Hundimiento del ARA General Belgrano: Milei y su reivindicación del peor crimen contra la Argentina en su historia
El candidato libertario pasó todas las fronteras y mencionó a Thatcher como una gran líder internacional. La “Dama de Hierro” lideró la guerra para sostener la usurpación británica sobre las Malvinas, y ordenó el hundimiento del ARA General Belgrano, que navegaba fuera de la zona de guerra y en el que murieron 323 argentinos.
De que Javier Milei llegó hasta las puertas de la presidencia argentina a partir de su estilo polemista, que el propio Massa calificó en el debate como “standapero televisivo”, no queda duda alguna. Lo que resulta sorprendente es la falta total de límites por parte del candidato libertario, que a pesar de intentar una moderación forzada a días de las urnas no consigue evitar que su verdadera naturaleza se cuele por los poros, exhibiendo los peores posicionamientos que la sociedad argentina haya tenido que escuchar de boca de un candidato presidencial.
La lógica indicaría que jamás ningún aspirante al Sillón de Rivadavia se animaría a calificar como un “error” por parte de un liderazgo político atrocidades tales como los atentados a la Embajada de Israel o la AMIA. Javier Milei destrozó nuevamente esa lógica y se animó a algo aún peor, si es que pueden medirse cuantitativamente las agresiones a la patria y los dolores que dejaron.
El candidato libertario reafirmó su idolatría por Margaret Thatcher, a quien calificó como “una gran figura” de la historia, y a quién intentó dispensar de sus crímenes contra la Argentina comparándola con el futbolista francés Kylian Mbappé. Ante la pregunta de Sergio Massa sobre si reivindicaba a Thatcher, Milei no pudo controlar su fanatismo ideológico y respondió que juzgarla solamente por su papel en la guerra de Malvinas era como calificar a Mbappé de mal futbolista por su “error” de meterles tres goles a Argentina en la final del mundo.
El “error” del que Milei habló sin pelos en la lengua anoche costó la vida de 634 argentinos que fueron a combatir a las islas contra la potencia usurpadora. Pero, más aún, casi la mitad de ellos fueron víctimas del peor crimen cometido contra la Argentina como nación en toda su historia por parte de otro país. Se trata del hundimiento del ARA General Belgrano, ordenado directamente por Thatcher y en el que murieron 323 argentinos.
“Tuvimos una guerra y nos tocó perderla, pero eso no quita nada de lo otro” dijo anoche Milei intentando infructuosamente salir de la posición escandalosa en la que había quedado tras el señalamiento de Massa. El desconocimiento histórico sólo sería superado en gravedad si en realidad el libertario buscó con esa afirmación ocultar lo realmente sucedido y la responsabilidad de una de sus líderes preferidas de la historia.
El ARA General Belgrano se encontraba el 2 de mayo de 1982 fuera de la zona de guerra, un perímetro establecido por el propio gobierno británico fuera del cual no regían las leyes de una confrontación bélica. A las 16 horas de aquel día, el submarino nuclear británico HMS Conqueror disparó tres torpedos MK-8 con el objetivo de hundir al General Belgrano, que significaba una posición estratégica para la Argentina en su posibilidad de controlar los avances de la flota británica. Por un objetivo militar se quebraron todas las leyes de la guerra, se atacó un blanco en zona de exclusión y se asesinó a 323 compatriotas, más de la mitad de todos los caídos argentinos en la guerra.
La única calificación posible para el hecho es que fue un crimen de guerra. La responsable directa por haber autorizado dicho crimen fue Margaret Thatcher. Javier Milei, que tilda de comunistas dictatoriales a todo gobierno que se aleja dos centímetros de su propio pensamiento, considera que esa orden que costó 323 vidas argentinas y que violó todos los estándares de derechos humanos, incluso en situación bélica, fue “un error” por el que no se puede eclipsar la figura y la talla de gran líder de su ídola británica.
“Milei se referencia con quienes desde 1833 usurpan ilegalmente parte de nuestro territorio e idolatra a Margaret Thatcher, responsable de la muerte de 634 soldados argentinos” expresaron en un comunicado de prensa los ex combatientes del CECIM La Plata. “Somos sobrevivientes de esa terrible experiencia, luchamos por la recuperación de la democracia, por la Vida, por la Memoria, Verdad, Justicia, Soberanía y la Paz, por ello reivindicamos y sostenemos el Nunca Más. ¿Estamos dispuestos los argentinos que habitamos este suelo con una inmensidad de recursos a darles la posibilidad mediante el voto universal a quienes, con viejos patrones de colonización política y cultural de la entrega, hagan de la Argentina un NO PAÍS?” se preguntaron indagando al sentir popular.
Lo cierto es que la idolatría de Milei con Margaret Thatcher no reside fundamentalmente en su papel en la guerra de Malvina, sino más bien en su ADN conservador y las reformas antipopulares y privatistas que llevó adelante en el Reino Unido a fuerza de represión, y que le valieron el mote de “La Dama de Hierro”. Thatcher fue primera ministra de Inglaterra durante 11 años entre 1979 y 1990. Su gestión estuvo marcada por las privatizaciones, los recortes presupuestarios en áreas claves como la educación, y el ataque a los sindicatos y las organizaciones civiles que se oponían a su violento régimen neoliberal.
Thatcher eliminó la ración de leche en las escuelas públicas y recortó el presupuesto educativo en general y el universitario en particular, generando un rechazo de la comunidad educativa que le valió incluso ser la única primer ministra graduada en Oxford que no recibió un doctorado honoris causa de esa universidad. A su vez, privatizó el gas, el agua y la electricidad en Inglaterra. Cerró 97 de las 174 minas estatales, y su persecución al sindicato minero inglés permitió la privatización de las minas que quedaron en pie. En términos políticos, Thatcher fue profundamente anticomunista, se opuso a la conformación de la Unión Europea y avaló el crimen humanitario del Apartheid en Sudáfrica.
Ese es el personaje en el que Milei se referencia. Esas son las ideas que pregona cuando habla del “modelo de la libertad”, y para ese rumbo para la Argentina es para el cual le pide su voto a la sociedad. El debate de este domingo dejó expuesto al libertario en su verdadera naturaleza, y la urnas del 19-N darán su veredicto.