Según un informe de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) denunció en los últimos días que se ha registrado un incremento en los casos de "gatillo fácil" y de aumento de muertes en comisarías y cárceles del país.

Esta ONG dedicada al registro de abuso de fuerza de los aparatos de seguridad estatales, apuntó contra la política de seguridad del Gobierno de Mauricio Macri por el "impresionante" resultado de sus registros. 

De acuerdo a la organización, hasta el 2015 se registraba un muerto por acción de las fuerzas de seguridad cada 30 horas, pero esa esa cifra aumentó a uno cada 28 horas en 2016. A lo largo de ese año, bajó a uno cada 25 horas y a 23 horas en 2017. 

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El informe revela que desde 2015 hasta lo que va del 2019, los fallecidos alcanzaron la cifra de 1.303, es decir, uno cada 21 horas promedio. Estos números son víctimas de casos de "gatillo fácil", en estado de detención y represión en protestas. 

Además señalaron que, basándose en sus propios registros, el 20% de los casos detectados desde 1983 corresponden al período comprendido desde el inicio del mandato presidencial de Mauricio Macri. "Por primera vez en la historia, un Gobierno, a través de sus máximas figuras, ha salido a decir 'esta es nuestra política de Estado y es una decisión que hemos tomado de profundizar todas estas formas represivas'", afirmó la abogada y referente de Correpi, María del Carmen Verdú.

"En un hecho inédito, el presidente recibe y abraza a un tipo que horas antes había sido procesado por matar por la espalda a una persona desarmada, y salió a a confrontar a jueces y fiscales que llevan adelante esa causa", dijo Verdú, que se refirió al caso del oficial Luis Chocobar, procesado por "homicidio agravado por uso de arma de fuego en exceso en el cumplimiento de un deber" en diciembre de 2017.