CFK: de la “proscripción” de la candidatura a gran electora del peronismo
La vicepresidenta confirmó que no será candidata a nada pero que su decisión no se trató de un renunciamiento, y que la condena fue “una proscripción”. En su primera aparición pública desde el descargo post-fallo, habló como la gran electora interna del peronismo.
“No, no se trata de eso, no sean malos: escúchenme”, pidió Cristina Kirchner a los militantes y dirigentes que colmaron este martes el flamante Polideportivo Municipal "Diego Armando Maradona", en Villa Corina, Avellaneda, y que a poco de empezar el discurso ya cantaban “Presidenta, Cristina presidenta”. El disparador del cantito-clamor había sido una frase en alusión a su última aparición pública, a principios de diciembre, luego del fallo que la condenó a 16 años de prisión y la inhabilitó a ejercer cargos públicos de por vida: “No fue un renunciamiento, hablemos claro”. Esas palabras en boca de la vice fueron suficientes para despertar una ilusión pasajera, que ella misma se ocupó en ahogar enseguida. “Lo que quiero decir es que fui tergiversada. Ni renunciamiento ni autoexclusión, que quede claro: lo que sufrí fue un fallo proscriptivo”, lanzó.
Pese a la decepción, el público volvió a aplaudir, como siempre, y el clamor esta vez se sintió de otro modo: los aplausos sonaron a la confirmación de que CFK, ya no candidata y fuera de las instituciones a partir de 2023, será la ordenadora y conductora del peronismo de cara a las próximas elecciones, y más allá también. Y la militancia y la dirigencia más cercana, que le tiene guardado el lugar que ella quiera y decida, demostró que volverá a acompañarla y a seguir el camino que señale.
Por eso, el acto de este martes, el primero desde que recibiera la condena que la proscribiera y el último de un año enrarecido, intento de magnicidio incluído, tuvo la relevancia de casi confirmar las intenciones del núcleo duro para la próxima campaña: Cristina ya no será la candidata del Frente de Todos, sino la gran electora interna.
“Yo ya lo vengo diciendo: no es contra mí, es contra todo el peronismo”, dijo la vice respecto de la persecución judicial y agregó, en la misma línea, que su decisión de no estar “en ninguna boleta, ni como candidata a presidenta ni como candidata a senadora”, tal como lo anunciara post-condena, fue para “proteger al peronismo de ir a las elecciones con una candidata que estuviese condenada”. El mensaje político, otra vez, fue recibido con aplausos.
“El único renunciamiento en la historia del peronismo fue el de Eva Perón”, siguió y dió por hecho que su decisión de estar por fuera de las listas fue obligada. “Ni renunciamiento ni autoexclusión: hay proscripción”, dijo. “Además, ya lo tenían planeado para 2019, con una precisión electoral quirúrgica”, agregó, y reveló que evitó una situación similar en mayo de ese año cuando anunció que iría como vice de la fórmula presidencial que encabezaría Alberto Fernández y ganaría las elecciones de aquél año.
Las referencias históricas al peronismo y a su situación siguieron con una conciencia de fechas históricas: "El 9 de marzo van a leer los fundamentos y el 9 de marzo de 1956 en el Boletín Oficial se publica el decreto 41/61, por el cual se prohibía decir las palabras 'Perón', 'Evita' y cantar la Marcha Peronista", dijo.
Respecto del fallo “proscriptivo”, dijo: "Lo que hicieron fue armar un juicio con denuncias, con una cronología electoral casi quirúrgica. Luego de un juicio armado de tres años, decidieron que el juicio oral en que me iban a sentar en el banquillo de acusados era el 21 de mayo de 2019. Quince días exactos antes de que cerraran los plazos electorales para armar los frentes electorales donde se disputará la Presidencia de la Nación. Tres días antes yo desarticulé esa maniobra cuando anuncié que íbamos a un frente con quien hoy es presidente de la República Argentina".
La vice compartió escenario con el gobernador Axel Kicillof y el intendente local, Jorge Ferraresi. En las primeras filas estuvieron el secretario de organización de la Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, entre otros.
En línea con sus últimos pronunciamientos, también hubo dardos para la corporación judicial, especialmente para la cautelar de la Corte que elevó a 2,95 el porcentaje de coparticipación porteño. “Hubo una ley del Congreso a la que la Corte hizo caso omiso”, dijo en referencia a la norma de fines de 2020 que había reducido ese porcentaje al 1,4.
"Esto puede parecer una discusión entre políticos. Pero ese partido judicial influye en la calidad de vida de los ciudadanos. Hay que despabilarse. Cuando te arrancan la cabeza con la factura del celular, internet, cable, es porque hubo un juez que dictó un Amparo para que no sean servicio público. Lo mismo pasó con las prepagas", cerró.