Tras sumarse a las actividades de María Eugenia Vidal, el presidente Mauricio Macri ahora se pega a Horacio Rodríguez Larreta, con quien compartió una actividad en la flamante obra del Paseo del Bajo. Allí, el mandatario se mostró firme y unido a Larreta, en un intento por mostrar confianza en “el equipo” y deslizar, de paso, que las elecciones es una tarea que deberán lograr todos, sí o sí.

Marcado como “salvavidas de plomo” hace unas semanas, nadie parece querer hacerse cargo de la figura del Macri, quien ahora va en busca de marcar presencia dentro de su núcleo duro para recordar que él es el jefe. Es que en Cambiemos, intendentes y gobernadores ya se han bajado del barco o están a punto de hacerlo, y el mandatario necesita dejar en claro que “el equipo” es uno solo y el éxito será entre todos o no será. En especial, para él mismo, que necesitará de todos la ayuda necesaria.

En los últimos meses, la imagen del Presidente ha caído en un serio deterioro, en sintonía con la debacle económica, los números de pobreza y del desempleo que no dan respiro. Tanto en el círculo de Vidal como en el de Larreta, pesan las dudas sobre las condiciones de Macri para llegar a octubre y las versiones en los medios ya anuncian que tanto desde Ciudad como Provincia no quieren un “piantavotos”.

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Cabe recordar que desde Casa Rosada, en los últimos meses debieron lidiar con la discusión por desdoblamiento de elecciones –acaso un intento de Vidal por ganar ella sola en Provincia-; la “rebelión interna” de radicales que ya distanció a varios gobernadores y generó incluso la aparición en escena de Roberto Lavagna; y la derrota electoral de Cambiemos en Neuquén, con un tercer puesto que sembró serias dudas sobre el potencial electoral en el interior.

Tal como lo expresó él mismo en el CCK, Macri “está muy caliente” y ahora demanda que no lo dejen solo. Aferrado al timón de Cambiemos, dejará en claro que no es momento de cuidar la quinta propia y que esto es una apuesta a todo o nada.

Mientras tanto, el reloj corre y a la gestión presidencial le restan aun varios meses de lidiar con las diatribas de la oposición, las demandas del sector sindical y el malhumor social. Con estos elementos en cuenta, Macri sabe que necesita sumar porotos y está decidido a ir a buscarlos donde sea necesario.