El fotógrafo Pablo Grillo lleva casi dos días en coma tras una cirugía de emergencia en el Hospital Ramos Mejía. Permanece en estado muy grave y su pronóstico es reservado. El miércoles cubría la represión ordenada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en Congreso cuando la Policía le disparó un cartucho de gas que le abrió el cráneo y lo dejó tumbado inconsciente. Pero para la diputada libertaria Lilia Lemoine no fue más que un tema de cocina: “No podés hacer omelette sin romper un par de huevos”.

La ingeniosa metáfora de la maquilladora y cosplayer que representa al Gobierno en el Congreso de la Nación integra varios elementos aberrantes. “Hacer un omelette” significa, desde luego, reprimir a cientos de jubilados, hinchas, manifestantes, ciudadanos ajenos e incluso periodistas en un operativo violento y descontrolado. “Romper un par de huevos”, por su parte, es sencillamente romperle la cabeza a un fotógrafo que intentaba captar con su cámara dicho sangriento operativo. Ahora, Pablo Grillo lucha por su vida.

“No podés hacer un omelette sin que se rompan un par de huevos”, fue la frase que escogió Lemoine para justificar el indignante episodio. En diálogo con A24, la dirigente libertaria aclaró que el intento de asesinato “fue un horror”, pero “no es culpa de la Policía” (que fue la que disparó el cartucho de gas, como lo confirma la tonelada de pruebas y registros fílmicos del momento). Lejos de aquello, lo que pasó es que simplemente el trabajador de prensa “no debería haber estado ahí”; es decir, en la línea de tiro de los agentes.

“Lamento que esté entre la vida y la muerte, es algo trágico, pero la Policía actuó de manera correcta”, agregó. Luego, ante la repregunta de los periodistas (que, pese a todo, le aclararon que estaban de acuerdo con los planteos del Gobierno), la diputada reconoció que puede que no todos los efectivos estén “preparados” para actuar en la calle, pero “siguen siendo los buenos”. Y avisó, por si quedaban dudas: “No los voy a culpar y no los voy a responsabilizar”. Fin.