Lospennato: “El equipo de Bullrich plantea la discusión en la calle y con la violencia”
La precandidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires del espacio de Horacio Rodríguez Larreta, Silvia Lospennato, planteó a Diagonales las diferencias de su espacio con el del sector más duro de JxC. Se posicionó en tono dialoguista sobre las “decisiones que deben tomarse en la Argentina” y que “se esquivan”, y enumeró los cambios que deben producirse en el país a partir del 10 de diciembre.
Los días de campaña se hacen largos para Silvia Lospennato, de cara a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto. Este fin de semana continúa su recorrido por el interior de la provincia de Buenos Aires. “Es agotador, son muchas horas recorriendo pero también es muy bueno poder charlar con la gente. El problema es que para la época de las PASO siempre hace frio”, bromeó la licenciada en Ciencias Políticas de la UBA.
Se declara una gran lectora, que “desde chica” siempre tuvo un vínculo muy estrecho con la literatura, y siempre tiene un libro “a mano en la cartera”. Aunque tiene preferencia por ciertos autores de ficción que lee durante el verano, su interés en estos meses viró hacia la actualidad y la economía. Y su elección sobre estos temas es diversa: desde su compañero de precandidatura en Diputados José Luis Espert, pasando por el exministro de Producción de Alberto Fernández Matías Kulfas, hasta el precandidato por Unión Por la Patria Juan Grabois.
Lospennato comenzó su carrera política en 2007 en la provincia de Buenos Aires durante la gestión de Daniel Scioli, de la mano del exjefe de Gabinete de la presidencia de Eduardo Duhalde y exdiputado nacional, Alfredo Atanasoff. Un punto de inflexión para ella fue cuando, mientras era subsecretaria en Inversiones y Cooperación Internacional, se produjo el conflicto con las entidades agropecuarias por la suba de las retenciones móviles en el 2008, y el gobernador Scioli definió adherir a la medida del gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner.
Esta crisis política y social derivó en el alejamiento de Lospennato y del resto del equipo encabezado por Atanasoff, que se aliaron con el empresario Francisco de Narváez y Mauricio Macri para lanzar la campaña de las elecciones legislativas de 2009 con el sello de Unión PRO. “A partir de ese momento comenzamos a trabajar en una nueva coalición política para la provincia de Buenos Aires, con aliados del peronismo como Felipe Solá. En esa elección del 2009, con De Narváez a la cabeza le ganamos a Néstor Kirchner que puso una candidatura testimonial, y a Sergio (Massa)”, repuso la diputada.
Luego de la escisión de ese armado, Lospennato siguió trabajando con el armador político de origen peronista Emilio Monzó para llevar adelante la campaña presidencial de Macri en 2011, que finalmente no se presentó y fue reelecto como jefe de Gobierno porteño. En ese momento, Lospennato se integró orgánicamente al PRO, aunque reparó que “Emilio nunca lo hizo”.
Los siguientes cuatro años estuvo en el equipo que apalancó la candidatura de Macri para el 2015, fue subsecretaria de Gobierno en la Cudad de Buenos Aires, y participó en la construcción de la coalición de JxC junto con el radicalismo y la Coalición Cívica.
Los últimos ocho años, Lospennato fue diputada nacional y secretaria parlamentaria del interbloque de JxC. Su papel fue preponderante en el debate sobre la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (ILE), en favor del aborto, y no cree que en estos momentos sea un tema que la Argentina tiene que volver a discutir: “El debate se cerró como se cierran estos debates en la democracia. Con una ley que garantiza derechos y por suerte eso hoy se cumple en casi todos lados”, sentenció.
Luego de ese racconto, Lospennato no hizo evasivas para referirse a la actualidad de la política nacional, sus expectativas con este proceso electoral y la furiosa interna de su espacio que todos los días escribe un nuevo capítulo.
Si tenés como referencia de trabajo a Emilio Monzó se puede inferir que en tu ADN político está siempre presente la necesidad de buscar acuerdos con otras fuerzas que tengan otros recorridos y otras visiones de lo que hay que hacer…
-Fue quien más oportunidades me ha dado en la política. Además de mi amigo, fue mi padre político. Aprendí muchísimo con él. Mis funciones en otras etapas siempre fueron más técnicas, y con él pudimos armar cosas tanto para la provincia de Buenos Aires como a nivel nacional para Mauricio. Emilio es quien más sabe del diálogo y del consenso en la Argentina.
¿Cómo te tomó el nombramiento de Horacio Rodríguez Larreta para que seas una de las figuras más visibles en Diputados?
-Pensé que podía serlo, no era mi obsesión pero creo que es un lugar en el que puedo aportar para la construcción de lo que hay que hacer en la Argentina. Nosotros con Horacio creemos que el país que viene tiene que tomar algunas decisiones que hace muchos años que no toma para salir adelante. Tenemos que ponernos a hablar de temas que se esquivan.
¿Por ejemplo?
-Si vos tomás la base del Fondo Monetario Internacional (FMI) en los últimos diez años, más exactamente desde 2011 hasta 2022, el promedio del crecimiento del PBI argentino es de 0,4 por ciento. Se trata de un país que no crece y se deteriora el PBI per cápita de todos los argentinos. Además esto se reparte desigualmente, entonces la situación es mucho peor. Hay gente en la peor pobreza y gente a la que le va muy bien. Por eso es que digo que hay que hacer las cosas de forma diferente a cómo se vienen haciendo. Lo que nos urge a los dirigentes políticos es realmente la necesidad de ponernos de acuerdo.
¿Cómo se pueden poner de acuerdo visiones tan antagónicas de país?
-No es simplemente dialogar, hablamos de un dialogo más profundo. En ese encuentro debemos definir, por ejemplo, que vamos a aprovechar al máximo las oportunidades de Vaca Muerta. Tomemos esa decisión. Tenemos una buena resolución legislativa que permite la explotación del recurso. Hicimos una modificación en su momento acordada con el gremio por el tema del estatuto de los trabajadores del petróleo, lo que hizo que se destrabasen los conflictos. Pongámosnos de acuerdo en que hay que hacer las inversiones, y veamos cómo es la mejor manera de hacerlas. Si hubiésemos tenido este acuerdo nos hubiera permitido mayor nivel de inversión, y estoy segura de que hubiéramos podido llegar más lejos aún de lo que se ha terminado. Si hay continuidad, y el gobierno que viene retoma donde dejó el anterior y no hay vuelta atrás. Al menos tenemos que hacerlo en temas donde sabemos que la Argentina tiene ventajas estratégicas.
¿Pensás que durante el gobierno de Macri se podría haber avanzado más con las obras de Vaca Muerta?
-Se hizo lo que se podía hacer. El problema es que eso no se continuó. Se demoró tres años y tal vez fue porque no hubo acuerdos, por los que de entrada se podría haber pensado la forma de financiamiento, si era mejor la iniciativa público- privada. Como uno piensa que este proyecto se seguirá en los próximos gobiernos sería bueno que exista esa planificación y pensar un poquito a largo plazo, y no solo en los cuatro años que le toca a cada uno.
¿Esto lo pensás para otros sectores estratégicos del país?
-Definitivamente, si queremos desarrollar en serio la industria del litio y de las baterías tenemos que dar ese debate. Lo mismo si queremos desarrollar y duplicar las exportaciones del campo, del complejo agroalimentario. Tenemos que ponernos de acuerdo en lo que hay que hacer y no que llegue uno y suba las retenciones, y luego quien le sigue las baje, primero con más, y después con menos impuestos. Tampoco tenemos acuerdos sobre la industria de fertilizantes, ni hay acuerdos sobre la ley de semillas. Esto es algo grave siendo que la Argentina es un país punta de lanza en tecnología aplicada a las semillas. Todo esto son discusiones parlamentarias que tenemos que dar para que el crecimiento se sostenga en el tiempo y no sea una cosa esporádica. No puede ser que porque el precio de la soja suba por un determinado tiempo nos vaya bien y después baje y sea todo un desastre. Con el sector ganadero pasa lo mismo, no puede ser que bajemos las exportaciones por no poder sostener en el tiempo una política ganadera para que la inversión en la cría del animal no sea un peso infernal. No tener precios claros de los insumos no permite planificar ni saber a cuánto se va a poder reponer la mercadería, ni saber cuánto va a ingresar de la próxima cosecha. Afecta a toda la cadena de la economía.
¿Cómo ves esto en el caso de la industria y el comercio?
-El comerciante no puede prever si va a caer o a aumentar el consumo, por lo que no sabe si podrá poner un empleado más o no, sumado a la incertidumbre del empresario PYME sobre el tema de las multas laborales. Esto último es algo que con Horacio creemos que se tiene que debatir rápidamente en el Congreso. Y haciendo esto no estás sacando ningún derecho laboral. Hay que dejar de hablar con títulos. Modernizar el sistema laboral resolvería el problema del principal empleador en la Argentina que son las PYMES, sobre todo las más pequeñas que tienen entre cinco y diez empleados. Hay que ir muy fuerte contra la industria del juicio. Al empresario no le cuesta pagar el salario de su trabajador, sino las cargas sociales, los impuestos al trabajo son muy altos en general. Pero más le cuesta el temor a un juicio por el cual puede terminar perdiendo su patrimonio, y eso inmoviliza al mercado. Hoy en día hay 8 millones de trabajadores en la Argentina que no tienen ningún derecho laboral. De todo esto hay que hablar. Yo no tengo dudas de que el Congreso será probablemente el lugar más relevante de los próximos cuatro años.
¿Este diálogo necesario ves que también se necesita entre los precandidatos de tu espacio? Para el Congreso hay dirigentes de trayectorias muy diversas, como vos, Pichetto, Espert y Cynthia Hotton…
-En el Congreso hay una dinámica diferente a la que hay en el Poder Ejecutivo, ahí las decisiones, al menos en la Argentina, las toma uno solo y el poder es unipersonal. Lo que pasa es que acá ahora hay una anomalía que es que el presidente no puede tomar decisiones sin consultarle a su vice. En nuestro caso, las decisiones no las toma solo una persona ni cinco caras visibles. Las decisiones en el Congreso las toman 129 diputados y 37 senadores. Si vos podes ver en una coalición distintas miradas, más desafiante es acordar con los que no son de tu coalición política. Y hace años que en nuestro país ninguna fuerza tiene mayoría propia. Ahí está el desafío. Tenemos que expresar la mayor diversidad posible y tener la capacidad de, aun siendo diversos, tener puntos de acuerdo. Nuestros puntos de acuerdo con todos los precandidatos en el Congreso son el acuerdo programático, que firmamos todos los que estamos en las listas, y nuestras propuestas, que Horacio presenta todos los días. A eso llegamos trabajando más de un año con todos los partidos que integramos la coalición.
¿Y esta diversidad combinada con unidad dentro de tu espacio se mantiene en JxC con el espacio adversario de la interna? ¿Qué pasará después de las PASO?
-Definimos una política que seguiremos, gane quien gane en la interna y eso está presentado en la plataforma electoral. Así es como se trabaja con seriedad. No queremos ir el primer día a discutir si tenemos que hacer o no un reordenamiento fiscal en la Argentina para gastar lo mismo que se recauda y no más. En eso ya nos pusimos de acuerdo y lo firmamos todos. Después el cómo, con qué velocidad, con qué sectores, dependerá de quién gane la interna. Tenemos el mismo objetivo y el compromiso es exactamente el mismo, pero el cómo es lo que no está en las propuestas de la plataforma. Nosotros creemos que el cambio se hace con el acuerdo.
¿Y el sector de Patricia (Bullrich)?
-Evidentemente el otro equipo tiene otro mecanismo. Ellos plantean la discusión en la calle y con la violencia. Nuestra convicción es que la política pública no se discute en la calle. Las propuestas se debaten en el Congreso y en cada ámbito institucional que corresponda. Por eso pusimos a las personas de mayor experiencia en el trabajo parlamentario y la elección que Horacio hizo de mí se basa en los ocho años que soy secretaria parlamentaria del interbloque de JxC y en que me ocupo de juntar el número. Primero, siendo gobierno, y ahora como oposición. Esto significa dialogar con todos los bloques y construir mayorías.
¿Axel Kicillof es invencible en la provincia?
-No, pero el único que le puede ganar es Diego Santilli.