Mientras las miradas ya apuntan -desde ambos lados de la grieta- hacia 2023, múltiples figuras ya empiezan a sentar definiciones. Uno de los nombres que ahora decidió blanquear sus metas fue Jorge Capitanich, quien dejó saber que se bajará de la aspiración a una candidatura presidencial el año próximo.

Si bien el gobernador chaqueño era uno de los cuadros del peronismo que empezaba a sonar fuerte para anotarse en la carrera electoral venidera, esta semana afirmó que el año próximo se limitará a “priorizar la provincia”, mensaje que llega en un momento clave para las disputas internas del oficialismo.

“Objetivamente no están dadas las condiciones para un escenario de esa naturaleza, y lo que planteo es trabajar en el escenario provincial”, dijo Capitanich días atrás en declaraciones al Diario Norte. De este modo, el gobernador tacha su nombre y despeja el camino para el eventual escenario del año próximo.

La situación es compleja para el Frente de Todos. La intensidad de la pelea entre el kirchnerismo y la cúpula de Alberto Fernández mantiene en vilo a todo el abanico peronista desde hace meses y todas las figuras parecen mirar con pudor el escenario de 2023. En medio de una pelea que, hasta el momento, no da señales de haber terminado del todo, nadie quiere aventurarse a quedar mal parado de un lado ni del otro de la grieta interna del oficialismo.

En ese marco, Capitanich acomodó sus fichas en el pago propio. “Pensé en un esquema donde exista un Frente de Todos con organización, agenda y debate interno, consenso para tener un plan antiinflacionario porque eso limita cualquier posibilidad objetiva en cualquier elección, y esos elementos no se dieron. Si la crisis te va consumiendo variables, lo más importante es abocarse donde uno puede tener la mayor cantidad de variables controladas”, explicó el mandatario del norte en relación a los elementos que lo motivaron a dar el paso al costado de la aspiración electoral nacional.