Hasta hace un mes, el presidente Javier Milei consideraba a su par de Ucrania Volodimir Zelensky como un “amigo”. Sin embargo, en la política nada es invariable, y la ultrapartidaria y sobreideologizada gestión internacional de La Libertad Avanza (LLA) hoy probó justamente eso cuando, en el afán de querer imitar al Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, decidió que la Argentina no apoye una iniciativa para que Rusia se retire “de inmediato” del país limítrofe en el segundo aniversario del inicio del conflicto bélico.

Contra todo pronóstico, este lunes los representantes de la administración libertaria en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votaron en el mismo sentido que los “comunistas” de Cuba y Brasil. De hecho, con su abstención, Milei benefició directamente a la Rusia de Vladímir Putin, al tiempo que rompió con países como Italia y Ucrania, con los que ha presumido compartir la misma agenda diplomática. Pero todo cambió con la llegada de Trump a la Casa Blanca, y el “perro faldero” argentino lo sabe.

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Es por eso que, al momento de expresarse sobre la resolución que reclamaba la salida “de inmediato y sin conflicto” de las tropas soviéticas del territorio invadido hace exactamente dos años, el Gobierno de LLA ordenó ser uno de los 65 países en abstenerse. La iniciativa terminó siendo aprobada con 93 apoyos y 18 rechazos, mas el precedente quedó sentado: para la gestión de Milei no hay principio más inquebrantable que seguir la voluntad de los Estados Unidos ni aliado más prioritario que Trump, que esta semana llamó “dictador” al mandatario ucraniano y se muestra cada vez más afín a Rusia.

Por consiguiente, no importa si el trato implica dejar de lado a Zelensky, que hasta hace muy poco era “amigo” del líder libertario, o si conlleva ayudar a Rusia en el escenario más destacado de la política global. Tampoco es relevante si lo que estaba en juego era la postura argentina sobre una de las escaladas bélicas más urgentes de los últimos años. Ni resulta significativo que el propio Milei se haya manifestado mil y una veces por Ucrania: este lunes, ante la vista del mundo, la Argentina se encolumnó detrás de Estados Unidos y le tendió la mano a Trump y, por consiguiente, a Putin.