El presidente de la Nación Javier Milei le estrechó las manos este viernes a su copiloto en el diseño del programa económico argentino, la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva, junto a quien se halla en tratativas para firmar un nuevo acuerdo de deuda que le permita al Gobierno acceder a nuevos desembolsos como el autorizado ayer por el organismo y, a la vez, profundizar el impacto de la “motosierra”. La bilateral transcurrió en buenos términos, con chistes y anécdotas de por medio.

El líder de La Libertad Avanza ya se había visto las caras con Georgieva antes, pero siempre es una buena oportunidad para reafirmar los puntos de contacto entre la plataforma ideológica de su gestión y los planes de la institución financiera, que ayer le dio el visto bueno al “sobrecumplimiento” de las metas del programa vigente y premió el desempeño de la Argentina con una recompensa “inmediata” de casi 800 millones de dólares. El objetivo del Gobierno va más allá: buscan cerrar un nuevo entendimiento con el FMI y creen que la posibilidad no es lejana.

X de Oficina del Presidente

“Qué placer enorme hablar con usted, siempre es un placer encontrarla. Siempre me encantan las reuniones con usted porque es hipertransparente y creo que conectamos desde la transparencia”, constató Milei durante el encuentro. Georgieva le devolvió la gentileza: “Sí, creo que lo hacemos; también, la otra forma en la que nos conectamos es que ambos amamos la economía”. El presidente replicó con una anécdota: “El otro día estaba en una cena con un profesor y nos divertíamos hablando de economía. Eso a los liberales nos gusta”.

La buena onda fue presenciada por la Secretaria General Karina Milei, hermana del mandatario, y por el embajador argentino en Estados Unidos Gerardo Werthein. Ambos forman parte de la comitiva que llevó el jefe de Estado a la cumbre del G7 en Italia, donde tiene planeado reunirse con diversos líderes mundiales como la primera ministra local Giorgia Meloni, su par de Francia Emmanuel Macron, el titular del banco Mundial Ajay Banga y, aunque sea tan solo a modo de saludo y reconocimiento, el Papa Francisco.