Seis de cada diez argentinos votarían a favor del acuerdo si hubiera un plebiscito
Una encuesta indagó la opinión de los argentinos sobre el acuerdo. Qué deberían hacer los legisladores del FdT y cuáles serían las consecuencias económicas de un rechazo
La consultora política Federico González y Asociados publicó esta semana una encuesta de opinión pública en la que relevó qué piensan los argentinos sobre el acuerdo con el FMI. El estudio, titulado “Valoraciones y expectativas en torno al tratamiento parlamentario del acuerdo con el FMI” recopiló 2400 casos efectivos a nivel nacional entre el 2 y el 5 de marzo pasados y sus resultados podrían resultar alentadores para el sector del oficialismo que impulsa el acuerdo.
La centralidad que el tema está teniendo en la vida política argentina se trasladó a las respuestas de los encuestados. Un 89,4% manifestó que lo que decida el Congreso tendrá alguna o mucha importancia para el futuro del país, mientras que solo un 10,4% expresó que tendrá poca o ninguna importancia. Por otro lado, consultados sobre qué debería hacer el Congreso pensando en el bien del país, un 66,6% de los participantes se inclinó por la opción “aprobar el acuerdo, aunque eso implique pagarle al FMI”, mientras que un 33,4% eligió “rechazar el acuerdo aún a riesgo de que el país ingrese en un default económico de consecuencias imprevisibles”.
En un interesante bloque el estudio buscó correr a los encuestados de una posición de espectadores ante la discusión y ponerlos en el lugar de toma de decisiones. Así, ante la pregunta “Si Ud. fuera Legislador ¿votaría a favor del acuerdo con el FMI, lo haría en contra o se abstendría?”, el 58,4% expresó que votaría a favor y sólo un 27,1% que lo haría en contra, mientras que el 14,5% se abstendría.
Invirtiendo los roles los resultados fueron prácticamente los mismos. Si en vez de votarse en el Parlamento el acuerdo fuera plebiscitado a nivel nacional por el voto popular, un 57,2% de los consultados manifestó que votaría a favor del entendimiento, un 29,2% lo haría en contra y sólo un 13,6% expresó que no iría a votar. Estos números llegan en paralelo, por ejemplo, a la recolección de 1.295.580 firmas en rechazo al acuerdo recolectadas por la organización Libres del Sur en diferentes provincias del país. Justamente el día de hoy Libres del Sur presentará los resultados de esa consulta popular en medio de movilizaciones de otras organizaciones sociales y políticas que buscan mostrar a las calles un rechazo al acuerdo.
Otro ítem interesante relevado por Federico González tuvo que ver con la interna del oficialismo, el punto más caliente de la cuestión. Con la decisión de Máximo Kirchner de expresar su rechazo al acuerdo y renunciar a la presidencia del bloque del Frente de Todos en la Cámara baja se le complicaron los números al Gobierno, ya que una treintena de Diputados que responden al referente kirchnerista tampoco acompañarían la medida, subiéndole el precio a los votos de la oposición y por ende a su capacidad de daño.
En el estudio se preguntó a los encuestados: “Ud. piensa que los legisladores del Frente de Todos deberían alinearse con el proyecto del Presidente o, por el contrario, votar en contra o abstenerse conforme a sus convicciones ideológicas”. El resultado fue contundente. El 63,2% definió que deberían “alinearse votando a favor”, mientras que el 36,8% restante expresó que deberían “votar en contra/abstenerse”. Duros números para el núcleo kirchnerista, que dejan abierta la pregunta sobre si la jugada de Máximo Kirchner no terminó resultando en hablarle a un nicho propio con el único efecto concreto de debilitar al oficialismo y fortalecer a la oposición en su capacidad de presión.
Un último bloque de la encuesta apuntó a revelar qué opinan los argentinos sobre las consecuencias posibles tanto de una aprobación como de un rechazo del acuerdo para la economía nacional. Ante un escenario en el que el acuerdo resultara aprobado, el 43,9% de los consultados manifestó que la economía podría mejorar, un 29,3% que podría quedar igual y sólo un 26,8% que podría empeorar. A la inversa, si el Congreso rechazara el proyecto de ley, el 62% opinó que la economía podría empeorar, el 23,2% que podría quedar igual y tan solo un 14,4% que podría mejorar.
La temperatura del debate alrededor del acuerdo sigue subiendo cada vez más y no hay mucha claridad sobre cómo ni cuándo puede terminar esta historia. Habrá que ver cuánto penetra ese debate en el día a día de una sociedad golpeada por la difícil situación económica, y qué costo pagarán los sectores parlamentarios que prioricen sus intereses políticos a la necesidad de una postura común en un tema que puede marcar las próximas décadas del país.