Explosivos cruces entre Victoria Tolosa Paz y el Movimiento Evita
El Evita marchó hoy a Desarrollo Social bajo la consigna “Basta de ajuste del FMI”. La ministra pidió a UTEP que “resuelvan sus internas políticas en las urnas”. “Nos desafía electoralmente quien perdió todas las elecciones en las que se presentó” responden del movimiento social. Clima al rojo vivo.
Este miércoles se dio un nuevo capítulo del enfrentamiento político entre quienes supieron, tiempo atrás, alinearse y ser dos de los principales sostenes del Presidente Alberto Fernández. El Movimiento Evita anunció ayer que se sumaría este mediodía a una jornada de lucha convocada por la CTA Autónoma y otros sectores de la UTEP y bajo la consigna de “Basta de ajuste del FMI”. La decisión del Evita cayó pésimo al interior de la cartera que conduce Victoria Tolosa Paz, que justo ayer había anunciado aumentos en la Tarjeta Alimentar en un video donde se la vio junto al Presidente y al ministro de Economía, Sergio Massa. Mientras que desde Desarrollo Social resaltan los 121.000 millones de pesos que el Gobierno nacional destinará en lo que resta del año a la seguridad alimentaria de niños, niñas y adolescentes, en el principal movimiento social del oficialismo responsabilizan a Tolosa Paz y a Sergio Massa de ejecutar un ajuste dictado por el FMI que atenta contra las “redes comunitarias que son la última malla de contención” que sostienen la crisis social.
“Les digo a algunos sectores de la UTEP que resuelvan sus internas políticas en las urnas”, soltó desafiante la ministra en declaraciones radiales de hoy, y recordó también a “esos señores que gritan con megáfonos en la 9 de Julio y que instalan la versión de que somos la cara del ajuste, que al Fondo Monetario Internacional lo trajo Macri y quienes no creyeron en la capacidad productiva del país”. Desde el Evita respondieron con el mismo nivel de pimienta en declaraciones a Diagonales: “nos desafía electoralmente quien perdió todas las elecciones en las que se presentó, 2017 a concejal, 2019 perdió la paso y 2021 perdió también”.
En el Gobierno nacional se plantan en que no hay un ajuste que esté impactando en las partidas sociales, más bien plantean lo contrario. El anuncio de ayer fue de un 35% en los montos de la Tarjeta Alimentar para las familias con hijas e hijos de hasta catorce años que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Asignación Universal por Hijo con Discapacidad, la Asignación por Embarazo o la Pensión Contributiva para madre de 7 o más hijos/as. Así, los montos pasarán de $12.500 a $17.000 para las familias con un hijo/a de entre 0 y 14 años que perciba algunas de las prestaciones mencionadas, de $19.000 a $26.000 para familias con dos hijos/as y de $25.000 a $34.000 para familias con tres o más hijos.
Además, se anunció que esta política pública, que alcanza a 2.458.238 titulares y llega así a 4 millones de niñas, niños y adolescentes según estimaciones del ministerio, tendrá otros dos aumentos trimestrales en lo que queda del año. “Esto no está estipulado por ley, por lo que el hecho que se haya anunciado es una muestra de que este no es un Gobierno que ajuste sobre los sectores vulnerables, pero los recursos van a los ciudadanos no a las organizaciones”, expresó una fuente del Gobierno a Diagonales.
“Lo que duele es el hambre. Desde que Victoria se hizo cargo de la mesa contra el hambre los problemas no paran de crecer, la desigualdad crece, la pobreza crece y se implementan políticas ineficaces, porque la Tarjeta alimentar no mejoró casi ningún indicador”, respondió a este medio Gildo Onorato, referente y miembro de la mesa nacional del Evita. El Secretario Gremial de UTEP en uso de licencia fue más a fondo: “Creo que en vez de prometerle al FMI reducir la inversión social, el Gobierno tendría que escuchar el padecimiento de quienes sufren la inflación, la inseguridad, la incertidumbre laboral”.
Estos cruces, que llevaron las fuerzas sociales del oficialismo a las calles en reclamo contra su propio gobierno, se dan en el marco de las negociaciones que el ministro de Economía, Sergio Massa, mantendrá en Washington con las autoridades del FMI para la aprobación de la cuarta revisión de metas y el “puente” de fondos que el país pretende obtener del organismo financiero para fortalecer reservas en el contexto preelectoral. “Sergio está dando una fuerte discusión sobre los factores exógenos que complican la situación económica en los términos y espacios donde la tiene que dar, y mientras tanto siguen aumentando las partidas sociales. Entonces no se entiende que estos sectores hablen de ajuste por imposición del FMI”, afirmaron desde el Gobierno. Tolosa Paz, en la misma línea, expresó más temprano que “no busquen el enemigo ni en Sergio Massa, ni en el presidente Alberto Fernández, ni en esta ministra, porque el enemigo está claro y está afuera del Frente de Todos”.
Onorato y Tolosa Paz habían empezado a recorrer juntos un camino hacia una posible alianza electoral en La Plata el año pasado, cuando aún se sostenía con algún grado de unidad un sector del peronismo que buscaba constituirse como una alternativa al kirchnerismo. Esa cercanía entre Tolosa Paz y el Evita parece haber quedado totalmente en el pasado desde la asunción de la platense como ministra de Desarrollo y su decisión de avanzar en lo que su entorno califica como “transparentar las políticas públicas”. “Personalmente le tengo un gran aprecio, pero necesitamos humildad y una forma sería que reconozca su fracaso. Las redes comunitarias que está afectando con sus iniciativas son la última malla de contención contra el delito, el narcomenudeo y construyen estabilidad. La gente está decepcionada con ella” sentenció Onorato, sin dejar lugar a dudas sobre lo profundo de la fractura.
“A Victoria nunca la van a correr con extorsión. Ella tiene claro que paga un costo por transparentan las políticas públicas”, dicen a Diagonales en el Gobierno, donde también recuerdan el cruce de Tolosa Paz con Wado de Pedro tras el off que el ministro dejó trascender contra el Presidente hace unos meses, ocasión en la cual la titular de Desarrollo “plantó bandera, o estás adentro o estás afuera”. Una situación similar se le atribuye hoy al Movimiento Evita, al que acusan de “correr por izquierda siendo funcional a la derecha”.
La escalada lleva a pensar en cómo seguirá la relación entre estos dos importantes sectores del peronismo no kirchnerista, teniendo en cuenta también que dos de los principales dirigentes del Evita, Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro, son funcionarios del Gobierno. Pérsico, de hecho, es secretario de Economía Social dentro de la cartera que conduce Tolosa Paz. En el Gobierno plantean que Tolosa Paz es “una ministra de diálogo y de tender puentes”, pero lo que molesta es el marco narrativo en que se dieron las tensiones de hoy y la asociación de la platense con la idea de un ajuste del FMI.
Pero para los movimientos sociales no hay mucho lugar a dudas. “La ministra Tolosa Paz está llevando adelante un ajuste monstruoso sobre los sectores más humildes. Está claro que las condiciones del acuerdo con el Fondo han cambiado notablemente en este contexto, no se puede pagar, y por supuesto hay que renegociar este acuerdo porque nos conduce a la desarticulación institucional y a la consolidación de una situación de pobreza que lejos está de reducirse y crece día a día”, sintetizó Onorato.
“Ajuste es cuando pisás las partidas sociales, hoy hay una sobre ejecución de las partidas destinadas a los sectores más vulnerables”, plantea en respuesta desde el Gobierno. Tolosa Paz afirma que en el primer trimestre del 2023 el incremento interanual del gasto en términos reales es de un 9% y que la ejecución de Potenciar Trabajo y la Prestación Alimentar ya alcanzan niveles del 30% y el 32% respectivamente.
Sin embargo, la tensión seguramente siga escalando ya que los movimientos sociales comienzan a preparar una gran movilización contra el FMI, posiblemente para el primero de mayo o una fecha cercana. Viejos aliados del albertismo que no fue, hoy el Movimiento Evita y Victoria Tolosa Paz protagonizan uno de los tantos capítulos de las tensiones en el oficialismo, que lejos parece estar de apaciguarse.