El expresidente Mauricio Macri busca patear el tablero y marcar el rumbo del partido que fundó hace más de veinte años, en medio del desconcierto y del fuego interno. La actividad de lanzamiento del PRO en el Arena Studios de La Boca, lugar más que amigable para la liturgia macrista, es la excusa que usa el flamante titular del partido amarillo para inflarse de volumen político.

Todavía es una incógnita si habrá más oradores, además de Macri, pero los ánimos que el lider PRO busca esparcir a toda su tropa es que, con las leyes inaugurales para el primer tramo del gobierno de Javier Milei aprobadas, teniendo al elenco amarillo como el principales aliado de la gestión “libertaria”, es momento de pasar a un nuevo “segundo tiempo”.

El expresidente decidió bajar el tono de la crítica al oficialismo después de que actual alcalde porteño y primo de Mauricio, Jorge Macri, se reuniera con el extitular de Hacienda y del BCRA durante la gestión CAMBIEMOS, y actual ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, para acordar la transferencia de fondos de la coparticipación a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ordenado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Los Macri habían pegado el grito en el cielo, porque CABA es el bastión fundacional del PRO y uno de los últimos refugios de la administración macrista.

En esta nueva fase, para Macri y su equipo más cercano es vital sostener cierta demarcación de La Libertad Avanza (LLA) para evitar ser fagocitados. Esta diferenciación estaría basada no tanto en las ideas centrales como el recorte monumental del gasto público, el achicamiento de la estructura estatal o la “desregulación” de la economía con reformas de todo tipo, sino en si esos planteos tienen sostenibilidad en el tiempo con la administración de Milei, que es tomado con pinzas por los mercados financieros.

El derrumbe del comercio, la producción y la construcción tampoco pasan desapercibidos por la profunda recesión que implican y que se profundizan mes tras mes. Todo esto había quedado de manifiesto cuando Macri utilizó el think tank de la Fundación Pensar, que ahora preside la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, para mostrar los Talones de Aquiles de la gestión Milei.

Pero los pilares de esa demarcación, de acuerdo a fuentes a las que accedió Diagonales, tienen más que ver con “lo político y lo institucional”, y con la forma de llevar adelante la gestión del Poder Ejecutivo. La crítica por la designación para la Corte Suprema del juez federal Ariel Lijo será uno de los principales blancos del discurso de Macri.

Es por eso que la foto que pueda lograr mañana Macri con sus aliados dentro del PRO puede anticipar el peso que tendrá una vía alternativa a LLA de cara a las elecciones legislativas del año que viene. En ese trayecto a noviembre del 2025, para el expresidente será de extrema necesidad mostrarse como aliado en algunos temas coyunturales y ser “más opositor” en otros.

Dentro del grupo de gobernadores que dirán presente a la cita amarilla están el exministro de Interior macrista y actual mandatario de Entre Ríos Rogelio Frigerio; Ignacio “Nacho” Torres, de Chubut; y, el primo del Macri y actual jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.

En el panel con Macri estarán sentados dos pesos fuertes en el territorio bonaerense: la intendenta de Vicente López, y aliada clave de los Macri, Soledad Martínez; y, el actual jefe comunal de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro.

También serán de la partida el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, que gestiona al primer municipio que adhirió al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que logró aprobar el gobierno nacional; y el exjefe comunal de Pinamar y actual titular de la Asamblea PRO, Martin Yeza.

Era de prever que la explosión del partido que ocurrió hace semanas, cuando Macri vació de poder y aisló del PRO a la actual ministra de Seguridad de Milei, Patricia Bullrich, desembocaría en que la exaliada de Macri desisitiera de participar en el acto partidario. Si bien la exmontonera no se irá del partido, ahora ve con buenos ojos despegarse de las discusiones internas y concentrarse en la gestión “libertaria”.

El cortocircuito de Macri con Bullrich, aliados para la táctica electoral durante el balotaje presidencial que posibilitó a Milei llegar a la Casa Rosada, tiene como punto de no retorno el énfasis que la extitular de Trabajo de la Alianza hace sobre la necesidad de fusionar al PRO con LLA.

A eso sobrevino el desplante contra Bullrich en la elección de autoridades de la Provincia de Buenos Aires, que quedó en manos del titular del bloque PRO en Diputados Cristian Ritondo, y en el corrimiento la ministra de Seguridad de LLA de la Asamblea Nacional del partido, que es presidida por Yeza. De hecho, diputado nacional bullrichista Damian Arabia, que es vicepresidente 2° del Consejo Directivo, tampoco tiene lugar en esa estructura partidaria.   

Del otro lado del río amarillo está Horacio Rodríguez Larreta, con quien Bullrich tuvo una interna descarnada en las PASO presidenciales. Desde el equipo de comunicación del exjefe de Gobierno porteño confirmaron a Diagonales que no estará presente en el mitin partidario.

No quisieron dar más precisiones de las razones, pero por lo que se reconstruye del último tiempo político del economista graduado en Harvard, que planteó un largo silencio, las recriminaciones a Macri llegan por el papel del PRO durante los primeros meses de gestión de LLA, en los que, con la excusa de “dar herramientas” al Poder Ejecutivo, fueron a fondo con el acompañamiento a todas las iniciativas de Milei y su equipo.

El énfasis de Bullrich por la fusión con LLA admite un posible encuentro de legisladores nacionales y provinciales del PRO con los que responden a Milei. Sería bajo la coordinación de Pablo Walter, Arabia y Diego Valenzuela, por su lado, y de Sebastián Pareja, por los “libertarios”.

Por otro lado, Larreta perfila una nueva opción centrista. En su esquema de propuesta política más “equidistante” de LLA y del kirchnerismo, Larreta apunta a un armado bajo los lineamientos del desarrollismo, que catalice hipotéticos desencantos con las opciones extremas.

Esas que hoy parecen encantar a buena parte de la sociedad argentina.