Mientras Javier Milei se despacha con escandalosos discursos en el plano internacional, persiguiendo su incontenible pulsión por la fama y el reconocimiento, la realidad económica y social del país que preside no dejan de arrojar indicadores que ya pasan de lo alarmante a lo catastrófico. Este lunes se conocieron datos lamentables que reflejan el desastre de la gestión nacional, en una Argentina donde los insumos más básicos se acercan cada vez más a ser un lujo, mientras la población se empobrece y pasa hambre.

Dos fundaciones que trabajan cuestiones económicas en la órbita del massismo produjeron un duro informe que reveló una situación alarmante en materia alimenticia. La carne vacuna, la leche y la yerba mate, tres productos básicos del consumo popular y que hacen a la propia idiosincrasia de la cultura nacional, tuvieron abruptas caídas tanto en su producción como en el consumo interno, a pesar de que aumentaron sus exportaciones. La síntesis evidencia el país para afuera que pretende el oficialismo, con números macro en positivo y un déficit interno catastrófico que se cuenta en el hambre de millones a los que el presidente elige ni mirar.

La Fundación Encuentro es una ONG política que responde a Sergio Massa y es presidida por Cecilia Garibotti, ex subsecretaria de Energía durante la gestión como ministro de Economía del ex candidato de UP. Innovación con inclusión es la otra fundación que participó de la elaboración del informe en cuestión, dirigida por Matías Tombolini. Los datos que dieron a conocer este lunes reflejan una estrategia que se sostiene desde el massismo, que es centrar las críticas al Gobierno nacional en sus resultados económicos y productivos.

El emergente más preocupante del informe tiene que ver con la caída del consumo de carne vacuna. El 2024 fue el segundo año con más bajo consumo de este producto desde que se comenzó a registrar en 1914. Solamente en 1920 los argentinos comieron menos carne vacuna per cápita que en el primer año de la presidencia de Javier Milei. La producción cayó un 3,4% con respecto al 2023 y el consumo interno se desplomó un 8% en relación al último año del gobierno de UP. Sin embargo, la exportación de carne creció un 9,8% el año pasado. Las penas son de nosotros, las vaquitas para afuera.

Resultado similar se registró en la leche. Mientras que las exportaciones aumentaron un 7% entre 2023 y 2024, tanto la producción como el consumo interno retrocedieron con fuerza. Hubo un 6,5% menos en cantidad de litros producidos, y un 9,1% menos de consumo de la población argentina de un producto tan esencial. Así, el 2024 fue el año de menor consumo de leche en más de tres décadas, y es necesario remontarse a 1990 para encontrar un año similar en ese indicador.

La yerba mate es otro de los productos vertebrales para la sociedad argentina que tuvo un desempeño similar en 2024. La producción cayó un 6,8% y el consumo interno un 9,2% en relación a 2023, pero las exportaciones crecieron un 10,9%. Esto volvió al año pasado el peor en materia de consumo de yerba desde 2016.

Mientras la sociedad argentina se empobrece y cada vez puede acceder menos a los productos más básicos y constitutivos de su identidad social y alimentaria, los sectores exportadores aumentan sus ganancias y el Gobierno nacional hace gala de un orden macroeconómico sostenido a partir del hambre del pueblo. Un país pobre y para afuera, con una economía deprimida pero ordenada en sus números externos, el objetivo de un oficialismo que ya se viene anotando varios récords en esa carrera.