Boleta electrónica, un debate que no se termina
Columna por Gustavo Dongo
La Boleta Única Electrónica (BUE), estuvo la última parte del año en el eje del debate de las reformas políticas que se plantean a nivel nacional, y ha generado una suerte de batalla cultural y técnica que no termina de dirimirse.
Si nos paramos específicamente en el ala técnica del debate, están los que apoyan la modernización de la elección en cuanto a rapidez de sufragio y recuento, y por el otro lado los retractores de esta metodología se apoyan en la seguridad de la herramienta.
Los gobiernos que lo adquirieron (es el caso de SALTA), afirman que el sistema de votación sí constituye un sistema auditable, verificable y seguro, argumentando que las computadoras utilizadas no funcionan como urna electrónica, y la validez del acto se funda en las boletas, que contienen el voto impreso para el control del elector. El acto en todo momento es transparente y puede ser controlado por una persona sin conocimientos específicos.
Mientras que quienes no lo consideran como un sistema seguro, ya que al utilizar computadoras se entra en la categoría de herramientas hackeables con desconfianza sobre el código fuente que no es público. Por el desconocimiento del código fuente creció la sospecha de que se podía modificar el voto con un Smartphone.
Lo cierto es que en las ocho elecciones que se utilizó en la Provincia de Salta, no se ha encontrado diferencia alguna entre el escrutinio provisorio (recuento de chips) y el escrutinio definitivo. Se ha dicho que este sistema, especialmente desarrollado para Argentina, evita los casos típicos de fraude electoral, facilita la fiscalización, da mayor rapidez y transparencia al acto eleccionario, beneficia a los partidos minoritarios y da rapidez al recuento de votos, pudiéndose realizar en pocas horas.
Pero qué mejor que conocer las voces de quienes han participado de la instrumentación de esta herramienta y conocen en detalle su uso; para ello, el ingeniero Luis Papagni, nos comparte parte de un trabajo que viene realizando el ateneo del cual es miembro, ACTIBA -Ateneo en Comunicaciones y Tecnología de la Información de Buenos Aires- donde se cruza a dos referentes que levantan distintas banderas a favor y en contra del tema; por un lado el Subsecretario de Proyectos y Sistemas en Gobierno de la Provincia de Salta, Marcos Kabala y por el otro Diogenes Moreira, Subdirector General de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI).
¿Cómo puede garantizarse la fidelidad del voto?
MK. A través del medio papel qué es donde queda impreso y totalmente legible.
DM. En principio lo que la BUE propone es el control por parte del ciudadano a través de la lectura de lo que grabó y la coherencia con lo que se imprime, antes de guardar el voto en la urna, que debe hacerse doblado, para que el mismo no pueda ser leído en forma remota (la boleta tiene partes metalizadas para proteger el chip cuando se guarda en la urna). Claro que esto es válido, si no hay dolo en el versión de software que está instalado en la maquina al momento de control, es decir no debe existir el efecto Volkswagen, también debería garantizarse que no existe modificación ni en el software, ni el hardware, desde origen hasta el final de la votación. Por otra parte en el caso de ser requerida una auditoria expost, no sólo deben resguardarse los votos, sino también las máquinas de cada mesa, para una posterior eventual pericia.
¿Qué elementos permiten al elector sin conocimientos técnicos auditar su voto?
MK. El elector en todo momento puede auditar su voto, primero corroborando en la impresión del voto en papel y luego acercando el voto al lector de la maquina donde este visualiza el mismo. Pero por sobre todas las cosas una persona sin ningún conocimiento técnico puede auditar su voto verificando la impresión.
DM. Ídem anterior, más allá de eso, ninguno solo la impresión y el control de la lectura. La seguridad que plantea MSA, es por Oscuridad, es decir no se controla, solo se confía que está todo bien.
De un sistema de votación, el ciudadano común espera que sea seguro, auditable, secreto. ¿Cómo se posiciona el voto electrónico frente a estos requisitos?
MK. En cuanto a seguridad al elector le permite tener la seguridad de contar con toda la oferta electoral sin preocuparse por la boleta de su partido, que falte o que fiscales de otros partidos realicen prácticas de la vieja política. Es auditable 100% ya que el voto está impreso y es lo que tiene validez en el escrutinio definitivo. Y en cuanto al secreto, es importante destacar que si la persona que realiza el voto no cuenta con dispositivos mal intencionados para registrar el mismo, y procediendo a realizar el doblado de su voto, se mantendría el secreto ya que la boleta cuenta en su adverso una pequeña placa que imposibilita poder hacer la lectura del chip, quedando en resguardo del presidente de mesa y los fiscales de los partidos en la urna tradicional.
DM. En el caso de BUE, está muy mal posicionado.
Secreto. Se ha demostrado, con una demo en el plenario de comisiones de Senadores, que mediante radiorreceptor estándar y bajo ciertas condiciones, se puede leer el voto al momento de la selección del votante. Si existiera dolo en el software también se vulnera el secreto en la impresión, como también se demostró. Cualquier sistema que intervenga en el momento de la selección del votante es un riesgo para el secreto.
Seguro. La seguridad del voto electrónico, es infinitamente más endeble que el voto tradicional, dado que existen elementos tecnológicos, que intrínsecamente son inseguros. Un sistema se testea en una suerte de condiciones, tanto de ingreso como de contexto y la seguridad que se puede dar es dentro de ese conjunto de variables. Se ha demostrado que los votos se pueden borrar, es decir inutilizar el chip, con un pulso electromagnético. La impresión al ser térmica, puede ser alterada o borroneada con magnetismo o calor.
Auditable. Para poder auditar el proceso electoral, se debe tener acceso tanto a los códigos fuentes como a los diseños de cada uno de los componentes de las máquinas y auditar los procesos. Como dicen por ahí, es fácil esconder un aguja en un pajar, lo difícil es encontrarla, y si a esto le sumamos que los dispositivos no tienen que tener memoria, la auditoria es hace difícil, y por qué no, imposible. Nuevamente el planteo de MSA es que la auditoria es innecesaria, dado que nadie, excepto MSA conoce lo que pasa en las maquinas.
¿Cuál es el rol de las autoridades de mesa y fiscales a la hora del recuento de votos en cada mesa?
MK. Es importante que tanto autoridades de mesa como fiscales estén capacitados en el manejo del sistema BUE. Al momento de realizar el procedimiento de recuento de votos, y los procedimientos para realizar los mismos.
DM. Como siempre, es el recuento y control de los votos realizados, en este sentido el BUE no incluye ninguna innovación, solo le brinda una herramienta de conteo de los votos a las autoridades de mesa. Para ello el presidente de mesa cuenta con una tarjeta que cambia de modo la máquina, de emisión de votos a modo recuento y posterior trasmisión de resultados.
¿Cuáles son las principales fortalezas de la BUE?
MK. En primer lugar se encuentran todas las boletas y se evitan prácticas de la vieja política como el robo de boletas. Favorece a los partidos que no poseen gran cantidad de fiscales y la rapidez del escrutinio provisorio.
DM. Los defensores del BUE hablan de su velocidad de emisión del voto y posterior recuento. Esta afirmación es objetable, dado que no se puede comparar en una situación real. De hecho se habla de menos colas en los medios, pero por otro lado hay experiencia de gente que necesita asistencia para emitir el voto, tanto por problemas tecnológicos, como la complejidad de la interfaz.
¿Cuales las principales debilidades de la BUE?
MK. La conectividad de todos los establecimientos educativos para poder hacer el envío de la información, y la capacitación constante a todos los ciudadanos de cómo realizar el voto, es muy importante realizar campañas de cómo votar en el nuevo sistema y sobre todo realizarlo de forma progresiva, como todo sistema, la implementación con el usuario final es clave para su éxito.
DM Debilidad de la implementación del RFID (el chip de la boleta).
Restricción de las posibilidades de control con respecto al papel.
Problemas en la implementación, de hecho hubo un cambio significativo en líneas de código entre la versión utilizada en las ultimas paso de CABA y la versión que dio como ganador a Larreta, hacen invalidas las auditoria realizadas por la UBA y el ITBA, las cuales se realizaron sobre la primera versión
¿No se convierte en un sistema sólo auditable por un conjunto mínimo de ciudadanos (técnicos informáticos)?
MK. Esto solo sería así si fuese 100% digital, pero nuevamente, el voto queda impreso y es lo que tiene validez, el chip solo es para el recuento provisorio, y luego puede ser corroborado con el escrutinio definitivo en el que sólo se toma el papel.
DM. Pero aún, solo auditable por expertos en seguridad informática, no nos olvidemos que no todos los informáticos tienen los conocimientos en el total de tecnologías utilizadas en el BUE.
¿Cuáles son los requerimientos del lugar de votación para implementar la BUE?
MK. En primer lugar debe tener conectividad y buenas instalaciones eléctricas. Más allá de que las máquinas tienen UPS incorporadas que podrían funcionar hasta dos horas sin alimentación.
DM. Tiene que tener luz eléctrica e Internet para transmitir los resultados, por otra parte con el BUE, se elimina el cuarto oscuro, dado que se debe controlar, la integridad de las máquinas de votación, que esta no sea alterada. Vulnerando así el derecho de privacidad.
Costos de implementación
MK. Los costos de implantación son menores que las tradicionales impresiones de todos los partidos políticos. Cada partido político debe imprimir hasta diez veces la cantidad de habitantes habilitados para realizar el voto.
DM. MSA se negó de dar el costo en el plenario de comisiones del Senado de la Nación, los números informales que se manejas son $0.85 dólares por boleta y unos $20.000 dólares por cada máquina. Estaríamos hablando de 400 millones de dólares solo de hardware y boletas. A esto habría que sumarles lo costos técnicos para el mantenimiento y distribución en todo el país del equipamiento.
¿Qué capacitación técnica será necesaria para las nuevas autoridades de mesa?
MK. Las mismas deben ser capacitadas en el manejo de la maquina como en los procedimientos de funcionamiento normales y con fallas para que pueda actuar o discernir lo que se requiere.
DM. No es mucha, solo la operación del sistema, no se tiene que tener conocimiento informático, dado que los componentes y su control está completamente vedados a las autoridades de mesa, ante un problema siempre deben recurrir al técnico de la empresa para solucionarlo. Con el BUE el control ciudadano es casi nulo.
¿En qué se diferencia el modelo de voto electrónico nacional respecto al de los países que lo abandonaron?
MK. En los países que se abandonó este sistema es 100% electrónico y no cuenta con un soporte papel que lo respalde.
DM. La gran diferencia está en el almacenamiento del voto (la boleta), no en la máquina. De todas maneras los argumentos de los países para abandonar el voto electrónico, no son el almacenamiento, sino la distancia de cualquier ciudadano con los medios de emisión del sufragio.