La encuesta que alarma al Gobierno: desplome de la credibilidad de Milei y empate electoral con UP
Zuban Córdoba registró que más del 65% cree que la devaluación le dio un nuevo impulso a la inflación. La gran mayoría de la muestra no cree en ninguno de los preceptos del Gobierno nacional. Los seis puntos de ventaja que tenía LLA en la consulta por las preferencias electorales en febrero se esfumaron y hoy habría un empate con el peronismo.
Javier Milei se desvive cotidianamente en esfuerzos comunicacionales por imponer su interpretación sobre una realidad económica y social que empeora día a día. Pero las múltiples horas destinadas por día por parte del presidente a sus ya habituales polémicas en X, o sus varias conversaciones semanales con periodistas afines, no logran convencer a la población sobre sus forzadas visiones de la actualidad argentina. A diferencia de Milei, la mayoría de la sociedad piensa que hubo una devaluación y que la inflación está creciendo, no cree que haya bajado la pobreza, ni que hayan crecido los salarios, ni que los jubilados estén mejor hoy que con el gobierno anterior.
Tampoco hay apoyo para el seguimiento arrastrado del gobierno de Milei al de Donald Trump, y la mayoría cree que la imagen argentina en el mundo empeoró con la gestión libertaria. Todo este rechazo deriva en una situación inédita en lo que va desde el cambio de gobierno: por primera vez se registra la posibilidad de un empate electoral a nivel nacional entre LLA y el peronismo, con una fuerte caída libertaria y un crecimiento de UP a costa del descenso de los indecisos.
La encuesta de Zuba Córdoba relevó 1600 casos entre el 16 y el 19 de abril, momento en el cual se estaban implementando las nuevas medidas económicas marcadas por la flexibilización del cepo cambiario y la suba del tipo de cambio. En ese sentido, el estudio encontró que las expectativas económicas siguen a la baja y que el Gobierno no logra convencer a la sociedad sobre el rumbo que propone.
INFLACIÓN AL ALZA, CREDIBILIDAD A LA BAJA
Un 57,4% de los encuestados dijo estar en desacuerdo con seguir apoyando a Milei aunque haya crisis económica, y sólo un 41,4% manifestó seguir sosteniendo ese apoyo. Con la desaceleración de la inflación como principal activo del oficialismo, los últimos meses vienen marcando un quiebre y así lo registró el estudio de Zuban Córdoba. El 62,8% de la muestra consideró que la inflación está subiendo y el 65,8% se mostró de acuerdo con que hubo una devaluación tras el cambio de esquema cambiario que impactó en una suba en los precios en todos los rubros.
Resulta lógico que si un presidente insiste con brutalidad y soberbia en repetir frases que la sociedad no verifica en su realidad cotidiana, la credibilidad de ese presidente se desplome. Milei, que prometió venir a reemplazar a una “casta” que se caracterizaba en su relato por mentirle al pueblo para sostener su poder, cae con fuerza en la aceptación de ese mismo pueblo al cual hoy es él quien le está mintiendo.
Zuban Córdoba testeó nueve de las consignas habituales del oficialismo libertario para medir cuánto apoyo reciben en la opinión pública. Ninguna aprobó. De las nueve, sólo una cosechó menos del 60% de rechazo, mientras que las restantes oscilaron un rechazo de entre el 61% y el 66,5%. A la inversa, la credibilidad a los postulados de Milei superó el 40% sólo en una de esas frases, mientras que las restantes sólo tuvieron en el 35% y el 26% de apoyo.
“Que la inflación bajó” es el concepto en el que mejor le fue a Milei. El 42,5% de la muestra dijo que le cree al presidente cuando lo escucha decirlo, pero el 55,7% afirmó no creerle. “Que la pobreza bajó” cosecha un 35,4% de credibilidad contra un 60,9% que no le cree al presidente en lo que viene siendo una de sus principales banderas de campaña.
Milei intenta contrarrestar las represiones permanentes a los jubilados afirmando que sus ingresos “volaron en dólares”, pero sólo un 32,7% le cree cuando dice que los jubilados estaban peor antes, frente al 62% que no le cree. Lo mismo sucede cuando dice que no hubo una devaluación (32,7% le cree - 62% no le cree), que gobierna en contra de la casta (31,9% le cree - 62,2% no le cree), que la Argentina está en el mejor momento de su historia (27,5% le cree - 63,5% no le cree) o que Caputo es el mejor ministro de Economía de la historia (26,2% le cree - 61,4% no le cree).
Lo que desnudan estos datos es que lo que está en crisis, además de la credibilidad de Milei, es la narrativa del gobierno libertario. En esto, hay dos aspectos centrales. El primero es la corrupción: sólo un 26,7% le cree a Milei cuando dice que Libra no fue una estafa, contra un 61,4% que no le cree. El segundo es el crecimiento económico y la mejora en la situación de la sociedad: sólo un 26,1% de la muestra dijo que le cree a Milei cuando dice que “los salarios aumentaron”, contra un 66,5% que no le cree. Estos últimos concepto son los que peores diferenciales tuvieron, con pisos de credibilidad bien por debajo del 30% del núcleo duro que votó a Milei en las PASO, marcando el retroceso del Gobierno entre los propios a raíz de la falta de los resultados económicos que prometió y no logra cumplir.
Esto se reafirma en el desglose que hizo Zuban Córdoba de esos resultados cruzados por el voto en el balotaje. Entre los votantes de Massa no hay vacilaciones: el descreimiento a los dichos de Milei no baja del 94,5% en ninguno de esos postulados. A la inversa, entre quienes votaron a Milei un 20,6% no le cree cuando dice que la bajó la inflación, un 25,6% cuando dice que bajó la pobreza y un 36,9% cuando afirma que los salarios crecieron.
EMPATE ELECTORAL: CAE LLA, CRECE EL PERONISMO
Esos datos en torno a la credibilidad de Milei y el Gobierno tienen un correlato electoral en el estudio de Zuban Córdoba. Un 59,8% de la muestra expresó que el Congreso debería ponerle más límites a Milei, y un 57,8% dijo estar en desacuerdo con que el oficialismo tenga una mayoría en el parlamento.
Aquí se da un escenario novedoso y que preocupa al Gobierno. Por primera vez desde el cambio de gestión, las expectativas electorales muestran un posible empate entre LLA y el peronismo. Y la explicación está no sólo en la caída del apoyo a Milei sino también en la de los indecisos, que empiezan a volcarse a UP como única alternativa real al oficialismo.
Zuban Córdoba midió dos escenarios electorales. El primero se corresponde con lo que quiere Karina Milei: listas puras libertarias. Si no hay acuerdo entre LLA y el PRO, el Gobierno tiene una intención de voto del 34,8% contra el 34,4% de UP. El 6,1% del PRO que votaría al PRO en este escenario muestra el poder de daño de Macri para con el gobierno, así como el 4,5% del Peronismo Federal para con UP en la fragmentación dle voto opositor.
Pero quizás el dato más significativo de ese escenario sea el movimiento de los indecisos. La misma consultora venía reflejando una ventaja de 6 puntos para LLA con este mismo escenario electoral. En enero el Gobierno medía 34,3% y UP 28,3%. En febrero la distancia se sostenía con ambos espacios creciendo al 38,4% y 32,2% respectivamente. En marzo empezó a pegar la inflación y la ventaja libertaria se redujo a 4 puntos, 36,7% a 32,5%. El empate técnico de abril se explica por la caída en esos meses de los indecisos, que pasaron del 20% al 15,4%, y de la UCR, que pasó del 4,6% en enero al 1,7% en abril. El escenario se polariza y el peronismo cosecha en medio del retroceso libertario al posicionarse como única alternativa real.
El segundo escenario medido por Zuban Córdoba reafirma la dependencia de Milei con Macri. Si los espacios de derecha fueran unidos a las urnas, ese nuevo oficialismo cosecharía 39% contra el 34,9% de UP. Sin embargo, las tendencias se verifican también en esta posibilidad: la alianza de derecha cae dos puntos del 42,3% que medía en febrero, mientras que UP crece esos dos puntos desde los 32,2% de intención de voto que tenía hace dos meses.
¿VOLVIMOS AL MUNDO?
En semanas marcadas por el clima internacional, entre la guerra económica de Trump contra China y la muerte del Papa Francisco, también salió a flote que el retroceso del Gobierno en la opinión pública se verifica en ese plano. Frente al nuevo contexto de relaciones carnales de Argentina con EEUU, un 55,5% de la muestra opinó que el país debería ser neutral en la guerra comercial, e incluso quienes se inclinaron por China superaron a lo que lo hicieron por EEUU, 20,9% a 19,3%.
Incluso entre los votantes de Milei en el Balotaje triunfa la inclinación por la neutralidad, con 49,6% de los encuestados contra el 39,8% que se inclinó por apoyar a EEUU en su cruzada. A su vez, un 58,6% del total de la muestra se expresó de acuerdo con la frase “la política internacional de Milei no es la que necesita Argentina”, más de 20 puntos más que el 37,8% que manifestó estar de acuerdo. Dicho de otra manera, el alineamiento irrestricto de Milei con Donald Trump, que se traduce en una nueva entrega de Argentina a EEUU, no cosecha una mayoría de apoyo en ningún sector de la sociedad.
La mirada sobre si el país mejoró su imagen internacional con la llegada de Milei tampoco favorece al oficialismo. Un 54,1% de los encuestados opinó que la imagen argentina empeoró en el mundo, contra el 41% que dijo que mejoró. En toda la segmentación demográfica los resultados de esa pregunta fueron negativos para el oficialismo, excepto en el segmento etario entre los 16 y los 30 años, donde la idea de que Argentina mejoró su imagen en el mundo tuvo el 52,5% de aceptación. Por lo demás, en el resto de los rangos etarios, y tanto en hombres como en mujeres, la percepción es que el país no transita el rumbo internacional correcto.