Los miedos que generan las próximas elecciones
Casi sin tiempo para pensar en lo que queremos, los argentinos nos enfrentamos a una nueva elección decisiva, qué definirá el futuro del país, como mínimo los próximos 4 años, y quizás defina el proyecto de país de este siglo que recién empieza.
La vuelta del populismo
La campaña del miedo, que el entonces Cambiemos, hoy Juntos por el Cambio, decía que el kirchnerismo aplicaba hacia ellos, parece ser utilizada por el oficialismo para enfrentar al Frente de Todos. La vuelta de la corrupción, la ineficiencia en el gasto de lo público, el enfrentamiento entre argentinos y como si fuera poco, el marxismo, son utilizados para mostrar que la Argentina se dirige nuevamente al caos del populismo.
Mientras tanto, el gobierno no les dice a los argentinos que piensa hacer. Solo insiste en dividirlos, no por proyectos, sino por estéticas, formas, colores. ¿Qué pasará en la Argentina si gana Juntos por el Cambio, con el empleo, la pobreza, la inflación, las tarifas, la educación pública, los hospitales o sea? ¿Cuál es realmente el modelo de país que impulsa? Parece que para el oficialismo solo importa que no gane el Frente para Todos.
El poema nacional rezaba que la desunión de los hermanos los llevaba a ser devorados. Quizás la grieta, tan impulsada por muchos sectores, esté impulsando una política económica equivocada.
Los de afuera “apoyan” la reelección de Mauricio Macri, ello explica que los EEUU presionen tanto sobre el FMI para que este preste la cantidad de dinero que no sirve más que para mantener tasas de interés y para que el dólar no aumente. ¿Quién pagará esa deuda millonaria que no fue gastada en nada que sirva para mejorar la economía argentina, y que solo sostiene el precio del dólar? La apuesta política que proviene de afuera hacia Mauricio Macri solo tiene una explicación: garantizar que la Argentina firme y presione para que sus socios del Mercosur firmen cualquier tratado internacional de libre comercio en un contexto en que la economía mundial se encuentra en una guerra comercial. Esos tratados imponen que la Argentina solo dependa de lo que exporta, que son sus bienes primarios y abra la economía a todos los bienes manufacturados que viene de los países desarrollados. Esa Argentina solo puede sostener a 10 millones de argentinos, ¿Qué piensa hacer Juntos por el Cambio con los 30 millones restantes? Esperemos que no sea lo mismo que hace con aquellos que duermen en la calle, desprovistos de cualquier contención estatal.
En la última elección del 2013, anteúltima campaña con el kirchnerismo en el poder, se inventó la imagen de Argenzuela. Lo cual significaba que la Argentina podía terminar como Venezuela. Claro, la primera diferencia es precisamente que la Argentina no es Venezuela. No es por su sistema político, ni por su entramado social, ni por su desarrollo económico, Argentina es otro país. Pero fue una imagen tan fuerte, que caló en las retinas de muchos argentinos, hasta que claro, el gobierno de Cambiemos demostró que inclusive, un gobierno pro mercado, con relaciones con las principales potencias del mundo, podía generar que la Argentina sea un país tan débil en términos económicos (no hablaremos aquí de la debilidad de las instituciones en un gobierno que gobierna con tantos decretos). Claro, y en el marco de nuestra diferencia y nuestra debilidad, vuelve la imagen “populista venezolana” a enfrentar a la ordenada “republica argentina”. Mal le hace a Juntos por el Cambio agitar esas imágenes, por que las imágenes de Venezuela están muy lejos, y las de Argentina superan nuestra capacidad de asombro día a día.
El mayor miedo es la incertidumbre
Dos proyectos de país diametralmente distintos parecen estar en juego en las próximas elecciones. Lo cual genera incertidumbre en todos los actores económicos y sociales. Como si al país lo pudiera gobernar, pensando en la analogía injusta norteamericana: o el sur esclavista y orientado al mercado mundial o el norte industrialista enfocado al mercado interno. Ese, creemos es el principal miedo, las dos puntas en que están divididas las ofertas electorales. Quizás, en cierto sentido, la propuesta del Frente para Todos, incluya un poco de ambos proyectos, aprovechar lo que pide el mercado mundial, industrializarnos lo más que se pueda y tratar de consumir en el mercado interno lo que nosotros producimos. El Frente Juntos por el Cambio, como ya dijimos anteriormente tiene que explicar cómo incluirá a todos los argentinos en un proyecto de exportación de materia prima, muy parecido al que la Argentina tenía a principios del siglo XX, pero con 1/3 de su población actual.
*Licenciado en Sociología, Doctorando en Ciencias Sociales, Docente de la UBA. Twitter:@Pablolopezfiori
