El cargado discurso presidencial del pasado lunes en el Centro Cultural Kirchner (CCK) apuntó a reformas en varias áreas. Una de ellas fue la Justicia y no tardaron en aparecen voces en contra de que haya cambios en un sistema cuestionado.

Quien sorprendió con sus críticas fue Claudio Bonadío, que señaló que el mandatario "partió de la discusión de las vacaciones de 45 días y de una licencia con goce de sueldo de dos años que yo no sé dónde está. Si ese es el punto de partida para una discusión, empezamos mal".

Además, el juez que investiga a Cristina Fernández de Kirchner en la causa relacionada al atentado a la AMIA y a la que se la acusa de "traición a la patria" tras la firma del memorándum con Irán, dijo que "tenemos dificultades logísticas, de espacio, por ejemplo, pero para balancear tenemos el elemento humano que trabaja en Comodoro Py y en el Ministerio Público Fiscal que permiten, con esfuerzo personal, zanjar las dificultades". Y agregó: "Necesitamos gente seria para plantear soluciones serias a la sociedad".

Luego, añadió que "no tengo problema que me den la licencia que me corresponde por ley de contrato de trabajo, el problema lo van a tener los abogados cuando no se puedan ir de vacaciones nunca porque un juez les pone una audiencia. Sólo los grandes estudios con rotación de personal van a poder tomarse vacaciones y los demás si quieren vacaciones van a tener que ponerse una verdulería".

Finalmente, el Juez sostuvo que, por el sistema judicial, la lista de los que cobraron coimas en el caso Odebrecht "no apareció y no aparecerá" porque "los sistemas judiciales entre Brasil y Argentina no son compatibles".