La vacuna y el discurso de la confusión
El escenario discursivo en el que se vio envuelta la vacuna Sputnik V en nuestro país muestra los daños políticos más allá del COVID
El 10 de diciembre de 2020, el presidente de la nación comunicaba lo que sería la noticia más esperanzadora desde que, nueve meses antes, fuera decretado el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio en todo el país: el acuerdo con la Federación Rusa por la provisión de la vacuna Sputnik V. Sin embargo, no fue suficiente para acabar con la recalcitrante descalificación de un sector que, en connivencia con los medios de comunicación, se ha dedicado sin escrúpulos a ofuscar la gestión de Alberto Fernández.
La novedad de la vacuna, que llegaba para brindar ilusiones luego de varios meses sin un horizonte definido, fue otro insumo de operación política. Periodistas, políticos y líderes de opinión contribuyeron notablemente a generar un clima de duda injustificado sobre su procedencia y confianza, desoyendo el aval nacional e internacional y demostrando que sus marcados intereses trascienden cualquier frontera moral. El uso indiscriminado de la vacuna para dividir, fragmentar y generar desconfianza, será tristemente recordado en nuestra historia reciente.
Días atrás, la prestigiosa revista científica internacional The Lancet publicó en un informe los resultados de los análisis sobre la eficacia de la vacuna Sputnik V, que arrojó la importante cifra del 91,6%. Esta noticia, que vino a respaldar los estudios preliminares sobre la vacuna, provocó un cambio de estrategia discursiva opositora: de la desconfianza, a los retrasos de suministro de las dosis; contratiempo lógico si uno tiene en cuenta la dinámica logística a nivel mundial y adversidades derivadas.
Sin embargo, ajeno a los discursos de la desconfianza y el descrédito, el Gobierno Nacional está llevando a cabo una campaña de dimensiones históricas para que cada ciudadana y ciudadano argentino tenga su vacuna. Cientos de miles ya fueron inoculados y otros millones ya se registraron para obtener la dosis; ya se proyecta el arribo de nuevas partidas y se avanza con los acuerdos para garantizar otras futuras. Municipios y organizaciones trabajan incansablemente para orientar, inscribir y registrar a los vecinos y vecinas.
En la Provincia de Buenos, territorio de mayor densidad demográfica del país, la logística de la campaña de vacunación ha estado a la altura de las circunstancias. Ya fueron inoculados más de 200 mil bonaerenses en un trabajo de coordinación de fuerzas de los distintos niveles de gobierno. Días atrás, Axel Kicillof, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, señaló que el número de inscriptos avanza hacia los dos millones y va en ascenso. Cifras que reflejan el objetivo claro de una gestión y el optimismo de las y los bonaerenses.
A casi un año de comenzado el aislamiento por esta pandemia que no deja de azotar al mundo entero, el Estado sigue estando presente donde debe estar. Será la historia quien juzgue los errores y aciertos de una gestión que asumió el mandato con el objetivo concreto de recuperar el país de la crisis dejada por el neoliberalismo, y se encontró imprevistamente con otra contingencia de orden mundial, imprevisible y urgente. Será la historia, también, quien juzgue el daño causado por un sector en el afán de poder político.
* Zarateña, socialista y militante de Nuevo Zárate.
Diputada Provincial por la Segunda Sección Electoral del Frente De Todos. Twitter: @Patmoyano