El Banco Central realiza de manera mensual un relevamiento "sistemático" de los principales pronósticos macroeconómicos de corto y mediano plazo sobre la evolución de la economía argentina. Este seguimiento se realiza sobre la base de una encuesta dirigida a analistas especializados tanto locales como extranjeros.

En dicha encuesta se releva de manera mensual las perspectivas sobre 4 variables fundamentales de la macroeconomía inflación, tipo de cambio, resultado fiscal y PBI.

Entre los analistas consultados por el BCRA se encuentran los principales bancos del país y consultoras nacionales; así como importantes agentes internacionales como el Banco HSBC o la J.P. Morgan. 

Lo interesante de analizar este relevamiento es que, si tal como María Eugenia Vidal hizo con los docentes, se pidiera a los 59 participantes de la encuesta que "se sinceren y digan de qué partido son y cuáles son sus intereses", difícilmente alguno de ellos se alinearía tras el gobierno anterior. Por el contrario muchos de los funcionarios de la actual gestión tienen relaciones pasadas y presentes con los "especialistas" consultados. La pertenencia histórica al modelo económico de la gestión PRO es patente en la muestra de "especialistas" consultados.

El relevamiento de expectativas del BCRA fue retomado en junio del año pasado, y puede verse como, a los largo de la segunda mitad del año pasado, y principios de este, se ha mantenido constante la tendencia a la baja en las expectativas que los "propios" tienen sobre el rumbo de la economía. Lo que a mitad del año pasado era percibido por los consultados como un futuro con estabilidad tanto cambiaria como inflacionaria y de baja en el déficit fiscal, se torna mes a mes en una expectativa con mayores dudas en este sector de especialistas fácilmente identificables con la gestión nacional.

En relación a la inflación para el 2017, las consultoras manifestaban a mitad del año pasado una perspectiva que acompañaba al gobierno ubicando la inflación en el rango del 19%. En la encuesta realizada el mes pasado el promedio de los consultados estima una inflación que ya supera el 21% y que mes a mes se encuentra en alza.

En cuanto al valor del dólar puede observarse en la evolución de las proyecciones un tipo de cambio cada vez más apreciado en términos reales. Según el informe realizado desde el CEPA "lo que se traduce principalmente de estas proyecciones es que las consultoras ven garantizados rendimientos atractivos en dólares, lo que en el corto plazo se traduce en menos precio para los exportadores pero más ganancia para los capitales golondrina". El promedio de los consultados ya ubica por debajo de los $18 el valor promedio del dólar en 2017.

La misma baja en las expectativas se registra en relación al crecimiento  del PBI; mientras que a mediados del año pasado las consultoras lo estimaban en un 3,2% con el correr de 9 meses de gobierno macrista esta expectativa se ha visto reducida al 2,8%. Producto de un gobierno que no muestra ser capaz de dar soluciones a los problemas económicos y políticos; con una económica atrasada cambiariamente, con endeudamiento, interés elevado y déficit fiscal las perspectivas de crecimiento en el PBI son cada vez menos prometedores a opinión incluso de los "propios".

Pero del análisis realizado desde el CEPA el dato más preocupante pareciera verse en torno al déficit fiscal. La proyección del déficit se ha ampliado en los 9 meses analizados en un 30%.

Expectativas de resultado fiscal en REMEl Banco Central realiza de manera mensual un relevamiento "sistemático de los principales pronósticos macroeconómicos de corto y mediano plazo sobre la evolución de la economía argentina". Este seguimiento se realiza sobre la base de una encuesta dirigida a analistas especializados tanto locales como extranjeros.

En dicha encuesta se releva de manera mensual las perspectivas sobre 4 variables fundamentales de la macroeconomía inflación, tipo de cambio, resultado fiscal y PBI.

Expectativas de resultado fiscal en REM

La expectativa de los amigos de Macri

Entre otros factores que se conjugan para que el déficit fiscal se proyecte como algo cada vez más negativo, se encuentra la reducción sistemática de impuestos a los sectores más concentrados de la economía vía la quita de retenciones a las exportaciones. Este proceso ha llevado a que en la gestión PRO los principales beneficiarios de la política económica fueran los sectores primarios de la economía. En un reciente estudio realizado desde el CEPA se ha estimado la transferencia de recursos hacia estos sectores en el orden de los 48.015 millones de pesos para el sector agropecuario y 9.817 millones de pesos para la minería. Transferencia que, dicho sea de paso, no ha generado ningún derrame productivo; registrándose incluso despidos en ciertos tramos de la minería.

Dicho estudio ha estimado en 4.692 millones de dólares los recursos que el estado resignó en la recaudación impositiva del 2016. Siendo uno de los tributos con mayor impacto progresivo, esta transferencia de recursos de las arcas del estado hacia los sectores más fuertes de la economía explica casi el 20% del déficit fiscal del año 2016 ($ 359. 382 millones de pesos).

En este punto, si bien las consultoras apoyan discursivamente la reducción en el déficit como una de las banderas de la gestión macrista, son hoy en día muy duras con los resultados negativos del rumbo de la economía y su proyección.