Como parte de un reclamo salarial, el gremio La Fraternidad lleva adelante un paro nacional de trenes desde las 9 de la mañana de este martes. Las formaciones de la línea Roca, Mitre, Sarmiento, San Martín, Urquiza, Belgrano Sur y Norte no funcionarán hasta las 15 horas. En ese marco, el Gobierno salió al cruce del sindicato y los acusó de realizar un “apriete” con la medida de fuerza. 

El vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que el paro de trenes es "una medida extorsiva liderada por Omar Maturano", el secretario general de La Fraternidad, y fiel al estilo libertario habló de “una casta sindical”. 

El cese de actividades es una medida adoptada por los maquinistas que reclaman una suba salarial de $150.000 promedio, tras una marcada pérdida de su poder adquisitivo. En tanto, para Casa Rosada, su reclamo no es más que “un apriete” con “motivaciones políticas”. 

"Un millón de argentinos que no gozan del privilegio de la casta sindical, perdieron dinero, tiempo y muchos de ellos el día de trabajo", afirmó Adorni en conferencia de prensa. “Lo más paradójico es que este paro lo hacen en un contexto de baja de inflación, los salarios llevan ocho meses de recuperación y el índice de pobreza se redujo 16 puntos del primer al tercer trimestre”, afirmó. 

Sin embargo, La Fraternidad reveló que la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores del sector desde que asumió Javier Milei ronda el 46% y consideró insuficiente la última oferta de incremento del 3,5% que presentó el Ejecutivo. 

De todas formas, para Adorni “es difícil entender cuáles son los intereses que defiende este gremio y cuál es la Argentina en la que desean vivir”. 

“Este mismo gremio le hizo cero paros a la administración pasada, que se fue con una inflación del 200% y una acumulada que superó el 1000% de inflación, destrozando el salario de los trabajadores. Allí no veían necesario hacer un paro, pero hoy sí”, cuestionó. 

"Si no le hacían paro a los que destruyeron el país, es difícil pensar cuál es la Argentina que quieren a futuro. Los argentinos ya saben quién es quién y más pronto que tarde este tipo de personajes sindicales serán parte de un mal recuerdo", advirtió.

Y cerró: "El Gobierno no solo no se siente responsable, sino que hizo todo para que los trenes funcionen, dentro de las circunstancias heredadas, con la mayor normalidad posible. Esto es típico de estos apretadores seriales que lo único que buscan es tratar de convencer a algunos distraídos de que el Gobierno son los dictadores que los oprimen. Está demostrado con buena parte de los trabajadores de los trenes".