Un fuerte escándalo sacude una de las empresas estatales de producción nuclear más importantes del país, donde las autoridades nacionales autorizaron recientemente un polémico nombramiento flojo de papeles. Es que un abogado libertario pasó de trabajar como redactor en el Gobierno Nacional a gozar de un sueldo de casi $7 millones al mes como director en Dioxitek, una compañía pública que fabrica componentes de uranio para las centrales de Embalse y Atucha. ¿Rumbo a Chernobyl?

Se trata de Federico Ramos Nápoli, un joven que se especializa en “derecho y economía”, “derecho administrativo y corporativo” y “nuevas tecnologías”. Es un letrado recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero hace años que debe su tesis de maestría, que jamás presentó: de hecho, en su perfil de LinkedIn señala que el curso ya está “completado”, sin embargo, el trabajo final será presentado “en los primeros meses de 2023”. Semejante demora académica no le impidió acceder a uno de los sueldos más exclusivos de la administración pública.

Es que Ramos Nápoli asumió en diciembre pasado como Gerente General de Dioxitek, una sociedad anónima estatal con sede en Córdoba que se encarga de producir dióxido de uranio para la fabricación de componentes para centrales nucleares como Embalse y Atucha I. Desde luego, es un cargo técnico que exige a una persona idónea; sin embargo, el abogado solo tiene experiencia en diversos oficios dentro de la Casa de la Moneda y afirma que realizó asesorías para la AFIP (hoy inexistente) y el Banco Central – es decir, nada relacionado a la energía nuclear.

Para peor, en su más reciente puesto, donde se desempeña al menos desde mayo de 2024, trabajó como asesor de Comunicación Digital dentro de la Secretaría General de la Presidencia que comanda Karina Milei, hermana del presidente Javier Milei. Allí, el abogado indagó en tareas como “redacción de escritos”, “revisión de documentación legal” y “análisis de riesgos comunicacionales”. Su incorporación al equipo coincide con la del influencer libertario Juan Carreira, más conocido como “Juan Doe”, quien se encarga de la comunicación en el Gobierno Nacional. 

Evidentemente, la nula carrera de Ramos Nápoli en cualquier sector remotamente vinculado a la energía nuclear fue tan solo un detalle de poca relevancia para las autoridades que decidieron su nombramiento en uno de los puestos jerárquicos más importantes de Dioxitek. La cereza del postre es el gigantesco sueldo que el joven percibe como gerente general: unos nada desdeñables $6,5 millones al mes pagados con fondos públicos. Mientras tanto, todavía se encuentra terminando sus estudios.