Peronista estrellada todoterreno
Elegida por Alberto Fernández y aceptada por CFK, Tolosa Paz cuenta décadas de peronismo, militancia y gestión del Estado. Conoce todas las canchas y tiene todas las ambiciones. La trayectoria y la vida de la primera espada del oficialismo bonaerense para la batalla 2021
El 24 de junio de 1973 los planetas se habrían alineado en forma tal de alumbrar un futuro auspicioso para los nacidos bajo ese día de signo cáncer. Así al menos lo cree Victoria Tolosa Paz, quién esa jornada del 73 vino al mundo en la ciudad que aspira a gobernar dentro de dos años. En sus pensamientos, ese futuro auspicioso podría llegar incluso al Sillón de Rivadavia. Y si se tiene en cuenta el éxito de algunas personalidades con las comparte cumpleaños, sus sueños no parecen imposibles: Lionel Messi, Juan Román Riquelme, Juan Manuel Fangio y Ernesto Sábato son algunos de los que soplan o soplaron velitas los 24 de junio.
El interés por la astrología es una de las cosas con las que su padre marcó la vida de la actual precandidata del oficialismo bonaerense. Ella lo define como un trotamundos aventurero de clase media platense, que vivió en Brasil, España y Londres, de quien secó su personalidad extrovertida. También reconoce su ausencia en muchos momentos como una raíz de su carácter fuerte y su actitud arrolladora en la vida. Juan Honorio Tolosa Paz se separó de su esposa y se sumergió en la astrología después de los treinta y ya con cuatro hijos, y sus viajes y estancias en otras latitudes tras el estudio de los astros dejaron una familia desmembrada donde hubo que forjarse y hacerse fuerte.
Su madre, Laura Figliozzi, se casó siendo muy joven, a los 18 años, y estudió Bellas Artes pero trabajó siempre como empleada de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal Nº 1 de La Plata. Su trabajo y su condición de madre sola con cuatro hijos a cargo estructuraron mucho de lo que Victoria sería en el futuro. Mientras vivía el día a día de la lucha de su madre por sostener el hogar trabajando duro, la hermana de Consuelo, Justina y Juan Honorio creció recorriendo los pasillos del juzgado donde se elaboraban los padrones electorales. Una relación con el Estado y su gestión que no haría más que crecer y consolidarse con el tiempo.
En el 76, a un mes del golpe, los Tolosa Paz escaparon de la difícil situación platense durante la dictadura y se refugiaron en Posadas. Allí Victoria hizo el jardín, en los dos años que la familia vivió lejos de su pago. Pero de ahí en adelante y una vez vuelta a la ciudad de las diagonales, la ligazón con La Plata fue creciendo hasta transformarse en la obsesión que la actual Concejala ad Honorem tiene por gobernarla algún día. Casi toda su infancia transcurrió a pocas cuadras de la Catedral, la Municipalidad y la Escuela Normal 1, donde cursó sus estudios desde que volvió de Posadas hasta terminar el secundario. El club de Hockey Santa Bárbara fue otro de sus lugares de pertenencia, en el cual construyó amistades que aún hoy conserva.
La vocación de servicio siempre estuvo presente de alguna manera en su perspectiva. Antes de decidirse a ser contadora, imaginó una carrera como maestra jardinera o pediatra. Su trabajo posterior, con múltiples programas y planes del Estado de asistencia a la niñez, pueden encontrar quizás allí una raíz. Pero se terminó inclinando por su pasión por los números, que la llevaba a esperar las clases de matemáticas para pasar al pizarrón y hacer las ecuaciones propuestas, tallando desde entonces otros dos grandes rasgos suyos: la fluidez en el manejo de las cifras que se le puede escuchar en cualquiera de sus múltiples entrevistas, y comodidad frente a la exposición y el estar en el centro de la escena.
Su primer tránsito por la Universidad no fue lo que la encontró con la militancia ni con el peronismo, y además se vio muy condicionado por su primer embarazo. Replicando el modelo materno, Victoria se casó a los 20 años con Santiago Magliano en busca de la formación de una familia, un nido propio como lugar de contención. La experiencia de la inestabilidad de crecer con un padre abandónico y bastante especial, según lo define ella misma, la forjó en un carácter y una seguridad propia que se le nota a kilómetros y que a los 20 años la hacían sentirse una mujer adulta totalmente constituida. Primero llegó Bautista y dos años después, mientras seguía estudiando, trabajando y construyendo su casa de Villa Elisa, llegó Juana.
Ese ímpetu todo terreno hizo que se fijara en ella una vecina que le cambiaría la vida y sería su puerta de entrada al mundo de la política, la gestión del Estado y el peronismo. Corría 1996, y Nélida “Chichi” Doga era por entonces secretaria ejecutiva del Consejo de la Familia y Desarrollo Humano de la provincia, lo que actualmente es el Ministerio de Desarrollo Social. Victoria cuenta que Nélida la veía trabajar en la construcción de su casa, “vio que era una gran trabajadora (...) me conoció a los 23 años levantando una carretilla, rellenando mi terreno” le dijo recientemente al diario Perfil. Entre mates de vecinas Victoria contó que buscaba trabajo, Nélida le dijo que fuera con ella al Consejo, y de ahí en adelante “no paré más” cuenta precandidata a Diputada.
Allí comenzó lo que hoy Victoria describe como una “escuela de gobierno”, sacando pecho de su extensa y variada trayectoria por distintas instancias del Estado en la que se desempeñó en múltiples tareas. Todavía los expedientes se cosían a mano para foliarlos cuando la veinteañera Tolosa Paz comenzó el derrotero que la llevó desde una mesa de entrada a la actual primer candidatura a Diputada nacional. Pasar por compras, tesorería, rendición de cuentas, servicios auxiliares, administración, liquidación de viáticos, etc. la formó para saber cómo se juega en cada cancha del Estado, un capital que hoy pone sobre la mesa en cada entrevista para mostrar que no es una improvisada, y que saca a relucir como puñaladas letales en cada discusión con opositores y periodistas, a muchos de los cuales suele dejar expuestos cuando descarga su habitual ametralladora de números, datos y procesos administrativos de la gestión que se suelen atacar sin conocimiento de causa.
Pero Tolosa Paz no solo se encontró con el Estado en esa primera experiencia bajo la administración Duhaldista, también conoció el peronismo, al cual jamás abandonaría. Hija de una familia de clase media y radical, casada con el hijo de un ex presidente de SOMISA durante el alfonsinismo, su aproximación al PJ y su doctrina había sido siempre por boca de sus detractores. Pero una vez en la estructura del Consejo de la Familia y Desarrollo Humano comenzó a recorrer los barrios de la provincia, y allí recuerda que los cuadros de Evita y Perón en las casas humildes, los relatos de los desposeídos y su vivencia del peronismo fueron lo que la convirtió. Era el año 1997 y la joven funcionaria recorría San Martín, Tres de Febrero, Guernica, La Matanza y muchos otros distritos censando los barrios y recogiendo en las experiencias de los sectores populares lo que no había tenido en su biblioteca familiar.
Por ese entonces no compartía los rumbos menemistas que se imponían al país, y pronto le llegaría su primer gran salto a la estructura nacional. Fue luego del estallido del 2001, la seguidilla de Presidentes en una semana y la posterior designación de Duhalde como primer mandatario en 2002. Allí, un gran equipo del Consejo provincial se trasladó al Ministerio de Desarrollo Social de Nación, cuando Chiche Duhalde designara a su compañera de décadas “Chichi” Doga al frente de la cartera. En plena crisis social, con el país prendido fuego, Tolosa Paz se haría cargo de la coordinación de la Jefatura de Gabinete del Ministerio. Tenía solo 28 años y tres hijos de 8, 6 y 4.
Un año y unos meses más tarde, con la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia y Alicia Kirchner al Ministerio, Tolosa Paz volvería a La Plata para estar más cerca de su familia y seguir trabajando en su ciudad. No hubo diferencias con la nueva administración, simplemente una decisión personal. Victoria y Sergio Berni fueron las dos personas que recibieron a Alicia Kirchner en el despacho del alado a de la Ministra, la primera vez que esta entró al Ministerio. Kirchner le ofreció quedarse, pero ante su deseo de volver a La Plata la ofreció la administración en la región del Fondo Participativo de Inversión Social (FOPAR), un programa del Banco Mundial para garantizar y mejorar la dieta nutricional en los comedores comunitarios. Victoria volvía a su ciudad, pero sin abandonar su camino en la gestión de políticas sociales ligadas a los más necesitados. Camino que siguió entre 2006 y 2008 cuando volvió a la administración nacional, esta vez para trabajar en la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas con Discapacidad (CONADIS), hoy Agencia Nacional de Discapacidad.
En esos años su vida daría otro giro sustancial. Más precisamente el 19 de julio de 2007, en un lanzamiento de campaña de la entonces candidata a Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Victoria militaba entonces la campaña de Carlos Castagneto, que iba en la interna platense contra Pablo Bruera y Julio Alak. Había ido al acto de lanzamiento como una militante más, del lado de afuera de las vallas, cuando una prima de Pepe Albistur la invitó a cenar con “los jefes de campaña”. El entonces Secretario de Medios tenía 59 años, y la joven Tolosa Paz 34. Hoy llevan 14 de relación, y están casados desde 2012.
Forjada en la gestión, en 2009 llegó el momento de su primer salto a la arena de la política. Fue con una candidatura a Concejala platense y la militancia por la postulación de Néstor Kirchner, que ese año perdería en la provincia con Francisco de Narváez. A partir de 2010 y fundamentalmente en 2011 trabajaría para la candidatura a Intendente de La Plata de Guido “Kibo” Carlotto, enfrentado con el entonces jefe comunal del PJ Pablo Bruera.
El dato pasa por reconocer la proximidad que Tolosa Paz tuvo en general con los armados electorales cristinistas. La foto de la interna de 2019, en la que compitió y perdió con Florencia Saintout, la elegida de CFK y La Cámpora en esa oportunidad, suele tapar ese apoyo a la lista camporista de 2011 y el que se daría seis años más tarde. En 2017, con varias alternativas del peronismo desplegadas en el menú electoral, Tolosa Paz se encolumnó bajo el armado de la actual Vicepresidenta, Unidad Ciudadana, obteniendo la banca como Concejala que se vence este 2021.
Quizás esos apoyos y la mejorada relación con Máximo Kirchner hayan sido factores determinantes en la aceptación de su candidatura por parte del riñón kirchnerista. Tolosa Paz ve en la evolución de La Cámpora y su líder un giro hacia un pragmatismo que los acerca a sectores del justicialismo con los que antes había mayores roces. Del otro lado quizás vean algo parecido, y la candidatura de este año allane el camino hacia la más fuerte aspiración a mediano plazo de la platense: encabezar la oferta peronista para recuperar la capital provincial en 2023.
Hace algunos años Tolosa Paz le respondió a este medio tres preguntas que permiten vislumbrar ese horizonte. Consultada por Julio Garro, dijo no tener ninguna duda de que sería el peor Intendente desde la vuelta de la democracia, y lo dijo antes de su reelección. A la hora de elegir un referente político, respondió CFK: “yo soy muy cristinista, quizás porque entiendo la dificultad de ser mujer para hacer política”. El carácter, la capacidad de oratoria y el tener que haberse hecho lugar a los codazos en un mundo dominado por varones y en extremo hostil para las mujeres que rompen los esquemas, sin dudas son cuestiones que las emparentan y que pueden haber despertado la simpatía de la Vicepresidenta. Por último, ante la pregunta de cuál era su sueño, Victoria respondió “gobernar la ciudad de La Plata y trabajar para transformarla”. Esos dichos de 2018 fueron refrendados hace días cuando volvió a insistir con que será candidata a la intendencia en 2023.
Antes de ser designada como Presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales luego de que el FdT ganara las elecciones en 2019, Victoria ocupó otros dos cargos más en provincia y nación. En 2012 fue Subsecretaria de Urbanismo Social de la administración Scioli, y en 2014 coordinó la implementación del programa de generación de lotes con servicios del PROGRESAR desde la estructura de la ANSES.
El 27 de octubre de 2019 fue parte de un círculo íntimo que recibió la noticia del triunfo electoral junto a Alberto Fernández. La reunión fue en el departamento de Puerto Madero donde vivía Fernández antes de mudarse a Olivos, propiedad de Albistur. En la foto del brindis triunfal, el Presidente aparece ladeado a la derecha por su pareja, Fabiola Yáñez, y a la izquierda por Tolosa Paz. Así de próxima es la relación con Fernández, quien fue el gran impulsor de su candidatura, incluso dejando trascender su nombre en los medios antes que hubiera un acuerdo definitivo con el resto de las fuerzas del FdT.
Un día en sus redes sociales podía empezar en una recorrida por algún barrio platense, pasar después a una sesión de Concejo Deliberante, visita a alguna provincia, una fábrica o una empresa, y terminar a la noche discutiendo en los canales opositores al Gobierno en el horario prime time, defendiendo las políticas oficialistas con quien fuera que le pusieran enfrente. Ese carácter de todoterreno fue sin dudas la clave de que muchos la consideraran una síntesis entre las perspectivas de Cristina y Alberto. Y su capacidad de instalarse en los medios, sobre todo los opositores, es algo que también se valora en el oficialismo. Sin ir más lejos, esta semana Tolosa paz estuvo en los estudios de C5N, A24, TN y hasta La Nación+. Y es de esperarse que continúe así.
Victoria casi se llama Juana. El 24 de junio, día de su nacimiento, es el día de San Juan, y su bisabuela le dijo a su madre cuando nació que la bautizaran con ese nombre. Su padre, el astrólogo, fue al registro civil con ese mandato pero volvió con un cambio: “Se llama Victoria, le puse Victoria porque tiene cara de Victoria” cuenta la candidata que fue su explicación. Hoy lleva ese signo enorme colgando en el pecho, en una V contundente. El collar fue un regalo de María, una amiga suya, en 2019 para que se convirtiera en la primera Intendenta de La Plata. Después de la derrota por poco más de 1500 votos en la interna, Victoria juró que no se sacaría el amuleto hasta conseguir ese triunfo. En unos meses tendrá la gran chance de jugarse una primera parada en sus ambiciones, que vuelan alto. El oficialismo estará pendiente de que se le alineen los planetas.