Proscripción para la victoria
Reaparición pública de la Vicepresidenta en el pico del operativo clamor y con los fundamentos del fallo judicial en su contra sobre la mesa. Acto del núcleo duro para imponer su candidatura. Las complejidades de la proscripción como línea política.
Junio queda cada vez más cerca y se suma al calentamiento global para conjurar un marzo de temperatura infernal. El 24 de aquel mes los distintos frentes electorales deberán presentar sus listas, y lo que podría esperarse como un recalentamiento del otoño tardío, en este 2023 se adelanta en un verano insistente y que resiste con su cara más ardiente. Para trazar una línea comparativa, vale recordar el 2019 en el cual, en medio de las especulaciones sobre una eventual candidatura de CFK, la entonces Senadora nacional despejó todas las dudas recién el 18 de mayo de aquel año con su recordado video en el que postuló a la presidencia a Alberto Fernández. Cuatro años antes, la propia CFK dejó “jugar” a distintos competidores, hasta que recién en junio del 2015 definió que Daniel Scioli sería el único candidato presidencial del entonces Frente para la Victoria, luego de que Florencio Randazzo no aceptara competir en la PBA y se bajara de la contienda. Con los motores de la rosca interna a toda marcha desde principios de este año, resulta difícil imaginar cómo podrá soportar casi tres meses más el FdT las indefiniciones de sus dos principales terminales hoy en día, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. En el caso de la Vice, quizás los próximos días empiecen a entregar señales que orienten un poco mejor las interpretaciones.
El cristinismo saldrá a la cancha en el final de esta semana con su equipo titular para empezar a disputar los partidos decisivos de cara a ese 24 de junio próximo. El terreno se viene preparando desde la mesaza política del FdT del 16 de febrero, a la que sectores del núcleo kirchnerista y no tanto llevaron con fuerza dos ideas para ordenar la praxis política del frente: instalar la proscripción de CFK y combatirla con acciones concretas, e intentar torcer su voluntad para que sea candidata. El planteo tenía como destinatario al albertismo, que esquivó como pudo el embate y días después salió a discutir públicamente con la línea de la proscripción.
De ahí en adelante, el operativo clamor buscó instalarse con algunos puntos de llegada marcados en el calendario. El primero era la última apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la actual gestión del Presidente. Los interrogantes que sobrevolaban aquel primero de marzo en relación a si Alberto Fernández se referiría a la proscripción de CFK, o si despejaría dudas sobre su propia candidatura, otro de los reclamos K en la mesa política, se resolvieron por la lógica: el Presidente eludió definiciones sobre su posible presentación a una reelección, y evitó el concepto “proscripción” hablando de cómo sectores de la justicia, en articulación con poderes económicos y mediáticos, buscan “inhabilitar” políticamente a la Vicepresidenta. Previsible baldazo de nafta al incendio de Todos.
Las reacciones fueron desde los casi normalizados bombazos de Andrés Larroque al Presidente hasta convocatorias a movilizar a la militancia, pasando por la respuesta institucional de Axel Kicillof. El Gobernador de Buenos Aires, a su turno de inaugurar las sesiones de la Legislatura bonaerense, no dejó lugar a dudas: “El peronismo tiene una larga historia de ser víctima de persecuciones. Lo vemos hoy con la proscripción que pesa sobre Cristina. Este hecho entraña un deterioro de la calidad democrática preocupante e inadmisible”. El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense eligió otro registro cuando declaró que “me quedan dudas de que el Presidente tenga intenciones de que el peronismo gane”.
El tren de la lucha contra la proscripción de CFK tenía otras estaciones de parada. Una de ellas era la publicación de los fundamentos del fallo en su contra por parte del TOF Nº 2, que se dieron a conocer este jueves. La fecha tiene una importante carga simbólica para el peronismo. El 9 de marzo de 1956 la autodenominada revolución libertadora publicaba el decreto 4161 mediante el cual se prohibía toda referencia al peronismo. Sesenta y siete años después, el kirchnerismo emparenta aquel momento nefasto de la historia argentina con los seis años de cárcel y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos que el tribunal federal dictó como sentencia contra CFK.
En los últimos días, la dirigencia kirchnerista empezó a activar la maquinaria de la movilización social para llevar la discusión sobre la proscripción al centro de la agenda y a las calles. En la noche del miércoles, horas antes de que se conocieran los fundamentos del fallo, La Cámpora montó una vigilia en la plaza Lavalle frente al palacio de tribunales. “Proscripción al carajo”, “Todos con Cristina”, “Democracia sin mafias” y “Cristina 2023” fueron algunas de las consignas predominantes de la velada. Ya este jueves, con los fundamentos del fallo publicados, la organización de Máximo Kirchner salió en las redes con la campaña “proscripta por hacer feliz al pueblo”, y desde sectores del kirchnerismo se buscó inundar la conversación virtual con el hastag #BastaDeProscripción. La campaña se compuso de afiches que proponían la militancia como respuesta a la persecución contra la Vicepresidenta: “Haga Patria, rompa la proscripción, cuida a la Argentina, milite a Cristina”, o “Argentina con Cristina, todxs a militar”.
En esa línea, el sábado tendrá lugar en Avellaneda la instancia más importante del operativo clamor desde el multitudinario acto de CFK en el Estadio Único de La Plata de noviembre del año pasado. La convocatoria es a un plenario de la militancia y bajo la consigna “luche y vuelve, Cristina 2023”, en una actualización de la principal consigna del peronismo tras la proscripción de 1956, que pedía por el retorno de Perón al país. El plenario surgió del espacio que conduce Andrés Larroque, La Patria es el Otro, que viene siendo el impulsor más enfático del llamamiento a luchar contra la proscripción de CFK. Por caso, fue esa organización la que empapeló los alrededores de la sede del PJ de la calle Matheu en CABA en la previa a la mesa política del FdT, con afiches que comenzaron a instalar la consigna de “proscripción un carajo, Cristina 2023”.
La Patria es el Otro viene intentando hacerse un lugar en el cristinismo, y el combate contra la proscripción es su línea vertebral. Algunas especulaciones plantean que el impulso de Larroque a este nuevo sello es la expresión de ciertas tensiones con Máximo Kirchner, aunque desde su entorno desmintieron esas versiones a Diagonales. “Es un espacio que busca aglutinar organizaciones que no puede verse contenidas en La Cámpora pero que bancan a Cristina. Existe desde 2021 y de hecho Máximo estuvo en el lanzamiento” afirmaron. Por lo pronto, el vocero más picante del cristinismo ya no tiene en la descripción de su perfil Twitter el cargo de Secretario General de La Cámpora, maneja una importantísima caja desde el ministerio bonaerense de Desarrollo de la Comunidad y ahora tiene tropa propia, de la cual es el principal referente y sólo rinde cuentas ante CFK.
Desde esa plataforma surgió el plenario Luche y Vuelve, para el cual se volvió a elegir otra fecha simbólica para el peronismo: el sábado 11 se cumplirán 50 años del triunfo electoral de Héctor Cámpora tras 18 años de proscripción del peronismo. La convocatoria desborda hacia todo el espectro kirchnerista, y si bien ya se confirmó que CFK no estará presente, el cierre de la jornada podría estar a cargo de Máximo Kirchner y Axel Kicillof. Además de discutir la coyuntura actual y un plan de gobierno 2023/2027, el punto central del encuentro estará en hacer estallar el operativo clamor por una candidatura de CFK.
La Vicepresidenta, por su parte, hablará en público un día antes desde Viedma y la profundidad que elija darle a sus definiciones marcará el plenario del sábado. CFK recibirá un doctorado honoris causa en la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), casa de estudios creada bajo su gestión. Fue invitada por el rector, Anselmo Torres, pero el vínculo más fuerte lo tiene con el Senador camporista Martín Doñate, artífice de un acuerdo electoral con el exgobernador y actual candidato Alberto Weretilneck, que muy probablemente mostrará al kirchnerismo en el podio de los ganadores de una de las primeras elecciones del año. Río Negro abre el calendario electoral junto a Neuquén en poco más de un mes, el 16 de abril, y el frente encabezado por Weretilneck, que incluyó a parte de la UCR y partió a JxC en la provincia, tiene la perspectiva de lograr un amplio triunfo. Todos movimientos tácticos en una estrategia de la Vicepresidenta que aún nadie consigue dilucidar.
El título de la ponencia será de CFK será “¿Hegemonía o consenso? Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI, crisis de deuda y fragmentación política”, lo que marca un espectro amplísimo en el que la Vice podrá moverse, eligiendo donde hincar el bisturí. Lo que hay que dar por seguro es que se referirá a los fundamentos del fallo del TOF 2, y que insistirá con el concepto de la proscripción como una forma de amedrentamiento o disciplinamiento a toda la dirigencia política que busque incomodar al poder. El interrogante que surge en ese sentido es si la proscripción como línea política apunta a construir su candidatura, o si responde a un intento de acumular fuerza propia para las negociaciones con el resto del FdT.
Por lo pronto, el planteo de la proscripción muestra dificultades en el debate público a partir de que se contradice con la propia idea de una candidatura de CFK. La controversia quedó expresada en el cruce de esta semana entre Larroque y el periodista Roberto Navarro. El ministro bonaerense criticó a El Destape por “enredar” a la gente en torno a la idea de la proscripción, frente a lo cual Navarro sentenció “ustedes son los que confunden cuando dicen al mismo tiempo que Cristina está proscrita y que tiene que ser candidata”.
“No puedo hablar de Cristina, porque no puedo decir que está proscripta ni puedo decir que no está proscripta”. La frase corresponde a una importante figura del FdT porteño, que en una conversación con este medio caía en la encerrona en la que hoy se ven muchos sectores frente a la línea de la proscripción. Es en este contexto que surgen versiones sobre que la propia Vicepresidenta se habría apurado en bajarse de toda candidatura, porque con ello debilitó a su sector en las negociaciones internas del FdT, y que el operativo clamor podría tener como objetivo sostenerla sobre el tablera justamente para fortalecerse en esa rosca, que hoy el kirchnerismo principalmente apunta a hacer bajarse a Alberto Fernández de su sueño reeleccionista.
La conquista del centro del debate por parte del cristinismo en estos días ya dio algunos frutos para el campamento K. Este jueves, por caso, referentes del albertismo se acercaron al concepto de proscripción, aunque de una forma muy cuidadosa. El PJ, presidido por Fernández, emitió un comunicado expresando que “el Partido Justicialista reitera una vez más su más enérgico rechazo a la persecución judicial y el intento de proscripción de la compañera vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner”.
Santiago Cafiero, uno de los principales alfiles del Presidente, tuiteó “con los ‘fundamentos’ de la condena comienza el camino formal hacia la proscripción de la compañera @CFKArgentina. Buscan disciplinar al peronismo y condicionar el proceso electoral”. Por su parte, el actual Jefe de Gabinete, Agustín Rossi, hizo lo propio planteando “Como veníamos sosteniendo, los fundamentos del fallo, ratifican el efecto proscriptivo de la sentencia a @CFKArgentina”. Tibios, pero intentos de acercamiento al fin de parte del albertismo en las vísperas del discurso de CFK.
Pero la línea de la proscripción tiene otra dificultad: ¿qué pasa si CFK efectivamente tiene tomada la decisión de no ser candidata? Todo tendería a indicar que un operativo clamor de la potencia del que despliegan sus organizaciones debería contar con un aval por parte de la Vice, y que detrás de eso podría haber una decisión a revisar su decisión. Pero la firmeza y la repetición de sus afirmaciones sobre que no lo hará son, por ahora, la única certeza en un océano de dudas que inunda al FdT pero que no alcanza para apagar su incendio. Más bien, lo expande.
La crítica que el kirchnerismo le hace al Presidente, en relación a que su indefinición traba la posibilidad de desplegar otras candidaturas en el espacio, le cabe de la misma manera a CFK. En tanto y en cuanto no se abra un poco más explícitamente de su parte la puerta hacia la posibilidad de retractarse y presentarse como candidata, o, por el contrario, no se cierre esa puerta de forma más contundente, el universo K corre el riesgo de perder un tiempo precioso para la construcción de una alternativa propia que no sea la Vicepresidenta. Como en una partida de ajedrez, Alberto Fernández y CFK miden sus movidas y estiran sus definiciones para obligar al otro a jugar sus cartas fuertes primero y acomodarse después, pero en ese tironeo quien más tiene para perder es la Vicepresidenta.
Alberto Fernández ya dejó trascender que hasta fines de mayo hay tiempo para las definiciones. Resulta inimaginable este clima de tensión interna y especulaciones cruzadas por casi tres meses más, con la carta Massa por ahora frizada por una inflación que no baja y sobre la cual esta rosca repercute negativamente. Quizás, en todo este mapa enredado, los días que vienen ofrezcan algo de orden y claridad por parte de la figura del oficialismo que siempre fue la que terminó ordenando todo.