Este jueves, una fuerte polémica sacudió a las Fuerzas Armadas y dejó secuelas en las filas de máxima jerarquía del cuerpo militar de la Nación. El escándalo se destapó esta tarde, cuando el ministerio de Defensa decidió echar al jefe de la Fuerza Aérea en medio de fuertes acusaciones por presunto abuso y acoso, a lo que se había agregado el “uso indebido de aeronaves de la institución con fines particulares”. Junto al desplazamiento, el Gobierno ordenó avanzar con “todas las acciones legales necesarias” para esclarecer los hechos.

Así lo comunicó más temprano la cartera de Defensa que comanda Luis Petri. El área ya se había visto inmersa en una fuerte controversia este miércoles, cuando se conoció que preparaba la compra de más de 100 vehículos de guerra por una cifra multimillonaria y en dólares. Pues bien: pasado el mediodía de hoy, las Fuerzas Armadas volvieron a situarse en el ojo de la tormenta, esta vez por el despido repentino del Brigadier Fernando Mengo, jefe de la Fuerza Aérea.

El dirigente militar fue “relevado” de sus funciones a raíz de “hechos que ponen de manifiesto el uso indebido de aeronaves de la institución con fines particulares, lo que implica una grave violación de la normativa que rige el manejo de los bienes públicos y de las responsabilidades inherentes de su cargo”. Junto a ello, el ministerio advirtió haber “tomado conocimiento de presuntos hechos de acoso y/o abuso que habrían sido protagonizados por el Brigadier, lo que constituye una falta gravísima e inadmisible”.

Ante ello, Petri, quien rubricó la misiva, informó: “He instruido el inicio de todas las acciones legales y administrativas necesarias para que se investigue estos hechos, determine responsabilidades y garantice que quienes hayan incurrido en ellas reciban las sanciones que corresponden por la gravedad de su accionar. En este Gobierno no hay ni habrá tolerancia para el abuso de poder, la corrupción ni las conductas que mancillen la integridad de las personas o la confianza de la ciudadanía en nuestras instituciones”.