años desde su
creación y 10 años desde la nacionalización que se llevó
adelante durante la presidencia de Cristina Fernández Kirchner y
que hoy nos permite saber que los logros de YPF son logros de
todas y todos los argentinos.
Nuestra empresa se encuentra en plena expansión. La cotización
de YPF, tanto en el ámbito local como en el internacional se
multiplicó por 4 en este último tiempo, reflejando la marcha de la
empresa y la confianza de los inversores.
YPF saneó su deuda y se encuentra realizando inversiones que
expanden sus negocios.
Conviene subrayarlo. En 2022, a pesar de la brutal alza de los
precios internacionales en la energía nadie se quedó en nuestro
país sin gas o sin combustibles. Argentina siguió trabajando y
produciendo.
Asimismo, debemos destacar el nuevo panorama que se abre a
la explotación minera.
Las exportaciones del sector minero en el acumulado del año
2022 registraron el mayor valor desde 2012, con un total de 3.831
millones de dólares. Respecto de 2021 el incremento fue de 19%.
Estamos dando grandes pasos en la explotación del Litio, del
que, junto a Bolivia y Chile, poseemos el 60% de las reservas
mundiales.
Trabajamos junto con los Gobiernos provinciales y el sector
privado para agregar valor, para generar más trabajo argentino.
También estamos trabajando para que los recursos naturales de
la Argentina sean preservados, manejados y valorados como un
recurso estratégico.
Para que el desarrollo sea equilibrado, mejoramos todas las vías
de transporte en el país llevando más seguridad, más eficiencia y
más conectividad.
Con el Plan de Modernización del Transporte volvimos a conectar
a 66 localidades con nuestros trenes de cargas y pasajeros,
intervinimos 2.500 kms de vías y reactivamos 17 ramales
ferroviarios. Reactivamos y extendimos 8 trenes federales que
igualan a los que tenemos en el AMBA. Transportamos más de
26 millones de personas todos los meses en nuestros trenes y
rompimos un nuevo récord de carga transportada por los trenes
que administra el Estado con 8.5 millones de toneladas, bajando
los costos logísticos y conectando al país de manera federal.
Nuestros trenes no sólo llevan granos a los puertos, también
creció un 200% la cantidad de alimentos y bebidas que viajan
desde una provincia hacia otra sobre vías ferroviarias.
Impulsamos el desarrollo de la Hidrovía, la Vía Navegable
Troncal, a través de la creación del Ente Nacional de Control y
Gestión, integrando a su administración a las siete provincias
argentinas costeras. Durante el primer año de la transición, el
Estado obtuvo un saldo positivo de 29 millones de dólares para
poder ejecutar obras en la ruta por la que circula más del 80% de
las exportaciones argentinas y que impacta en 4.500 buques
oceánicos al año. Después de 10 años, podemos hacer obras de
dragado y balizamiento en el tramo Santa Fe al Norte y fomentar
nuestra flota fluvial federal y Marina Mercante argentina. Además,
incorporamos tecnología en la vía navegable y la extenderemos
hasta Formosa y Misiones.
En los próximos días lanzaremos la licitación pública para la
construcción de la vía navegable Canal Magdalena, obra de
dragado y balizamiento que le brindará al sur de la Provincia de
Buenos Aires la posibilidad de exportar su producción de manera
más eficiente con una salida directa a aguas profundas y
mejorará la conectividad fluviomarítima. Además, entre las
ventajas que implica el desarrollo del proyecto se encuentra el
ahorro en tiempos de navegación de los buques que transitan por
el sistema navegación troncal.
Es sin dudas un viejo anhelo que finalmente pondremos en
marcha durante este Gobierno.
En materia de transporte aéreo, pusimos en marcha un proceso
de modernización iniciando obras en 7 aeropuertos durante 2022.
En total, en ese año, pasaron por los aeropuertos del país más
de 33 millones de pasajeros y pasajeras.
Trabajamos también por asegurar nuestras rutas, carreteras y
calles. Logramos reducir en más de un 25% la mortalidad como
consecuencia de siniestros viales durante 2022 y seguimos
mejorando nuestros controles. En este sentido, impulsamos la
Ley de Alcohol Cero que demostró efectos muy positivos en su
aplicación en algunas provincias y municipios.
Quiero que me permitan hacer una breve mención al estado de
algunas de las empresas en las que, o bien el Estado ejerce su
administración directamente, o bien tiene participación y
responsabilidad. Estas empresas son patrimonio de todos los
argentinos y argentinas.
Estamos viendo cómo anticipan un nuevo embate
privatizador sobre las empresas públicas precedido de una
campaña de desprestigio.
Otra vez aparecen los negocios sobre el patrimonio de todos los
argentinos y para eso se monta una campaña en contra de
nuestras empresas.
ARSAT fue creada en 2006 por el Estado nacional y brinda
conectividad mayorista con el objetivo de reducir las brechas
digitales entre las pequeñas y las grandes ciudades de nuestro
país. Con ARSAT estamos finalizando la actualización de la Red
Federal de Fibra Óptica, para incrementar 10 veces la capacidad
del tráfico de banda ancha. Relanzó su plan geoestacionario con
la construcción de ARSAT SG-1 y ARSAT SG-2 que nos
permitirá exportar servicios de valor agregado en América del Sur
y brindar soluciones de conectividad en banda ancha.
Es, sin dudas, una empresa que ataca las asimetrías territoriales
que hay en nuestro país.
Durante 2022 Aerolíneas Argentinas ordenó sus cuentas y,
durante el año pasado, redujo casi a la mitad su necesidad de
asistencia con respecto al 2021, pasando de 644 a 350 millones
de dólares que, también, son 100 millones de dólares menos que
en 2019. Además, del requerimiento de fondos original
presupuestado para 2022, utilizó sólo el 65% y redujo su peso
sobre el presupuesto total de gastos pasando del 0.48% en el
2019 al 0.31% para el 2023.
Aerolíneas Argentinas trajo 1.5 millones de turistas receptivos
que visitaron nuestro país a través de la compañía durante 2022.
Demás está decir, que gracias a Aerolíneas Argentinas muchas
ciudades del país pueden tener la conectividad que requieren y
que sus vuelos resultan un aporte extraordinario, clave en
términos de su logística y su economía.
No podemos dejar de mencionar la obra que se viene haciendo
desde AySA, que en estos últimos tres años construyó 4000
kilómetros de redes. Más que en toda la historia de los 17 años
que tiene la empresa. Y que junto al Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) llevó adelante, por ejemplo, la ampliación de la
Planta Depuradora de Hurlingham pasando a beneficiar de
150.000 a 450.000 habitantes. También se acordó la financiación
para la construcción de la estación de bombeo y el emisario
subfluvial de 7,5 km del Sistema Berazategui, que beneficiará a
más de 7 millones de habitantes con la mejora y expansión del
servicio de cloacas.
Y finalmente el INVAP, que es un orgullo para todos los
argentinos. Con capacidad para construir y exportar reactores
nucleares, tecnología aeroespacial y reconocida
internacionalmente por su calidad.
Menciono estas empresas para que todos estemos alertas.
Tengamos presente que cuando en medio de una ruta desierta
aparece la estación de servicio de YPF, cuando en una ciudad
menos populosa se encuentran solo vuelos de Aerolíneas
Argentinas, cuando en un paraje alejado solo están presentes el
Correo Argentino o el Banco Nación, estamos constatando que el
Estado no abandona a los suyos.
Que no vengan a hacer negocios con nuestro patrimonio los
que invocan números con los que disfrazan su falta de interés por
las condiciones de vida de tantos argentinos y argentinas, a los
que estas empresas ayudan y mucho.
Defendamos nuestro patrimonio. En algunos casos proponen
privatizaciones, en otros, deslindar responsabilidades y restar el
apoyo que requieren para su funcionamiento. Detrás de esos
discursos a veces hay visiones neoliberales de la economía, pero
la mayoría de las veces hay búsqueda de negocios para ellos,
sus familias o sus amigos. No nos confundamos.
El año anterior, pude decirles con mucho orgullo que nuestra
temporada turística había alcanzado un record histórico. Para
que así fuera el Programa PREVIAJE había sido fundamental,
como lo había sido antes la Asignación para el Trabajo y la
Producción que permitió durante la pandemia que muchas
empresas del sector turístico, gastronómico y de entretenimiento
no desaparecieran o se perdieran empleos.
Si en aquel momento el resurgir del turismo nos conmovió, más
nos conmueve hoy observar que la actual temporada de verano
ha registrado niveles jamás vistos en nuestra historia. La
capacidad hotelera se vio ocupada en más de un 95%.
Desde el sector privado se estimó que en enero se desplazaron
con propósitos vacacionales 22 millones de personas y se estima
que en febrero otros 13 millones lo hayan hecho. No es un grupo
de privilegiados con acceso a un destino lujoso. Es dos tercios de
los argentinos y argentinas disfrutando de su derecho al
descanso.
PREVIAJE es un instrumento estatal al servicio de nuestras
empresas y de nuestra gente que fue adoptado de manera
masiva. En cada una de sus ediciones fue perfeccionándose. En
sus tres ediciones alcanzó a cerca de 6 millones de usuarios. En
poco tiempo más lanzaremos el PREVIAJE 4 para promover
destinos poco explotados y favorecer el movimiento turístico
fuera de temporada.
El movimiento turístico da cuenta del nivel de actividad que
registra nuestra economía en la actualidad.
Así como creemos que el descanso y conocer nuestro país es un
derecho de nuestras familias, así también creemos que es central
generar y disfrutar de nuestra cultura.
Trabajamos para construir posibilidades para nuestros artistas y
para que su producción llegue a nuestra gente y al mundo entero.
Tecnópolis, el parque dedicado a la ciencia, la tecnología y el
arte, tuvo un récord de más de 3 millones de visitantes en su 11ª
edición.
El Centro Cultural Kirchner siguió ofreciendo cada semana una
agenda de actividades de distintas expresiones, con más de
1.800.000 visitantes que disfrutaron de más de 5.000 propuestas
artísticas y culturales,
Volvimos a abrir las puertas, ahora bajo órbita estatal, del Centro
Cultural Borges generando otra vez un espacio de referencia
cultural en la ciudad de Buenos Aires.
Necesitamos enfatizar la relevante importancia de la dimensión
económica de nuestra producción cultural.
Estamos apoyando la exportación de nuestras producciones y
sabemos que será un sector cada vez más importante para la
generación de divisas y un aliado central para el conocimiento de
nuestro país en el resto del mundo.
Desde el primer día de la gestión sostuvimos que la Obra Pública
debía actuar como motor del desarrollo. Fue y es posible porque
además de voluntad política, generamos diálogo y consenso;
acordamos con todos los gobernadores y las gobernadoras, con
todas las intendencias, sin distinción partidaria; conformamos una
mesa de trabajo con todos los sectores y actores que forman
parte de la agenda de la Obra Pública en nuestro país.
Desde el 10 de diciembre de 2019, se finalizaron más de 3.000
obras públicas de las 5800 en ejecución. Eso es tanto como decir
que cada día de gestión hemos concluido 2,5 obras por día. En
cada rincón del país, hay una obra pública que integra a la
Argentina y que resuelve necesidades concretas de la gente.
Hemos mejorado la calidad del servicio de agua potable llevando
ese beneficio a casi 6 millones de personas. Lo mismo hicimos
con el mejoramiento de la calidad del servicio de saneamiento de
aguas servidas. Más de 11 millones de personas se beneficiaron
de ese modo.
La inversión pública en infraestructura que estamos haciendo en
cada provincia tiene que ver con un plan de trabajo y de
desarrollo que va acompañado de distintos indicadores sociales y
económicos.
El presupuesto destinado a la Obra Pública se redujo a menos de
la mitad entre 2015 y 2019. En 2020 comenzó su recuperación y
para este año proyectamos un incremento presupuestario de
633% con respecto a lo ejecutado en 2019.
Más allá de la obra pública realizada, en pocos días estaremos
entregando la vivienda 100.000 de esta administración mientras
seguimos construyendo otras 140.000. Adicionalmente, ya
entregamos cerca de 88.000 créditos para la vivienda propia.
Trabajamos para ofrecer viviendas dignas a nuestro pueblo.
Tengo tranquilidad de saber que cuando marzo concluya, cada
día de mi gestión habré entregado a 85 familias su casa propia.
Familias como las de MARIA DANIELA PARRA FUENTES, que
está hoy aquí con nosotros. Daniela tiene 38 años, es guía de
turismo, nació en San Juan, pero vive en Ciudad de Buenos Aires
desde los 8 años. Ella marcó un hito en la Argentina y en su
propio entorno: es la primera en tres generaciones en acceder al
sueño de la casa propia. Su abuela puso todos sus ahorros en un
emprendimiento inmobiliario y la estafaron. Su madre, a los 60
años, aún vive alquilando. El 2021 quedará para siempre
marcado en su memoria porque en diciembre de ese año recibió
las llaves de un departamento de tres dormitorios. Hoy Daniela
vive una nueva historia, en Parque Patricios, con su pareja y sus
dos hijos, Luciano de 15 años y Sofía, de un año y dos meses,
que nació justo cuando le aprobaron el crédito hipotecario.
Hay otra historia, es la historia de las personas de carne y hueso
cuyas vidas han mejorado, cuyos derechos han sido reconocidos.
Argentina es sustancialmente mejor que hace tres años,
La Obra Pública y la construcción de viviendas, han sido el
impulso para que el sector de la Construcción continúe con un
crecimiento sostenido, desde mediados de 2020, y que hoy
cuente con más de 450 mil puestos de trabajo registrados y más
de dos años de recuperación, superando el pico histórico más
alto que se registró en julio de 2015. La inversión del Estado es
clave para la creación de empleo en el sector. Estamos
convencidos de que en poco tiempo podemos llegar a tener 500
mil puestos de trabajo en la construcción.
El empleo formal creció desde diciembre de 2019 el 4,1%. En los
años de la gestión que nos precedió cayó un 3,5% lo que
representó la expulsión de 220 mil trabajadores del sistema
formal de trabajo. Además de los más de 500 mil puestos de
trabajo formales que creamos, se crearon más de 1 millón de
puestos de trabajos informales.
En 21 provincias se registra pleno empleo.
Durante 2022 se verificaron más de 13 millones de empleos
registrados: el nivel más alto de la serie iniciada en 2012 con las
tasas de actividad y empleo femenino más altas y las tasas más
bajas de desempleo desde 2004.
Durante 2022, trabajadores y empresarios continuaron con las
discusiones libres sobre salarios y condiciones de trabajo en el
marco de negociaciones colectivas que se desarrollaron con toda
normalidad. Funcionó y seguirá funcionando el Consejo del
Salario Mínimo. Desde el Gobierno mantenemos un diálogo fluido
con las organizaciones de los trabajadores y convocamos
permanentemente al diálogo desde el Consejo Económico y
Social.
Todos los Ministerios se enfocaron en propiciar la generación de
empleo. Enfocándose en el desarrollo de las PyMEs. Con el
Programa “Te Sumo”, se facilitó la contratación de 11.000
jóvenes en Pymes de todo el país.
Con relación al sector previsional, debemos señalar que la
extensión del plazo de la moratoria que cerraba a fines de julio,
garantizó que entre agosto y diciembre pudieran iniciar su
jubilación alrededor de 70.000 mujeres que se hubieran quedado
sin derecho a la seguridad social. Complementariamente, la
aplicación del “Reconocimiento de Aportes por Tareas de
Cuidado” permitió el acceso a 260.000 mujeres, que pudieron
computar aportes previsionales por sus hijas e hijos y acceder
por derecho propio a su jubilación. A su vez, más de 15.000
personas, en su mayoría varones, alcanzaron la cobertura
previsional por medio de la “Jubilación Anticipada”.
Este Gobierno implementó el “Refuerzo de Ingresos” de mayo y
junio, que dio cobertura a 7,5 millones de personas, y el
“Refuerzo Alimentario para Adultos Sin Ingresos”, destinado a
personas en condiciones de extrema vulnerabilidad social en
noviembre y diciembre.
Protegimos los ingresos de jubilaciones y pensiones, aplicando
las actualizaciones trimestrales de la movilidad junto a distintos
refuerzos, que posibilitaron un incremento interanual del haber
mínimo del 107%, superando la evolución del índice inflacionario
en 12 puntos porcentuales.
Trabajamos también todos los días con sectores que se
desenvuelven en la economía popular. Debemos convertir el
trabajo que allí se realiza en empleo formal. No puede
desconocerse el valor de la economía popular que no solo
produce, sino que también demuestra la fuerte vocación de
nuestra gente por autogenerarse soluciones.
Nuestro pueblo quiere trabajar.
Gisela Segovia, que hoy está aquí, es desde hace cinco años
trabajadora de la Construcción. Gisela tiene 34 años, madre
soltera de 4 hijos, trabaja en una obra en Puerto Madero hasta
donde viaja todos los días en colectivo, subte y en el tren
Sarmiento desde su casa en Merlo, conurbano oeste, donde está
terminando su casa propia.
Desde que se animó a postular al trabajo cuando una vecina le
avisó que buscaban gente en una obra en Capital Federal, la vida
le cambió. Se afilió a la UOCRA y hoy se apresta a iniciar una
tecnicatura en Seguridad e Higiene. Está feliz: gana mejor, tiene
obra social, vacaciones, aportes jubilatorios, aguinaldo, apoyo del
sindicato y se ganó el respeto de sus compañeros.
Sostengamos ese círculo virtuoso. La inversión en obra pública
es más vivienda, pero también más trabajo, y más dignidad para
Gisela y para todos y todas.
Me gusta recordar la expresión del Papa Francisco: empujar
desde abajo hacia arriba y desde las periferias hacia el centro.
Aplicando esa lógica, el Estado estuvo presente junto a los
sectores de mayor vulnerabilidad. Durante 2022 se otorgaron
bonos a personas entre 18 y 64 años cuya realidad por falta de
trabajo y condiciones socio familiares de gran vulnerabilidad los
ponían en situación de alto riesgo.
Nosotros creemos que la mejor política social es crear trabajo.
Pero también sabemos que existen situaciones y necesidades
impostergables y que el Estado debe estar presente para dar las
debidas respuestas. No vamos a dejar solo a ningún compatriota
que esté pasando un momento difícil.
Estamos convencidos de que Evita tuvo razón al decir que
“donde hay una necesidad hay un derecho”. Esa frase encierra
un principio ético y político insoslayable y nos impone un
compromiso con nuestro pueblo que de ningún modo podemos
desoír.
El Programa Potenciar Trabajo tiene más de un millón de
beneficiarios. Dos tercios de quienes reciben el subsidio son
mujeres. Trabajamos para que todos los beneficiarios puedan
encontrar los esquemas de contraprestación que más se
adecuen a sus necesidades.
Hemos iniciado un proceso de transformación de planes sociales
a empleo formal. Conjuntamente los Ministerios de Trabajo, de
Desarrollo Social y de Economía pusieron en marcha el
Programa Puente al Empleo que ya logró que 58 mil titulares
ingresen al trabajo registrado de calidad.
Para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, fortalecimos
la Prestación Alimentar que llega a más de 4 millones de niñas,
niños, adolescentes, embarazadas y personas con discapacidad.
Cada día, el Ministerio de Desarrollo Social financia 3 millones de
prestaciones con calidad nutricional (desayunos, almuerzos y
meriendas) en más de 15 mil escuelas a las que asisten niñas y
niños en situación de vulnerabilidad. También a los comedores
comunitarios y merenderos, en esa gran red social que tiene la
Argentina, con organizaciones barriales, clubes, iglesias y
sociedades de fomento.
En Argentina, 5 millones de personas viven en los casi 5700
barrios populares identificados en el Registro Nacional de Barrios
Populares (RENABAP); y lo hacen en situaciones críticas en
términos de falta de servicios básicos y hacinamiento.
A través del Ministerio de Desarrollo Social se realizaron y se
están realizando más de 1000 obras en 900 barrios populares,
llegando a más de 637 mil personas y generando más de 272 mil
puestos de trabajo. También a través del Programa Lote.Ar se
generaron más de 15 mil lotes con servicios para población de
barrios populares.
Quiero destacar especialmente que, en su conjunto, el gasto en
Promoción y Asistencia social representa más del 1% del PBI.
Esto multiplica por dos la inversión promedio realizada durante
toda la administración anterior.
Una vez más: nosotros conocemos bien a quienes están viviendo
momentos difíciles y trabajamos para que puedan mejorar sus
condiciones de vida y superar el trance.
Desde el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, seguimos
avanzando en la implementación del Programa Acompañar. Se
trata del primer programa nacional de apoyo económico y
psicológico a mujeres que están en situación de violencia de
género. A través de esta política ya alcanzamos a más de
270.925 mujeres y diversidades de todo el país.
Cada Programa Acompañar es una mujer menos en riesgo.
Una de cada 5 mujeres se emplea en el sector de trabajadoras
de casas particulares, un ámbito en el que la precariedad y la
informalidad laboral han sido la norma durante muchos años.
Hace pocos días dimos otro paso fundamental para reconocer los
derechos de este sector clave, históricamente invisibilizado y
relegado: ampliamos el Programa Registradas que promueve el
empleo formal y la bancarización de trabajadoras de casas
particulares. Desde que lo creamos, hubo más de 235.000
nuevas registraciones.
.
En el 2023 lanzaremos el Programa Constructoras, un programa
nacional de formación en oficios relacionados con la construcción
orientado para mujeres y diversidades. El camino que elegimos
es el de garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso al
mundo laboral.
En los próximos días reglamentaré la Ley 27.696, una norma
legal que incorpora el abordaje integral de personas víctimas de
violencia de género en el Programa Médico Obligatorio de las
Obras Sociales Nacionales. Con la reglamentación de esta ley,
estaremos garantizando cobertura integral de las prácticas
preventivas y terapéuticas, médicas, psicológicas, psiquiátricas,
farmacológicas, quirúrgicas, y toda otra atención que resulte
necesaria.
Los derechos humanos son para nosotros bandera y guía.
Seguiremos avanzando con el Plan Estratégico de los Juicios de
Lesa Humanidad, que incluye el impulso a los juicios que
involucren responsabilidad empresarial en la violación de los
derechos humanos, en el secuestro y desaparición forzada de
trabajadoras y trabajadores.
Los argentinos y las argentinas sabemos aprender de nuestra
historia, tenemos esa marca distintiva: la reflexión, la mirada del
Nunca Más, que hoy gracias al arte de nuestro cine llega a las
pantallas de todo el mundo. Por eso, con una profunda
convicción humanitaria de la historia y la justicia, vamos a seguir
promoviendo la candidatura del Museo Sitio ESMA como
Patrimonio de la Humanidad UNESCO.
La crisis climática se nos presenta cada día como un nuevo
desafío, en toda su magnitud. Por eso en el 2022 elaboramos el
Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático
que sistematiza las políticas para lograr las metas definidas al
2030. Además, en cumplimiento del Acuerdo de París, nuestro
país presentó la Estrategia de desarrollo resiliente con bajas
emisiones a Largo Plazo que busca alcanzar la neutralidad de
emisiones de gases de efecto invernadero en el 2050.
La conservación de nuestros ecosistemas es una prioridad.
Durante 2022 se crearon 2 nuevos Parques Nacionales:
Ansenuza en Córdoba e Islote Lobos en Río Negro. También se
amplió la superficie de los parques nacionales Predelta en Entre
Ríos y Aconquija en Tucumán; y creamos el Parque Federal
Campo San Juan en Misiones. Las nuevas áreas protegidas
nacionales cubren 700 mil hectáreas, aumentando un 15% la
superficie terrestre administrada por Parques Nacionales.
Se fortaleció al Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF).
En 2022 se ejecutaron casi 14.000 millones de pesos, 70 veces
más que lo ejecutado en 2019. Con esta inversión se fortaleció
todo el sistema con 4 Centros de Operaciones Móviles, 4
campamentos móviles, compra de camiones, camionetas,
maquinaria y la implementación del Sistema de Alerta Temprana
en el Delta del Paraná que se expande a otras provincias.
También duplicamos la cantidad de brigadistas y firmamos
convenios para equipar a todas las provincias por 4 mil millones
de pesos. Además, para la temporada de verano contratamos a
Canadá un helicóptero de gran porte (“Chinook”) para ampliar
nuestra capacidad de respuesta.
Es necesario avanzar en las leyes ambientales estructurales que
establezcan los nuevos paradigmas del desarrollo sostenible:
Ley de Humedales, para cuidar estos valiosos ecosistemas que
cumplen un rol fundamental para la conservación de la
biodiversidad, el cuidado del agua y la captación de gases de
efecto invernadero.
Ley de Envases, guiada por el principio de responsabilidad
extendida del productor.
Ley de Bienestar Animal, para reconvertir zoológicos y acuarios.
En el siglo XXI los animales no pueden estar encerrados para
entretener a los seres humanos.
La salud de argentinos y argentinas ha vuelto a ser una prioridad
para el Estado.
En el año 2021, la tasa de mortalidad infantil registró a nivel
nacional un nuevo descenso llegando a ocho por mil. No es un
número. Es el índice más bajo de mortalidad infantil de la historia
y significa miles de vidas que se salvan, que persisten, que tienen
futuro y buscan felicidad.
Este descenso de la mortalidad infantil se explica por el impacto
de los diversos planes y programas destinados a mejorar la salud
de las y los menores de un año, como por ejemplo la “Ley de los
1000 días” que tiene por objeto la atención y cuidado integral de
la salud durante el embarazo y la primera infancia.
Una dimensión clave para nuestra vida en comunidad es la salud
mental. Hemos dicho, y ha quedado más que claro con la
pandemia, que no se puede pensar en una salud integral sin
tomarse muy en serio la salud mental. Por eso lanzamos, hace
menos de un año, la Estrategia Federal de Abordaje Integral de
Salud Mental, con el objetivo de cambiar el paradigma de la
atención en salud mental en nuestro país desde una perspectiva
de derechos humanos, género, diversidades y con una mirada
comunitaria.
Pusimos en marcha el Programa Nacional de Abordaje de la
Problemática del Suicidio, impulsando un enfoque intersectorial
para que las estrategias sean cada vez más eficaces. Desde el
año pasado, además, está operativa una línea 0800 que funciona
los 365 días del año las 24 horas para brindar por parte de
profesionales una primera respuesta a situaciones de salud
mental. Incorporamos por primera vez psicofármacos en el
botiquín Remediar y duplicamos las Residencias
Interdisciplinarias en Salud Mental y la especialidad en salud
mental comunitaria.
La política en salud mental no es una política de un ministerio,
sino que debe ser transversal a todo el gobierno. Cada persona
tiene que saber que no está sola, que hay una comunidad que la
acompaña para salir adelante. No hay salud sin salud mental.
Debemos generar las condiciones para que tengan lugar todas
las formas de vida, de habitar este mundo. Por eso, queremos
destacar las obras que actualmente se están llevando a cabo en
la Colonia Nacional Montes de Oca, destinadas a generar
dispositivos que garanticen la dignidad y la autonomía de las
personas que allí residen. Esto significa un claro y definitivo
avance en la superación del Modelo Asilar, enmarcado a su vez
en lo que establece la Ley Nacional de Salud Mental y la
Convención Internacional de los Derechos de las Personas con
Discapacidad. Además, será acompañado por un necesario
cambio de nombre de dicha institución, la cual pasará a llamarse
Hospital y Comunidad Ramón Carrillo.
Silvina Aguilar nos acompaña hoy. Es médica generalista
graduada en la UBA, casada, madre de dos hijos, y desde hace
casi dos años dirige la Colonia Montes de Oca donde hoy residen
casi 500 personas con algún grado de discapacidad intelectual
con diferentes necesidades de apoyo y que no lo pueden obtener
en su comunidad. Algunos de ellos habitan hace más de 50 años
en la institución, que ya es parte de su vida, allí hay, por ejemplo,
una persona de 93 años que está desde los 5.
De la mano de la entrega de Silvina y su equipo y en el marco de
la Ley Nacional de Salud Mental y la Convención Internacional de
los Derechos de las Personas con Discapacidad hoy la colonia
está viviendo un proceso de transformación histórico que apunta
a superar el Modelo Asilar y a generar dispositivos que
garanticen la dignidad y la autonomía de las personas que allí
residen. Porque no solo se trata de construir paredes, sino que
paralelamente están construyendo historias.
En el marco del Plan de Reconstrucción y de mejora en el acceso
al Sistema de Salud se invirtieron 188 millones de dólares en
equipamiento sanitario y vehículos, 54 millones de dólares en
obras de infraestructura sanitaria y 282 millones de dólares en
transferencias financieras para el fortalecimiento del sistema de
salud en todas las provincias.
Quiero hacer mención a otros datos que son huellas de lo que
hemos hecho.
En el 2021, logramos un descenso del 40% en la mortalidad
materna por embarazo terminado en aborto. Esto es
consecuencia directa de la legalización de la interrupción
voluntaria del embarazo.
También logramos un descenso en la tasa de fecundidad
adolescente en 1,7 puntos porcentuales como consecuencia de
las políticas implementadas en materia de Salud Sexual y
Reproductiva.
No nos olvidamos de nuestros médicos y médicas, de nuestros
enfermeros y enfermeras y de todo el personal que trabaja en el
ámbito de la salud.
En poco tiempo más elevaremos a consideración de este
Honorable Congreso un proyecto de ley para un Sistema
Nacional de Residencias que mejore las condiciones de trabajo y
de formación de nuestros médicos y médicas.
También quiero destacar que, por primera vez en los 51 años del
PAMI, las personas afiliadas tienen la posibilidad de elegir sus
médicos/as especialistas, así como también los centros de
diagnósticos por imágenes y ópticas.
Continuamos con el Programa "Medicamentos Gratis" que
garantiza el derecho a la salud de las personas afiliadas y facilita
el acceso a los tratamientos de enfermedades que tienen gran
impacto en la calidad de vida de las personas mayores. El
programa representa un ahorro de nueve mil pesos mensuales
para cada uno de ellos.
Cabe destacar que del total de personas afiliadas que reciben
medicamentos, 9 de cada 10 obtienen alguno de manera gratuita.
De igual modo, continuamos con las obras e inversiones para
contar con más efectores propios que habían sido suspendidos
por la gestión anterior.
Así como la salud nos ocupa, también otorgamos un lugar de
privilegio en nuestras políticas a la educación y al desarrollo de la
ciencia y la tecnología.
Durante 2022 iniciamos el Programa “Una hora más de clase por
día” que significa 38 días más de clase por año. Esta política se
aprobó por unanimidad en el Consejo Federal de Educación.
22 provincias tienen ya una hora más de clase y las 2
jurisdicciones restantes se encuentran pendientes de sumarse.
A través de Conectar Escuelas buscamos garantizar el servicio
de internet en las aulas y su disponibilidad para todas las
escuelas de gestión estatal. Ya se distribuyeron más de 611 mil
equipos en 8.201 escuelas de todo el país y se garantizó
cobertura y conectividad a más de 7 millones de estudiantes.
Cuando este año culmine, habremos entregado 1,2 millón
computadoras a alumnos de todo el país.
A través de las Becas Progresar alcanzamos a 1,7 millón
becarias y becarios con un presupuesto total de 120.000 millones
de pesos y por medio de las Becas Belgrano se aumentó la
cantidad de becas disponibles en un 50%. Se adjudicaron un total
de 36.000 becas por un monto total de 9.500 millones de pesos.
Para 2023 esperamos alcanzar a 1,6 millón becarias y becarios
con una inversión proyectada de 130 mil millones de pesos.
Continuamos con el Programas Libros para Aprender. Se
entregaron y distribuyeron casi 12 millones de libros para nivel
inicial y primaria, lo que equivale a una inversión cercana a los
9.000 millones de pesos.
La educación es el cimiento de todo proyecto de país. Cuando
quieran ver por dónde o hacia dónde va un gobierno, miren la
política educativa. Por eso, presentaremos la Ley de Expansión
de la Inversión Educativa, que tiene como objeto establecer las
bases para garantizar la expansión de la inversión educativa en
un plazo de diez años, pasando del 6% al 8% del Producto
Interno Bruto para el año 2032.
En cuanto a la infraestructura edilicia y de equipamiento se
financió la construcción de nuevos edificios, ampliación, refacción
y readecuación de los mismos. Para ello fueron transferidos
8.200 millones de pesos y cerca de 5.000 millones de pesos
adicionales para equipamiento mobiliario.
En nuestra manera de entender cómo debe funcionar una
sociedad, las Universidades deben ser para todos y todas. Los
estudios superiores son también para los trabajadores y
trabajadoras y sus hijos e hijas. Nosotros queremos asegurar que
cada día sea más fácil acceder a la educación universitaria.
Todos saben que soy egresado de la Universidad de Buenos
Aires. Que me formé en la educación pública y que desde hace
más de treinta años dicto clases como un modo de devolverle a
la sociedad el esfuerzo que hizo por mí.
Esa universidad pública maravillosa que dio cinco premios Nobel,
fue creada hace 203 años para que los hijos de las familias
criollas afincadas en esta ciudad no tuvieran que dejar sus
hogares y viajar a Córdoba, Chuquisaca o Europa para poder
educarse.
La Universidad de Buenos Aires nos deja una enseñanza: la
universidad debe acercarse al alumno que quiere estudiar.
Bien lo saben Alicia Borhem, rectora de la Universidad Nacional
de Misiones, y Antonia Lidia Blanco, rectora de la Universidad
Nacional Patagonia, que hoy nos acompañan en este recinto.
Alicia ingeniera forestal, fue reelecta en su cargo para el periodo
2022- 2026. Además, fue la primera mujer electa
democráticamente en asumir la rectoría de la universidad.
Y Antonia Blanco es la primera especialista proveniente del
campo de la enfermería en dirigir una universidad nacional. Al día
de hoy, su matrícula asciende a más de 19.000 estudiantes. La
Universidad de la Patagonia es un centro clave para el
conocimiento de la región y para expandir nuestra bandera en
toda la patria.
En Argentina han proliferado universidades en todas las
provincias. En el Gran Buenos Aires se han constituido muchas
universidades que albergan un alumnado que en un 90% son
primera generación de universitarios en familias de trabajadores.
Seguro de que debemos cumplir con la premisa de acercar la
universidad a quienes quieren seguir capacitándose en la vida, es
que vengo a pedirle a este Honorable Congreso que trate el
proyecto de ley que crea las universidades de Pilar, de Ezeiza,
del Delta, de Saladillo y de la Cuenca del Salado con sede en
Cañuelas.
Nuestro futuro como sociedad depende en gran medida del modo
en que nuestras políticas favorezcan el desarrollo de la ciencia y
la tecnología. Suelo repetir una y otra vez, que las sociedades
más avanzadas son aquellas que profundizaron la educación,
desarrollaron el conocimiento y promovieron la tecnología.
Venimos llevando políticas consecuentes con estos principios.
En 2022 la inversión en ciencia se incrementó un 16% en
términos reales, por sobre la inflación. Durante este ejercicio
tenemos previsto un nuevo incremento del 32% real en los
términos del proyecto votado por este Congreso. Estamos con
ello fortaleciendo un sector estratégico para el desarrollo
nacional.
Con estos recursos, lanzamos el Programa Federal “Equipar
Ciencia”, que entregó a Instituciones científico tecnológicas de
todo el país, casi 400 equipos de mediano y gran porte por un
monto de 108 millones de dólares. También pusimos en marcha
el Programa Federal “Construir Ciencia” que prevé obras para
más de 100 nuevos edificios dedicados a la actividad científica
durante el bienio 2022 y 2023.
Una piedra angular de este proceso de recuperación es el
fortalecimiento del CONICET, una pieza vertebradora de nuestro
sistema científico. En estos años hemos recuperado más de 30
puntos en términos reales el poder adquisitivo de los sueldos de
sus investigadores y casi 40 puntos los estipendios de sus
becarios, así como también hemos ampliado e incrementado
sustancialmente los ingresos de cada convocatoria.
Tenemos el orgullo de poder decir que en estas últimas semanas
se han iniciado las fases 2 y 3 de los estudios clínicos de la
vacuna contra el COVID desarrolladas por el CONICET, la
Universidad de San Martín y la Agencia de Investigación del
Ministerio de Ciencia y Tecnología. Es la primera vez que el
desarrollo de una vacuna nacional llega a esta etapa.
Y hoy acá, nos acompaña Juliana Cassataro, licenciada en
Ciencias Biológicas y doctora en Inmunología. Juliana es hija de
la educación pública y es, a la vez, hija de detenidos
desaparecidos. Ella integra hoy el equipo de la Unsam que ha
desarrollado la primera vacuna argentina que recién les
comentaba.
Juliana es un ejemplo de resiliencia, es una profesional y
científica destacada que ha recibido distinciones por su
capacidad, que además de madre de dos chicas, tiene desde
muy joven un fuerte compromiso social volcado hacia los
sectores más vulnerables de la Argentina.
Y también nos acompaña hoy acá Gabriel Rabinovich.
Bioquímico e investigador superior del CONICET. Gabriel lidera
hoy un equipo argentino que avanza hacia un tratamiento clínico
contra el cáncer, dando esperanza de futuro a miles de pacientes
que hoy solo pueden ver oscuridad.
Se trata de un largo estudio cuya base ha estado en instituciones
públicas, como diversas universidades en conjunto con el
Conicet. Como Juliana, Gabriel es un hijo de la educación
pública, se formó en la prestigiosa Universidad Nacional de
Córdoba. Otro sello de su amplia trayectoria es que siempre ha
bregado por una ciencia que sea inclusiva y en concordancia con
las necesidades de su país.
Gracias Gabriel, Gracias Juliana.
Por primera vez en la historia, la inversión en ciencia se realiza
con un sentido profundamente federal. Como ya sabemos, el
sistema científico tecnológico de nuestro país se encuentra
profundamente centralizado. Más del 80% de la inversión se
ejecutó siempre en el área metropolitana de Buenos Aires,
relegando el desarrollo tecnológico del resto del territorio
nacional. Ahora, esta proporción es exactamente inversa: casi el
80% se ejecuta en las provincias del interior de nuestro país.
Esta nueva etapa de la ciencia argentina se caracteriza también
por la creciente articulación con el sector privado. Esta alianza
virtuosa permitió generar innumerables empresas de base
tecnológica, una gran cantidad de puestos de trabajo calificado y
que las exportaciones de los productos basados en el
conocimiento por primera vez alcanzarán el tercer lugar entre las
exportaciones argentinas.
Tras cuarenta años de vigencia democrática, la jerarquización de
nuestras Fuerzas Armadas se convierte en un imperativo
impostergable. Capacitarlas, recomponer sus ingresos y
fortalecer su equipamiento deben ser nuestros objetivos de
trabajo. La defensa de nuestro territorio y la preservación de
nuestra soberanía son tareas prioritarias para nuestros hombres
y mujeres de las tres fuerzas.
Hemos iniciado trabajos para la recuperación como base
permanente de la base antártica conjunta “Petrel” mientras
avanzamos en la puesta en marcha de la Base Naval Integrada
en la ciudad de Ushuaia.
En ese marco de fortalecimiento de la soberanía en la Antártida y
el Atlántico Sur y de las operaciones de vigilancia y control de los
espacios marítimos y fluviales de jurisdicción nacional realizados
por el Comando Conjunto Marítimo, hemos instalado en la ciudad
de Río Grande, un Radar de Vigilancia y Control Aéreo (RPA)
producido por el INVAP.
Hemos incrementado un 40% la cantidad de proyectos asumidos
por el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), fondo específico
para equipamiento con el que por primera vez en su historia
cuentan las Fuerzas Armadas.
Debemos recomponer los ingresos de los miembros de nuestras
Fuerzas Armadas. Ya hemos avanzado incorporando a sus
salarios los que antes eran “sumas no remunerativas” y estamos
equiparando esos salarios a los sueldos que hoy reciben los
miembros de las fuerzas federales de seguridad. Este objetivo se
concretará en dos etapas, iniciándolo en este ejercicio
presupuestario y concluyéndolo en el año 2024.
Nuestras fuerzas de seguridad vienen multiplicando sus tareas de
control fronterizo y su colaboración con todas las provincias que
lo solicitan. Durante el año pasado se reforzó la presencia de
Gendarmería Nacional en Rosario con 1000 efectivos.
El trabajo de las fuerzas federales se realiza en coordinación con
las fuerzas provinciales. Así, las fuerzas nacionales se
despliegan en barrios complejos de Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Provincia de Buenos Aires y Santa Fe.
Implementamos también un Plan para prevenir e investigar
ciberdelitos al que adhirieron 16 provincias. Para ello, se
entregaron equipos y se capacitó a personal policial y fiscales de
todo el país.
El combate al crimen organizado es una lucha prioritaria del
gobierno nacional. La democracia también tiene que garantizar la
seguridad de todos y cada uno de los habitantes.
Cuando asumí la Presidencia dije que gobernaría junto a todos
los gobernadores y las gobernadoras de las provincias. Lo hice
en los duros momentos de la Pandemia y lo sostuve después
recorriendo con mis ministros, en muchos casos en más de una
oportunidad, todas las provincias. Desde el caluroso impenetrable
chaqueño hasta la gélida Antártida.
Es nuestro objetivo estratégico la construcción de un verdadero
federalismo.
Todas las acciones de cada uno de los Ministerios incorporaron
claramente la dimensión federal en su diseño y ejecución. Se
trata de un principio transversal.
Durante 2022 y desde el Ministerio del Interior dimos continuidad
a la planificación y el seguimiento de 1583 obras prioritarias y
estratégicas para remover obstáculos y reducir brechas en el
desarrollo de las provincias.
Por medio del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura
Regional se invirtieron 17.400 millones de pesos en nuevas obras
en todo el país, impulsando el crecimiento del empleo privado.
Finalmente, durante 2022 se transfirió a los gobiernos
provinciales un total de 33.575 millones de pesos en concepto de
aportes del Tesoro Nacional.
Profundizamos la implementación del programa Municipios de
Pie para el fortalecimiento de los gobiernos locales. Se firmaron
más de 307 proyectos por un valor total de 7.600 millones de
pesos.
Para nosotros el federalismo es una dimensión incorporada
desde todas las jurisdicciones. Tengo el orgullo de ser el
presidente que más recorrió nuestro país.
Los episodios recientes en la disputa por los recursos
nacionales y su coparticipación con nuestras provincias
hicieron evidente cual es el bloque de intereses tradicionales
que pretenden consolidar las enormes asimetrías que aún
existen en la Argentina.
Mientras que muchas provincias necesitan realizar obras que
permiten asegurar servicios tan esenciales como el agua potable
para sus habitantes, la Corte Suprema de Justicia aseguró
cautelar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recursos
coparticipables que no le corresponden contrariando la ley
de coparticipación vigente. Le quita dinero a los que más
necesitan y destina esos mismos recursos a la ciudad más
opulenta del país.
Soy orgullosamente porteño. Amo esta ciudad en la que nacieron
Jorge Luis Borges, Roberto Arlt, Marta Minujin, Niñí Marshall,
Aníbal Troilo, Marta Argerich y Luis Alberto Spinetta. Seres
extraordinarios que marcaron nuestra cultura.
Pero no puedo ser indiferente al ver las asimetrías que separan a
esta maravillosa ciudad de rincones de la Patria en donde se
postergan los sueños de argentinos y argentinas que parecen
condenados al olvido. Nosotros no queremos perpetuar tanta
injusticia. Nosotros éticamente estamos obligados a poner fin
a tanta desigualdad y sacar de la postergación a quienes han
quedado sumergidos en la pobreza por imperio de políticas
que concentran la riqueza con este criterio centralista que
tanto rechazo genera en el interior de la Patria.
Los recursos coparticipables se distribuyen de acuerdo a las
formas establecidas por una ley convenio que han firmado cada
una de las provincias argentinas y el Estado Nacional. La Ciudad
Autónoma de Buenos Aires no forma parte de ese convenio. No
tiene derechos sobre esos recursos. Debe recibirlos del Estado
Nacional cuando este le transfiere un servicio que hasta ese
momento prestaba. Esa decisión es parte de la gestión
administradora del Poder Ejecutivo Nacional y no puede ser
sustituida por otro poder de la república.
La intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria
es definitivamente inadmisible. Excede sus facultades, olvida
la regla jurisprudencialmente fijada que reconoce “cuestiones
políticas no judiciables” y pone en riesgo la lógica redistributiva
de la Ley de Coparticipación Federal causando un severo daño al
equilibrio de las cuentas públicas.
En cada oportunidad que vine a este recinto expresé la
necesidad de trabajar mancomunadamente para realizar las
adecuaciones necesarias en nuestro sistema judicial.
Ahora, cuando la democracia alcanza sus cuarenta años de
vigencia, debemos reflexionar sobre la calidad de nuestras
instituciones.
Prometí al asumir la Presidencia que pondría fin a los
sótanos de la democracia. Lo hice. El personal de
inteligencia del Estado ya no se vincula con los jueces. Los
recursos de la Agencia Federal de Inteligencia son públicos.
No existen operadores que en nombre del gobierno compran
voluntades judiciales. Por impulso del Gobierno Nacional, no
hay escuchas ni intromisiones en la privacidad de ningún
ciudadano. El espionaje interno ya no existe. Todos y todas
pueden pensar libremente sin temer el acoso del poder
estatal.
Digo todo esto sabiendo que de nada sirve semejante trabajo si
miembros de la Justicia y del Ministerio Público se entrelazan en
vínculos poco transparentes con empresarios o emisarios de la
política que operan como auténticos factores de poder.
No hablo en abstracto.
Recientemente, tomó estado público lo que muchos describíamos
y denunciábamos: la connivencia entre algunos magistrados,
empresarios de medios de comunicación, ex agentes de
inteligencia y políticos.
Lamentablemente, el Poder Judicial hace tiempo que no
cuenta con la confianza pública, no funciona eficazmente y
no se muestra con la independencia requerida frente a los
poderes fácticos y políticos.
Los ejemplos abundan.
Conocemos como se dictaron medidas cautelares que impidieron
regular el precio de servicios básicos de telecomunicaciones sin
que hasta el día de hoy se haya resuelto la cuestión de fondo.
Vimos también como a través de medidas cautelares se
habilitaron importaciones que no significaban ninguna prioridad
para el país. Se impuso así una práctica que permitió, una y otra
vez, burlar la ley mediante medidas cautelares.
Frente a este estado de situación es necesario tomar cartas en el
asunto y trabajar para encontrar su solución.
Ya en 2020 convoqué a un grupo de prestigiosos juristas con el
fin de que estudiaran alternativas para que, en este Honorable
Congreso, se avance en las reformas que nuestro sistema judicial
necesita. Propuse reformas para que se debatieran y se
introdujeran todas las mejoras posibles.
La propuesta se aprobó en el Senado y nuca fue tratada en la
Cámara de Diputados.
Así como el Poder Ejecutivo padeció la intromisión del Poder
Judicial en funciones que le son propias, este mismo Congreso
debió soportar la intromisión en sus prerrogativas cuando la Corte
Suprema se arrogó indebidamente la facultad de disponer cómo
debe este cuerpo legislativo designar sus representantes ante el
Consejo de la Magistratura.
La gravedad institucional que todo eso supone es mayúscula.
Quiero llamar la atención de todos los argentinos y argentinas
sobre esto.
Si aquella reforma de la Justicia Federal hubiera prosperado y si
la Corte Suprema no hubiera tomado por asalto al Consejo de la
Magistratura, hoy Santa Fe no estaría padeciendo la carencia de
tribunales que impiden enjuiciar con rapidez al crimen organizado
que se ha expandido en su territorio.
¿Quiénes son los responsables de que el Consejo de la
Magistratura no funcione hace un año? ¿Quiénes atropellan a las
instituciones republicanas?
Lamentablemente, el accionar de los miembros de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, nos llevó a presentar un
pedido de juicio político ante la Cámara de Diputados que
decidirá si los acusa ante el Senado. Cualquier argumento que
sostenga que el reclamo es violatorio de la República o del
Estado de derecho, es falso. Solamente tienen que ir y leer el
artículo 53 y 59 de nuestra Constitución Nacional.
No hay ningún ataque ni embestida contra la Justicia. Se solicita
que se revise con todas las garantías y en las instancias que
corresponde el desempeño de los magistrados que conforman la
Corte Suprema de Justicia de la Nación.
No pretendo descalificar en su totalidad al Poder Judicial por las
conductas de algunos de sus miembros. Conozco la honestidad
de muchos magistrados y funcionarios judiciales. Pero no
podemos seguir mirando impávidos cómo las disputas palaciegas
desatadas en el más alto tribunal del país por controlar el manejo
de los recursos económicos del Poder Judicial acaban desatando
abusos inadmisibles.
Yo cumplí con mi parte. Reclamo en defensa del Estado de
Derecho. No me aparto un solo centímetro del estricto respeto a
la Constitución Nacional.
No somos nosotros quienes atentamos contra la Constitución.
Los que atentaron contra la Constitución son los que
armaban Mesas judiciales y perseguían con recursos
estatales a jueces, a periodistas, a políticos opositores y
hasta a sus propios compañeros. No pretendan ahora dar
lecciones de institucionalidad y fervor democrático. Solo
quiero dejar en claro quien respeta la República y quién no.
Nosotros no designamos jueces integrantes de la Corte Suprema
por decreto.
Tampoco tergiversamos leyes mediante decretos reglamentarios
para que nuestros parientes puedan blanquear dinero.
Nosotros no trasladamos jueces e integramos Cámaras para
incidir en causas en las que se persiguen políticos opositores.
No son nuestros funcionarios los que se pro fugan de la Justicia
alegando persecuciones.
Atentan contra la Constitución los que se extralimitan en sus
competencias y desconocen las competencias del Poder
Legislativo y del Poder Ejecutivo olvidando que la mentada
división de poderes rige para todos en la república.
Atentan contra la Constitución los que ante cualquier sanción
desfavorable de leyes corren a judicializar la medida
aprovechando sus amistades con jueces que deshonran al Poder
Judicial.
Que nadie lo olvide. Vivimos en una república. Todos merecemos
el resguardo de las garantías. Todo ciudadano debe ser tratados
con el rigor y las garantías que establece nuestro ordenamiento
jurídico. Vivimos en un Estado de Derecho.
Hace años que venimos denunciando la conformación de una
estructura que opera de manera coordinada en la que se
involucran miembros del Poder Judicial, medios de comunicación
y políticos de la oposición. En varias ocasiones este accionar fue
apuntalado por los servicios de inteligencia y seguridad en clara
violación a las prohibiciones que establece la ley.
Hace unos meses esta organización coronó su actuación
con una condena en primera instancia a la Vicepresidenta de
la Nación. Lo hicieron tras simular un juicio en el que no se
cuidaron las formas mínimas del debido proceso y se
formularon imputaciones que rayan con el absurdo jurídico
buscando su inhabilitación política.
Quiero poner de relieve que esa sentencia es el corolario al que
se llega tras el desatino de una serie de interpretaciones
jurisprudenciales que desde el 2015 vienen repitiéndose y que
contradicen los más elementales principios del derecho penal.
“No pudo no haber sabido” sostienen. De ese modo presumen el
dolo, castigan por cierto criterio de responsabilidad objetiva e
imponen el derecho penal de autor. Entonces se castiga a la
persona por lo que es y no por la que ha hecho.
Cualquier estudioso del derecho penal se asombraría ante
semejante retroceso. Al derecho penal liberal, nacido al amparo
de la Revolución Francesa y que evolucionó con la mejor
dogmática en el derecho continental, le repugnaría observar
semejantes conclusiones.
Los tribunales aún tienen tiempo de reponer el imperio del
derecho y acabar con tantas tropelías cometidas invocando a la
Justicia.
Quiero que todos reflexionemos en torno a lo que aquí he dicho.
No importan las cercanías o afinidades políticas, se trata de
reponer el Estado de Derecho y hacer valer nuestra constitución.
Levantamos nuestra voz porque el reclamo de justicia cobra
vigencia una vez más cuando el derecho se tuerce por el odio y
la persecución política.
He reseñado una buena parte de las principales políticas puestas
en marcha y de los objetivos alcanzados. También les he
transmitido qué vamos a concretar en este año.
Para que algunas de esas políticas fueran posibles, debieron
sancionarse leyes que contaran con la aprobación de miembros
del oficialismo y de la oposición. En cada oportunidad reconocí y
agradecí como corresponde el acompañamiento opositor en
momentos difíciles. Estoy convencido de que con esos
entendimientos ganó la Argentina.
Estuvimos de rodillas. Pudimos ponernos de pie. Ahora que
volvimos a caminar no dejemos que las diferencias políticas
coyunturales las pague nuestro pueblo. Allí donde sea posible
avanzar, avancemos.
En virtud de ello, y de cara a un año que tendrá sus
peculiaridades por el proceso electoral en curso, hago un pedido
para que no condicionemos la aprobación de proyectos de leyes
que los argentinos están necesitando.
Cuando menciono esto evoco rápidamente la creación de
universidades, la promoción de la agroindustria y otros proyectos
que fueron postergados sin razón aparente.
Con barullo político no sé quiénes ganan. Sí sé que pierde
nuestra gente.
Siempre creímos que nuestro pueblo está por encima de
cualquier interés. Podemos permitirnos un debate franco de cara
a la ciudadanía. Lo que no podemos es seguir postergando a
nuestros compatriotas cuando podemos avanzar en temas
cruciales para sus vidas.
Yo invito al pueblo argentino y a todas las fuerzas políticas a que
procuremos mirar hacia adelante.
Esto no lo arregla un presidente o una coalición de gobierno.
Estamos todos en un mismo barco que no puede naufragar.
Nadie se salva solo, diría el Papa Francisco.
Queremos seguir con la Argentina avanzando hacia un desarrollo
sostenido, potenciando la industria, redistribuyendo con equidad
los ingresos, ampliando derechos y cuidando el ambiente.
Queremos continuar con la expansión de la inversión pública y
dirigir los recursos del Estado, allí donde Argentina lo requiera.
Queremos aumentar las exportaciones y aumentar el consumo
interno.
Queremos más trabajo de calidad. Queremos seguir fortaleciendo
a nuestras Pymes que son las que generan 3 de cada 4 empleos.
Queremos profundizar las políticas de inclusión laboral.
Peleamos todos los días por una sociedad más igualitaria.
Debemos hacer realidad nuestra utopía de Justicia Social.
Venimos demostrando que podemos hacer crecer la economía
sin menguar derechos de los trabajadores. Es falso que para
crear trabajo o mejorar los ingresos deba retrocederse en
derechos.
En pocos meses los argentinos y argentinas podrán ejercer una
vez más su derecho a elegir al gobierno nacional y a sus
representantes en el Congreso. Previamente, podrán hacerlo en
algunas provincias para elegir a sus gobernadores y a sus
legisladores.
Otra contienda electoral en nuestra democracia de 40 años
ininterrumpidos.
Desde la responsabilidad que me cabe quiero convocar a todas
las fuerzas políticas y a nuestro pueblo para que vivamos este
proceso con todas nuestras convicciones y nuestras pasiones,
pero también con el debido respeto por todos y todas.
Debatamos la Argentina que queremos. Generemos el clima
político adecuado para que nuestro pueblo elija en libertad.
He conversado con los principales líderes del mundo. Estoy
convencido de que, en las reconfiguraciones políticas y
económicas a escala global que se están produciendo, la
Argentina tiene una gran oportunidad que no debemos
desaprovechar.
La oportunidad más evidente está en que el mundo necesita y
demanda aquello que la Argentina posee y produce.
Va a estar en nosotros, en la capacidad de todos los argentinos,
de todos los sectores económicos y sociales, y por supuesto, de
los diferentes sectores políticos, aprovecharlo.
Nosotros estamos dando pasos en ese sentido.
¿Alguien cree realmente qué tiene un futuro mejor si se imponen
políticas de ajuste, reducción de derechos y una mayor
concentración de ingresos? Esto ya se intentó y conocemos los
resultados. Hoy nos lo siguen proponiendo con el agravante de
que nos anuncian más rapidez y más profundidad.
Hay mucho tramo por recorrer. Pero eso sucederá si continúan
estas políticas que ponen en el centro al trabajo.
Hagamos realidad la Argentina que nos merecemos.
Cuando el 10 de diciembre culmine este mandato que el pueblo
me ha dado, podrán tener la certeza de que habrán tenido un
presidente que le puso el pecho a cada problema que enfrentó.
Que con aciertos y errores habrá puesto todo su esfuerzo en
encontrar salidas en el laberinto en el que la historia nos encerró.
Habrán tenido un presidente que honestamente todo lo entregó y
solo se llevó el enorme honor que me han dado de presidir los
destinos de esta Patria.
Hace cuarenta años, nuestra utopía fue la democracia.
Yo les propongo que nuestra utopía hoy sea la igualdad.
En el sur del mundo, en el continente más desigualdad del
mundo, asumamos ese propósito. En un mundo donde cuarenta
personas acumulan más riquezas que millones y millones, donde
algunos nacen condenados al hambre y el padecimiento donde
otros tienen la suerte de nacer con su vida resuelta, el verdadero
desafío, la verdadera revolución, es la búsqueda de la igualdad.
Construímos la democracia, vivimos en libertad, alcancemos la
igualdad.
Igualdad en la diversidad, en las diferencias, en el conflicto.
Igualdad que es en realidad equidad: un mundo donde cada
quien se desarrolle según sus circunstancias, pero donde todos y
todas tengan las mismas oportunidades.
En un mundo desigual, injusto, desventajoso que oprime a
algunos, que los deja al lado del camino como el descarte de las
sociedades no puede haber libertad ni paz verdadera.
¿De qué clase, de qué tenor es esa Libertad donde algunos
son menos iguales que otros, donde algunos no tienen para
comer?
Para nosotros gobernar es generar igualdad.
Terminemos de una vez con las cadenas de desigualdad que
condenan a muchos de nuestros compatriotas. Esas cadenas
que articulan clase social, pertenencias, identidades, género,
raza. Esas cadenas históricas que debemos romper de una vez y
para siempre. Porque la democracia es hacer por el otro, sobre
todo por los que menos tienen. La democracia es un proceso de
trabajo constante, de invención de derechos, de eliminación de
privilegios.
Los invito a dar vuelta la página del tremendismo y el desánimo,
a encarar con coraje los grandes desafíos de nuestro futuro como
país. A arremangarse y trabajar, a poner cabeza y corazón en
nuestro futuro común.
Quiero invitarlos a un compromiso con la patria. A cada
funcionario público, a cada legislador y legisladora, a cada
miembro de los poderes del Estado, así como a cada trabajador,
trabajadora, ciudadanos y ciudadanas. Es hora de dejar de lado
las mezquindades, las pequeñas rencillas, los narcisismos.
Quiero invitarlos a un compromiso de trabajo serio y cotidiano
con nuestro país. No podemos quedarnos esperando que el
mundo nos ayude. La Argentina debe ayudarse a sí misma. Y
debemos ayudarnos entre nosotros, como un gran equipo.
Argentina es un gran país. Creamos en Argentina, creamos en
nosotros mismos.
El mundo está en un momento bisagra, vivimos un tiempo liminal.
La moneda está en el aire. Es hora de ser artificies de nuestro
propio destino.
Para terminar esta sesión, les pido me permitan contarles esta
historia.
Hoy nos acompaña Belén.
Ella tiene 35 años y es madre soltera de tres hijos de 13, 11 y 7
años. Vive en el barrio Cristo Rey de La Plata.
Ahí, en ese barrio popular, trabaja como asistente de electricista
en la Cooperativa Auge que busca resolver los problemas de
instalaciones en las viviendas de sus vecinos.
Belén fue víctima de violencia de género y había perdido su
trabajo por las condiciones físicas y emocionales en las que iba a
cumplir su tarea.
A partir de entonces solo pudo tener trabajos inestables. Pero
aún así, en esas condiciones, sus hijos jamás dejaron de ir a la
escuela.
Desde que comenzó este trabajo en noviembre último la vida le
cambió. Tiene estabilidad, un sueldo digno, recibe la ayuda de la
cooperativa y está cerca de sus hijos.
Hoy Belén tiene trabajo gracias a una cooperativa que se creó
bajo el programa Obras Tempranas de la Secretaría de
Integración Social y Urbana del Ministerio de Desarrollo Social.
¿Pero saben cómo se financió esa política?
Se financió a través de la Ley de Aporte Solidario y Extraordinario
que este mismo Congreso ha votado.
Senadores, senadores, diputados, diputadas, pueblo de mi patria.
Cuando discutimos grandes fortunas lo que estamos
discutiendo es más igualdad.
Porque solo a través de la igualdad, de crear las condiciones
materiales para que todas y todos puedan tener las mismas
oportunidades es que un país crece y progresa.
Lo digo y lo repito: la verdadera libertad nace de la igualdad.
Dicho ello, declaro inaugurado el 141º PERÍODO DE SESIONES
ORDINARIAS DEL CONGRESO DE LA NACIÓN.
Muchas gracias a todos y todas”.