Educación y doble discurso PRO: por cada docente vacunado en CABA hay mil docentes vacunados en Provincia
CABA fue el primer distrito en comenzar las clases y el último en comenzar a vacunar a sus docentes. Los contrastes con la Provincia, donde ya hay más de 130 mil docentes vacunados. Las 17 mil vacunas para docentes que se destinaron a otros usos
El PRO eligió, desde principios de este año, la vuelta a clases como una de sus banderas en la lucha permanente por desgastar al Gobierno nacional. Referentes y dirigentes se pasearon por los medios de comunicación hablando de la necesidad de volver a las aulas, y lo negativo que había sido para los estudiantes el 2020 sin presencialidad. Hasta el mismísimo Mauricio Macri lanzó a fines de enero su propia ONG con foco en la educación como uno de sus movimientos de retorno a la escena política, y señaló que “el daño causado sobre los alumnos” por el cierre de las escuelas en pandemia era “imperdonable y tal vez irreparable”.
Pero lo cierto que en el principal distrito que gobierna el PRO, la Ciudad de Buenos Aires, los esfuerzos para que la vuelta a clases sea algo más que un discurso de marketing político están dejando bastante que desear. Y la principal muestra de esto está siendo el tardío, insuficiente e ineficiente plan de vacunación para docentes. A diferencia de la Provincia de Buenos Aires, donde desde principios de febrero se comenzó a vacunar a docentes con factores de riesgo, en la CABA recién este miércoles comenzó el plan de vacunación para personal del sistema educativo, que no fue considerado como uno de los primeros grupos prioritarios.
La diferencia está en los números, que hablan por sí solos. En conversación con Diagonales, Roberto Baradel, Secretario General de SUTEBA, afirmó que en la provincia de Buenos Aires “de 360 mil inscriptos en la aplicación, entre docentes y auxiliares, ya se vacunaron más de 160 mil, de los cuales más del 80% son docentes”. Por su parte, el Secretario General Adjunto de UTE, Eduardo López, calificó como “pésimo, pésimo, pésimo” el plan de vacunación a docentes en la CABA, en una entrevista este viernes con Daniel Tognetti. López agregó que “por cada docente porteño se vacunaron mil docentes bonaerenses. Vacunaron (en CABA) el primer día a 130 docentes y en PBA van 130 mil docentes vacunados”.
La provincia de Buenos Aires comenzó el plan de vacunación a docentes a principios del mes pasado, plan que se masificó a mediados de febrero con la llegada de las vacunas Covishield, y se terminó de potenciar con las chinas Sinopharm. El porcentaje de personal que ya fue inoculado representa “aproximadamente un 40% del sistema educativo en PBA” señaló Baradel, y agregó que las perspectivas “dependen de la cantidad de vacunas que lleguen, pero por cómo se fue incrementando el ritmo de vacunación, en la provincia de Buenos Aires, entre lo que queda de marzo y abril se podría vacunar a todos los docentes”.
La Ciudad de Buenos Aires, por su parte, ubicó al personal del sistema educativo en una cuarta categoría dentro del plan general de vacunación, dentro del grupo denominado “personal estratégico”, antes del cual priorizó a otros tres grupos: personal de salud, adultos mayores de 70 años y personas que viven en residencias de la tercera edad, y adultos mayores de 60 años. Esto hizo que la vacunación comenzara recién este miércoles, pero de los 1280 vacunados en el primer día solo un puñado fueron docentes, ya que dentro del personal del sistema educativo también hubo una jerarquización que comienza con el personal de dirección y gestión, sigue con el personal de supervisión, para recién después de esto llegar a los docentes.
En el marco de este orden de prioridades del Gobierno de la CABA, esta semana se conoció que ya ascienden a unos 300 los contagios en instituciones educativas de la Ciudad. Así lo expresó Eduardo López: “la Ciudad de Buenos Aires es la ciudad que empezó antes las clases, que más contagiados tiene, ya hay 200 maestras contagiadas, 50 alumnos contagiados, 50 no docentes contagiados (...) y es la última jurisdicción que empezó a vacunar, ¿qué más quieren hacer? Tienen otros valores”. El dirigente de UTE agregó además que “no hay demora en la CABA, lo que hay es “no encuentro 17.000 vacunas”. Trotta le dio a Quirós 33.000 vacunas para los docentes, como se le dio a cada Gobernador. ¿Qué hizo Quirós? dijo van 16.000 para los maestros, las otras van para otros sectores estratégicos. Entonces faltan 17.000 mil de las 33.000”.
Pero los problemas no solo tienen que ver con la cantidad de vacunas, sino también con la logística. En una especie de reedición del papelón del martes, en el que la ciudad expuso a miles de adultos mayores a largas horas de espera bajo el ardiente sol y de pie para acceder a los turnos que tenían prefijados para vacunarse, este viernes decenas de docentes tuvieron pasar una situación similar. Citados a vacunarse a las 7:45 en la sede del club Atlanta, tuvieron que esperar hasta pasadas las 10 de la mañana porque las vacunas no habían llegado a horario. “Juegan con la gente, que deja de ir a las escuelas para vacunarse y no están las vacunas. No pueden organizar una fila y se le caen todos los sistemas” declaró por esas horas Eduardo López. Y agregó: “¿dónde está Quirós? Que larguen el micrófono y vayan a Atlanta y a recoleta. Ya descansaron. Que piense que las maestras son como los clientes de las prepagas. Que las atienda bien, porque le dan clases a sus hijos, y a los hijos de todos los porteños y porteñas, y las maltrataron todo el verano”.
En el centro de la cuestión, está la decisión política de sostener la presencialidad en la educación, pero no solo con discursos rimbombantes en los medios y frases marketineras, sino con acciones que respalden el deseo que los estudiantes sigan en las aulas. No resulta extraño, sin embargo, el proceder del Gobierno porteño, que ya en noviembre del año pasado dejó bien claro la consideración que tiene de su planta docente en las violentas declaraciones de su Ministra de Educación, Soledad Acuña. Consultado por Diagonales sobre cuál sería hoy el escenario en la Provincia si no gobernara el FdT, Roberto Baradel expresó: “Si Vidal fuera Gobernadora todavía estaríamos esperando que vacunen a los docentes, estaríamos como en Capital”. Por el contrario, rescató la iniciativa de Axel Kicillof para que la vacunación docente en la Provincia sea hoy un ejemplo en el país: “El Gobernador Kicillof tomó la decisión de vacunar a los docentes hace un mes y medio. Se viene trabajando a un ritmo que va creciendo y se está logrando una vacunación masiva”.
En cuanto a la relación actual entre el sindicalismo del sector educativo con el Gobierno bonaerense y su comparación con los tiempos de María Eugenia Vidal, Baradel dijo que “es diametralmente opuesta la relación que tenemos, y la consideración que tiene el Gobernador con respecto a los docentes de la que tenía Vidal. Ella nos consideraba parte del problema, y Kicillof nos considera parte de la solución”. Y agregó que “Vidal tenía una concepción contraria a la educación pública, como manifestó cuando dijo que no era justo que el Estado invierta en universidades para los pobres que nunca van a ir a la universidad, o no invirtiendo en infraestructura escolar, lo que llevó a la explosión de la escuela Nº 69 en Moreno. Axel Kicillof hace todo lo contrario, reivindica el trabajo de los docentes, lo reconoce, convoca al diálogo a las organizaciones sindicales, discute en el marco de ese diálogo las paritarias sin necesidad que nosotros tengamos que confrontar, porque escucha los reclamos. Hay un ida y vuelta permanente e importante en el sistema educativo, todo lo contrario a lo que hizo Vidal”.
Detrás de las bambalinas de los estudios de TV y de las operaciones en redes sociales, el PRO no demuestra una real preocupación por la educación, más bien lo contrario. Pareciera alcanzarle, en un año electoral, con instalarse mediáticamente como una fuerza comprometida con el desarrollo de las clases presenciales, independientemente que los y las docentes en su principal distrito apenas estén recibiendo la vacuna, principal insumo para que las clases puedan continuar con normalidad. Un doble discurso en el cual la fuerza política de Macri y Larreta sabe desenvolverse con soltura, y que ya lo llevó a gobernar el país prometiendo “pobreza cero” y dejando a los argentinos y argentinas en la lona.