En una medida sin precedentes y como última respuesta ante el conflicto gremial creciente en Aeroparque y Ezeiza, el Gobierno Nacional de Javier Milei anunció que cerrará Aerolíneas Argentinas si para el viernes los sindicatos no presentan un plan de trabajo sin medidas de fuerza. La amenaza llegó esta tarde luego de la fuerte protesta llevada a cabo por la agrupación del personal aeronáutico, que incluyó retención de pasajeros y cancelación de vuelos y derivó en una fuerte denuncia penal por parte del Ejecutivo.

La definición es clara y no da lugar a dudas: si para este viernes 8 de noviembre los gremios continúan con su estrategia de lucha y no ofrecen a las autoridades una propuesta para que la aerolínea de bandera funcione sin nuevas instancias de conflicto, el Gobierno Nacional iniciará un Plan Preventivo de Crisis para declarar la quiebra de la compañía estatal, despedir a su personal y cerrar de modo definitivo el organismo. La advertencia se dio a conocer como un “ultimátum” y habría sido ordenada por el propio Presidente.

La Casa Rosada tiene la expectativa de recibir un “plan serio” que detalle los pasos a seguir y apague los agitados focos de conflicto en una situación de caos y tensión que derivó este miércoles en una denuncia penal contra la Asociación del Personal Aeronáutico e Intercargo “por secuestrar a 2.000 personas, incluyendo niños y mujeres embarazadas” en aviones que quedaron demorados en el marco de la medida de fuerza, según sostuvo la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

En este contexto, la opción por el Plan Preventivo de Crisis se encuentra contemplada como facultad de la cartera de Trabajo y no provocaría una clausura “de un día para el otro”, pero le otorgaría el escenario legal necesario al Gobierno Nacional para sancionar el cierre definitivo de la empresa pública. El ultimátum provocó olas en los gremios de Aerolíneas Argentinas, uno de los frentes más combativos contra la administración libertaria en los últimos meses y que el Ejecutivo no ha logrado todavía aquietar.