La noche más fría del peronismo
Cómo se vivió el golpazo en el búnker de UP. De los pedidos paciencia por los resultados a los rumores que fueron instalando el bombazo de Milei. La fiesta que no fue y las posibilidades del día después, que no lograron abrigar la fría noche peronista.
Promediaba la tarde y el clima electoral todavía no se instalaba en el Complejo C, en el barrio porteño de Chacarita, el nuevo kilómetro cero de los días electorales para el peronismo desde la conformación del Frente de Todos en 2019. Apenas el escenario dispuesto en la esquina de Corrientes y Dorrego, que en 2019 soportó sobre sus tablas el festejo de la victoria y en 2021 fue armado en vano pues no se usó tras la derrota legislativa, intentaba preanunciar un ánimo que no llegaría en toda la noche. Como hace dos años, el golpazo de los resultados que se conocieron pasadas las 22:40 le pondrían aún más frío a la noche peronista.
Ya en la previa se vivía un clima enrarecido, con la incertidumbre como nota distintiva. Cuando las urnas comenzaron a cerrar, pasadas las 18 hs, empezaron las primeras especulaciones de lo que sería una serie de un par de horas a puros rumores que crecían en fuerza. Milei alto en varias provincias, Milei alto en provincia de Buenos Aires, Milei el candidato más votado. La elección del libertario copaba la escena y la falta de palabras oficiales no hacía más que agrandar los rumores.
Alrededor de las 19, el primero en salir a dar la cara por el oficialismo fue el ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, quien apuntó directamente contra el operativo electoral en la CABA como uno de los factores que retrasaría la llegada de los resultados. Lammens planteó “buscar los responsables políticos de que los porteños hayan votado de esta manera y con tantas fallas” desde el mismo lunes. El oficialismo empezaba a construir la difícil explicación de una noche durísima.
En lo que parecía que sería una dinámica aceitada, media hora después que Lammens quien salió a hablar fue el Embajador en Brasil y vocero de campaña, Daniel Scioli. “Tenemos la enorme responsabilidad y misión de interpretar ese mensaje (de las urnas) y fortalecer no solamente una unidad que ha sido consolidada dentro de Unión por la Patria, sino también ampliarla” expresó el Embajador, quien a su vez agregó “el gran desafío que se viene es construir nuevas mayorías para Defender el interés nacional, nuestra soberanía, la agenda de la producción y el trabajo que nuestro candidato a presidente, Sergio Massa, ha puesto como un objetivo central”.
Pasaban los minutos y las palabras de los voceros de Unión por la Patria ratificaban que lo que sonaba como una posibilidad podía ser mucho más que eso. “Escuchar el mensaje de las urnas”, “ampliar la unidad construida” y frases por el estilo musicalizaban la salida de los voceros, que fue continuada por la titular de Diputados, Cecilia Moreau. La dirigente del massismo expresó que “Estamos en un escrutinio lento y vamos a ser muy prudentes. De la misma manera creemos que la fórmula Massa-Rossi obtuvo un buen resultado, pero sin duda vamos a seguir trabajando para ampliar esta mayoría que hemos construido en Unión por la Patria y para seguir defendiendo a los argentinos que pelean por la educación pública, por la producción y por el trabajo”. El mensaje seguía siendo el mismo, paciencia, prudencia y ampliar. El oficialismo no sólo no se mostraba triunfalista, sino que ya se ponía en guardia para lo que sucedería un rato después.
Julián Domínguez, el ex ministro de Agricultura, fue un paso más allá en la atajada de los resultados que ya casi a las 22 eran una realidad en el búnker de UP. “ Vamos a esperar con serenidad el escrutinio final con el firme compromiso de leer muy bien el resultado de las provincias del interior argentino y, en particular, el mensaje del campo” expresó Domínguez, dando cuenta de que el golpe acusado por el peronismo era mucho más que una suposición.
De a poco empezaron a llegar los primeros números extraoficiales de provincias y municipios del conurbano y el fantasma fue tomando cuerpo. Voceros del oficialismo confirmaron por lo bajo que Milei sería el candidato más votado en varias provincias. Se animaron a confirmar cuatro: La Pampa, Corrientes, Mendoza y Neuquén, pero para esa hora ya se hablaba también de la gran elección del libertario en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Por esas horas, la gran incógnita era cuán lejos podía llegar el porcentaje de Milei y, sobre todo, cómo quedaría Sergio Massa como candidato individual y Unión por la Patria como frente.
Finalmente llegó el baldazo de agua fría, cuando la tensión ya se volvía incontenible. De todos lados llegaban resultados que daban muy alto a Javier Milei y no lo suficientemente arriba a Massa, augurando un golpe duro para UP. Pasadas las 22:40, Julio Vitobello anunció que los primeros resultados estaban disponibles en la web oficial y, casi de forma sincronizada, en el búnker de UP la primera plana del oficialismo salió a contener el bombazo. Mientras la página oficial daba a Massa apenas con el 20% y a UP como tercera fuerza detrás de LLA y JxC, el Jefe de Gabinete y candidato a vicepresidente, Agustín Rossi, hizo el control de daños posible a esa altura de la noche.
El “Chivo” anunció el punteo de las 2002 mesas testigo del oficialismo en todo el país, que dejaba un poco mejor parado al peronismo que lo que mostraron los primeros datos oficiales. Milei 30%, Massa 23%, Bullrich 16%, Larreta 11% y Grabois 5% anunció Rossi, planteando que UP sería la segunda fuerza, dos puntos debajo de LLA y uno por arriba de JxC. “Como venimos diciendo, lo que hacen las primarias es posicionar los candidatos de cada uno de los espacios. Hoy terminaron las PASO, mañana empiezan las generales para hacer todo lo que tengamos que hacer para que en octubre le entreguemos el triunfo a nuestro compañero Sergio Massa”, sentenció Rossi.
Luego llegó el momento de anunciar la buena noticia que el peronismo necesitaba para sentir que la noche no había sido una catástrofe. El jefe de asesores de la gobernación bonaerense, Carlos Bianco, anunció con bombos y platillos el triunfo de UP en la provincia. También con el mecanismo de las mesas testigo, Bianco anunció que Kicillof cosecharía el 34% de los sufragios y sería el candidato más votado y UP el frente más votado en la elección. También expresó que la candidata libertaria, Carolina Píparo, quedaría como la segunda candidata, y que Santilli y Grindetti no llegarían al 30% con la suma de ambos.
Los referentes de UP dejaron el escenario y abrieron un período de alrededor de una hora en la que los números del escrutinio crecían y la diferencia inicial no terminaba de acortarse. Los resultados seguían dejando a UP como tercera fuerza nacional y Massa no perforaba los 22 puntos. En ese marco, un rato después, saltaron a escena en el interior del búnker los protagonistas de la jornada peronista.
Sergio Massa, Axel Kicillof, Máximo Kirchner, Eduardo de Pedro, Leandro Santoro, Juan Grabois, Cecilia Moreau, Agustín Rossi, Juliana Di Tullio, Victoria Tolosa Paz, Paula Penacca, Paula Abal Medina, salieron a dar la cara frente a la militancia y a ponerle el cuerpo a una noche muy fría para el peronismo. Grabois, Santoro, Kicillof y por último Sergio Massa le pusieron palabras a la derrota nacional, el triunfo bonaerense y la expectativa por un balotaje porteño. Con el ánimo posible, los dirigentes dijeron lo que tenían para decir y dieron vuelta la página de agosto con rumbo a octubre.
Con menos del 10% de las mesas del país aún por escrutar, UP apenas alcanzaba el 27% de los votos, marcando el registro más bajo del peronismo. Además, quedaba algo más que un punto abajo de JxC y más de tres puntos debajo de LLA. Restará ver cuánto del 30% de la población que no asistió a las urnas logrará movilizar el peronismo, y cómo se acomodará en el tablero general con dos oponentes de derecha como rivales y otra campaña por delante. La expectativa, sin embargo, apenas lograba abrigar en la fría, la helada noche de Unión por la Patria. La noche más fría del peronismo.