El “fenómeno Milei” comenzó a cobrar fuerza en el contexto electoral del 2021 y con un actor muy marcado en el que hizo pie: un sector de la juventud, principalmente varones de los grandes centros urbanos. En apenas unos años el maremoto desbordó todas las barreras y ubicó al libertario como el candidato presidencial más votado en las PASO del 13 de agosto y con serias chances de convertirse en el próximo presidente argentino.

En ese período, muchas de las cuestiones que generaban un campo fértil para que la juventud se sintiera atraída por la propuesta y la estética rupturista de Milei, lejos de solucionarse, se agravaron. Poner el foco en algunas de esas cuestiones aparece como un esfuerzo necesario para comprender desde dónde cobra una de sus principales fortalezas la figura que está moviendo el centro de gravedad sobre el que orbita el sistema político argentino.

La consultora Taquion realiza frecuentes estudios en torno a la juventud y sus percepciones. A fines de julio y cerca de las PASO, una consulta a 2000 jóvenes de entre 18 y 30 años de todo el país arrojó resultados que de alguna manera podían prefigurar algo de lo que se vería el domingo 13 de agosto. El primer dato que plasmó el estudio fue definido por la consultora como un mix entre “desconexión y preocupación” de los jóvenes de cara a la política.

Empleo, estabilidad y política: claves del voto joven a Milei

JUVENTUD Y POLÍTICA

Si en su época de esplendor, hace una década, el kirchnerismo hizo una de sus principales banderas a la militancia juvenil, hoy por hoy sólo 1 de cada 10 jóvenes dice militar políticamente en alguna organización. Aún el peronismo mantiene su preponderancia en ese aspecto, ya que entre quienes respondieron que militan en política el 42% se definió como votante de Unión por la Patria.

La consulta, realizada en forma online y por redes sociales, hizo foco también en la percepción de los jóvenes en relación a los políticos que intentaron colonizar Tik Tok con challegens y subiéndose a tendencias en el último tramo de la campaña. Un 34% de los consultados afirmó sentir vergüenza al ver a políticos intentando captar las tendencias de los jóvenes en las redes. Otro 29% expresó sentir indiferencia, un 10% se inclinó por la incertidumbre, otro 6,5% dijo sentir bronca y un 3% tristeza. En forma positiva respondió un 11% que manifestó sentir interés, un 3,3% que se inclinó por la confianza y otro 3,3% que dijo sentir alegría. Agrupados esos sentimientos, tan sólo el 17,7% fueron sensaciones positivas mientras que el 82,3% fueron respuestas asociadas a sentimientos negativos de ver a los políticos “subiéndose a los trends” de la juventud en las redes.

A tan solo unas semanas de la elección, el estudio de Taquion reveló que sólo 3 de cada 10 jóvenes consultados no sabían a quién votarían o no votarían por ninguna de las ofertas que se postularon a las PASO. Entre los definidos, Milei se llevaba un 30,1% que se vería reflejado casi idénticamente en las urnas, UP un 11,7% y JxC el 11,6%. En una repregunta a quienes respondieron no tener definido su voto, se les planteó a esos jóvenes a quién elegirían si no tuvieran otra opción. Nuevamente Milei se llevó el podio con el 21,1% de ese grupo, Massa el 10,7%, Larreta el 9,7%, Bullrich el 7,6%, Bregman el 6,7 y Grabois un 3,3%.

Empleo, estabilidad y política: claves del voto joven a Milei

En otro bloque de preguntas, el 70,2% de esos jóvenes consultados manifestó tener sentimientos negativos sobre el futuro de los argentinos: el 27,2% respondió incertidumbre, el 26,5% preocupación, el 9,2% miedo, y el 7,3% desconfianza. Nuevamente los sentimientos positivos quedaron bastante por detrás, con un 29,8% de las respuestas, divididas entre la esperanza con 18,9%, seguridad con 6% y confianza con 4,9%. A su vez, un 81,2% manifestó que se iría del país en determinadas situaciones.

Estas percepciones de la juventud configuran un caldo de cultivo en el que resulta totalmente lógico que puedan prender planteos rupturistas y disruptivos. La falta de horizontes ante una difícil situación económica del país se retroalimenta con los discursos de la anti política que preceden por mucho la emergencia de Milei pero que el libertario supo capitalizar como nadie en estos últimos años. El currículum de gestión en blanco del economista, lejos de ser una debilidad, se convirtió en una enorme fortaleza en este contexto en el que no sólo el peronismo sino también JxC pagan el precio de la falta de resultados frente a un sector de la población que según los datos electorales del 2021 representa cerca del 25% del padrón.

EMPLEO Y ESTABILIDAD

Uno de los caballitos de batalla del oficialismo en relación a la situación actual del país tiene que ver con los niveles de actividad económica y de empleo que se registran, en contraposición a lo que el macrismo dejó en 2019. Sin embargo, hilando fino cabe hacerse la pregunta sobre cómo se percibe esa situación entre los jóvenes argentinos.

Empleo, estabilidad y política: claves del voto joven a Milei

El estudio de Taquion reflejó en sus resultados que 6 de cada 10 jóvenes afirmaron que no les resulta fácil conseguir un empleo porque las oportunidades laborales existentes ofrecen malas condiciones laborales y bajos salarios. Ante una pregunta sobre cuán fácil les resulta conseguir trabajo, un 55,9% de los jóvenes respondió “poco fácil”, un 24,5% “nada fácil”, mientras que tan sólo un 10,8% dijo que le resultaba “bastante fácil” y un 5,6% “muy fácil”. La mayoría (33,2%) dijo preferir la modalidad presencial, contra un 24,7% que se inclinó por el homeoffice, en tanto un 24,9% eligió una modalidad híbrida y el 17,3% dijo que le daba lo mismo. A su vez, el 43% manifestó preferir una modalidad de contratación bajo relación de dependencia.

Esas respuestas ponen un poco en tensión ciertos sentidos comunes construidos alrededor de la juventud, que postula que los jóvenes hoy en día prefieren la movilidad y la autonomía frente a cuestiones que otras generaciones valoraban con mayor énfasis, como la estabilidad y la certeza de tener un camino trazado. En esa misma línea, el estudio encontró que la mayor aspiración de la juventud al proyectar su futuro es la estabilidad económica (62,3%), relegando incluso a segundos planos ideales de otras generaciones como la casa propia (36,8%) o el trabajo ideal (18,7%).

Siguiendo esa tendencia, los jóvenes consultados por Taquion respondieron que su prioridad a la hora de buscar un trabajo es el salario (49,7%), bastante por encima de las oportunidades de crecimiento (34,8%), los días y horarios (30,6%), que se respeten sus derechos laborales (28%), que tenga relación con sus estudios (18,3%) o la flexibilidad (15,4%). En una pregunta específica la consultora indagó sobre distintos compromisos posibles que los jóvenes valorarían de parte de una compañía, entre los que listó el crecimiento de sus empleados, su salud mental, el compromiso social, con el medio ambiente o la igualdad de género. Pero la opción que arrasó entre las respuestas, con el 66,9%, volvió a ser económica: “todos esos compromisos son valorables pero lo principal es el salario y las condiciones laborales”. A su vez, y también en línea con otro de los ejes de la propuesta de Milei, el 64,4% elegiría cobrar ese salario en moneda extranjera.

Empleo, estabilidad y política: claves del voto joven a Milei

Casi como una marca de época, en tiempos en que ni siquiera la estabilidad laboral y el empleo en blanco garantizan salarios por encima de los niveles de costo de vida, la juventud valora que el sueldo le alcance por sobre cualquier otro beneficio que una empresa pueda brindarle. Consultados por qué beneficios extra les gustaría tener en un empleo, el 15,5% expresó que prefería tener un salario acorde al costo de vida, por encima de cuestiones como horarios flexibles (11,5%), más días de vacaciones (7%), comisiones por buen desempeño (6,1%) o buen clima laboral (4,7%).

En el mismo sentido, a la hora de cambiar de trabajo, la motivación que se impuso entre los consultados volvió a ser salarial. El 6,1% lo haría buscando un mejor sueldo, muy por encima de opciones cómo ganar experiencia en otros ámbitos (29%), priorizar la salud mental (26,2%), la posibilidad de trabajar en una gran empresa (25,1%), irse de un empleo donde no respeten sus derechos laborales (19,8%) o para buscar una mejor posición (14,2%).

Empleo, estabilidad y política: claves del voto joven a Milei

Todo este panorama de cómo pega la crisis económica y laboral en la juventud es inseparable, como condición de posibilidad, de la emergencia de un fenómeno político como el de Javier Milei. El nivel de incertidumbre, la falta de horizontes claros y definidos, la inestabilidad en el día a día, marcan a fuego a una juventud que atraviesa a su vez un tiempo histórico donde las tecnologías y la híper conexión hacen crujir los modelos de producción y empleo que el capitalismo industrial instauró y la globalización comenzó a desestabilizar hace ya varias décadas. En ese contexto, toda la dirigencia política tiene un enorme desafío por escuchar e interpretar esas demandas de la juventud, al mismo tiempo que ofrecerle respuestas profundas, quizás arriesgadas, que vayan mucho más allá que fórmulas simples y efectistas, que pueden tener mucho impacto en redes sociales y hasta electoralmente pero que pueden disolverse con la misma velocidad que se generan si no consiguen soluciones materiales concretas para las nuevas generaciones.