El escenario político toma temperatura en la provincia de Córdoba, territorio donde el gobernador Juan Schiaretti se ha convertido en el centro de todas las miradas. El mandatario se dedicó en los últimos meses a transitar la ambigua “avenida de medio” del peronismo y avivar sospechas sobre cómo se posicionará de cara a la pugna entre kirchnerismo y macrismo.

Un breve repaso: la reciente explosión de Cambiemos entre UCR y Pro puso en jaque el armado del oficialismo en esa provincia, que ahora irá dividido entre los candidatos Mario Negri y Ramón Mestre, hecho que preocupa a Cambiemos. En las últimas horas, Cristina Fernández de Kirchner decidió bajar de esa contienda electoral al Frente Córdoba Ciudadana, encolumnado detrás del candidato Pablo Carro, lo que fue leído como un guiño clave a Schiaretti.

Con la experiencia electoral de Neuquén como antecedente, el escenario político ya sacó sus conclusiones sobre la jugada del kirchnerismo: garantizar la derrota macrista, aunque sea resignando candidato propio local.

En tanto, maniobra de CFK de bajar a su armado cordobés ya comenzó a hacer eco en los medios y puso en alerta al candidato del radicalismo, Mario Negri. El boina blanca ahora denuncia que el núcleo duro del kirchnerismo quiere allanarle el camino a Schiaretti para ir a las urnas más cómodo y derrotar al oficialismo.

Al mismo tiempo, el sector antagónico a Negri coincidió en la sospecha desde el otro lado. “El amigo de Schiaretti es el presidente Macri, no yo”, disparó Ramón Mestre y agregó más leña al fuego, al ser consultado sobre los posibles pactos. Desde la Coalición Cívica cordobesa también apuntaron contra posibles conversaciones entre el gobernador y la Casa Rosada.

El cruce entre facciones del radicalismo ha sido una piedra en el zapato para el macrismo duro, centralizado en la esfera de Marcos Peña, que necesita del voto de esa provincia, hoy perfilado como un fuerte bastión anti-K.

Desde un costado, Schiaretti se mantiene en silencio y despierta la duda sobre quién será el gran “beneficiado” por una posible reelección del cordobés. Los días pasan y, hacia un lado y otro de la grieta, se cruzan especulaciones y, hasta el momento, el mandatario sólo ha asegurado jugar para un bando: el suyo propio.

Por lo pronto, el propio Mauricio Macri arribará a Córdoba el próximo miércoles en compañía ni más ni menos que del rey y la reina de España, con quienes asistirá al Congreso Internacional de la Lengua en esa provincia.