Las políticas de ajuste y liberalización económica empiezan a mostrar sus primeros resultados: un crecimiento récord de la desigualdad en Argentina. El INDEC reveló que el coeficiente Gini, el indicador que calcula la desigualdad en la distribución de la riqueza, creció considerablemente en y fue de 0,467 en el primer trimestre de 2024. 

En el mismo período de 2023, el coeficiente Gini fue de 0,446 y aunque a simple vista el aumento puede no parecer muy alto, el número significa que el ingreso de las familias más ricas del país es ahora 15 veces mayor al de los hogares más pobres.

El valor actual del indicador alcanzó entonces un nivel récord en la historia reciente del país sólo superado por los índices previos al estallido social de 2001. La desigualdad registrada en los primeros meses 2024 es mayor incluso que los registrados durante el gobierno de Mauricio Macri y el punto más crítico de la pandemia en 2020 durante la gestión de Alberto Fernández; dos momentos de fuerte crecimiento de la brecha entre ricos y pobres.

La desigualdad en la distribución de la riqueza es medida por el INDEC desde 1974 y desde entonces, la tendencia general ha sido ascendente aunque tuvo variaciones durante los diferentes gobiernos. 

En 1974, el coeficiente Gini había sido de 0,36 y en el 2000 escaló a 0,51. Sin embargo, desde ese momento, el índice mejoró hasta alcanzar 0,364 en el primer trimestre de 2015 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. 

Luego, con la llegada de Mauricio Macri y un regreso a las políticas neoliberales, la desigualdad social volvió a crecer y alcanzó un valor máximo de 0,451 durante el tercer trimestre de 2016. Ese número se repitió en plena pandemia, en el segundo trimestre de 2020 bajo la administración de Alberto Fernández.

En el primer trimestre del año, la pobreza alcanzó al 55% de la población, el nivel más alto desde 2002 y la desocupación trepó a 7,7%; estos indicadores impactan directamente sobre la brecha entre ricos y pobres y no hacen otra cosa que ampliarla. Con la llegada de Javier Milei a Casa Rosada, la desigualdad social alcanzó el punto más alto de los últimos 16 años.