Weretilnek gobernador: consolidación provincial, aporte del peronismo y crecimiento del PRO
El líder de Juntos Somos Río Negro le sacó 18 puntos a Aníbal Tortoriello, candidato del PRO. Las encuestas ponían a Weretilnek cerca de los 50 puntos, luego de quebrar a JxC y conseguir el apoyo de la UCR y parte del peronismo. La lista camporista aportó 11% para el 42% final de Weretilnek, que será gobernador por tercera vez.
El senador nacional Alberto Weretilnek volverá a gobernar Río Negro. Será su tercer mandato, luego de que a principios del 2012 tuviera que dejar su lugar de vice y asumir tras el asesinato de Carlos Soria, lugar que revalidaría en 2015 y para el cual la justicia lo inhabilitaría a participar en 2019. En aquel momento, la jugada del nuevo gobernador electo fue dejar en la gobernación a Arabela Carreras, que fue electa por más del 52% de los votos. Cuatro años después, y tras conformar una alianza amplia que incluyo desde La Cámpora al radicalismo (que rompió JxC en la provincia), la lectura del triunfo de Weretilnek puede ser dual. Por un lado, se consolida la fuerza provincial que fundó hace poco más de una década y que terminó con la hegemonía radical en la provincia. Por otro, con la mayor alianza posible y un discurso provincializado y en torno a la construcción de un “gran acuerdo” con e l que se pretendió parar por encima de la grieta, Weretilnek quedó lejos de los 50 puntos que pronosticaban las encuestas, 10 puntos menos que en las ejecutivas anteriores, y el PRO, que fue con lista propia, creció hasta los 24 puntos.
Al igual que en Neuquén, la estrategia en Río Negro fue desacoplar la elección de las discusiones nacionales. Si bien Weretilnek funciona como un aliado del FdT en el Senado, la plasticidad de conducir una fuerza netamente provincial le permitió avanzar en una alianza que llevó su candidatura en dos listas colectoras además de la de Juntos Somos Río Negro: la de la UCR, que aportó unos pocos puntos, y la de la Alianza Nos Une Río Negro, el espacio del senador camporista Martín Doñate, que sumó 10,98% a la figura del nuevo gobernador.
Con la sumatoria de colectoras y el 95% de las mesas escrutadas, Weretilnek alcanzó el 41,82% de los sufragios. En segundo lugar quedó el diputado nacional del PRO, Aníbal Tortoriello, que sacó el 24,06%. Luego del batacazo de Figueroa en Neuquén unas horas antes, la cúpula del macrismo también festejó como pudo los resultados en Río Negro. Más ecuménico que sus copartidarios del ala dura, Horacio Rodríguez Larreta felicitó a Weretilnek, pero fundamentalmente a Tortoriello y a la fuerza provincial, destacando “el tremendo crecimiento de JxC y el PRO en la provincia casi cuadruplicando la elección de 2019. Cada vez más rionegrinos apoyan con convicción el cambio. ¡Se puede!”. En línea con la interpretación que le dio a los resultados neuquinos, el candidato presidencial del PRO sacó su saldo de los comicios rionegrinos desde su discurso del cambio.
Como bonus track, el Jefe el Gobierno porteño mandó un mensaje político en defensa de la Boleta Única Electrónica comparando los tiempos que tardaron los escrutinios en Neuquén, donde para las 21 hs ya se conocían los resultados, y los de Río Negro que debieron esperar hasta pasada la medianoche. “Un claro ejemplo: en Neuquén ya está los resultados oficiales, en Río Negro, donde también hubo elecciones aún no se cargaron los datos. La Boleta Única Electrónica es adaptarse al mundo en el que vivimos” disparó Larreta, en un mensaje que tiene que leerse también en clave de la discusión interna en el PRO suscitada por la decisión del Jefe de Gobierno porteño de convocar a elecciones concurrentes y con BUE para la CABA.
Mauricio Macri y Patricia Bullrich, por su parte, eligieron focalizarse en resultados locales de la provincia. Sin felicitar a Weretilnek, ambos celebraron el triunfo de Cambia Río Negro Trelew, la lista con la que el PRO presentó sus candidatos tras la ruptura con la UCR. Bullrich fue un paso más allá y también celebró la victoria de esa lista en Villa Mascardi, foco de los conflictos territoriales con la comunidad mapuche. “Laura Mesa y Graciela Maizón trabajarán por el orden, la paz y la tranquilidad. En donde quisieron imponer la violencia ganó el coraje del cambio” aprovechó para despacharse la titular del PRO en uso de licencia, abonando a su línea de mano dura con la que busca interpelar a una parte del electorado del macrismo y frenar la diáspora hacia la propuesta de Javier Milei.
El senador camporista Martín Doñate, por su parte, también sacó pecho por los resultados que su fuerza cosechó ayer. “Con el triunfo del `Gran Acuerdo Rionegrino´ comienza un nuevo tiempo en Río Negro” comenzó su hilo de tuits el armador de la última visita de CFK a la provincia el mes pasado, para luego celebrar el triunfo en 22 de los 39 municipios. Doñate resaltó “el triunfo del ´rionegrismo´”, marcando el nivel de provincialización de la discusión y la evidente necesidad de desacoplarse de lo nacional. En su siguiente tuit, sin embargo, festejó también que “el peronismo vuelve a ser protagonista de un gobierno provincial a partir del 10 de diciembre” y afirmó “estamos orgullosos de haber sido la tercera fuerza más votada en la provincia”.
Efectivamente, la Alianza Nos Une Río Negro, con su 10,98%, resultó la tercera lista con más sufragios tras la de Juntos Somos Río Negro y Cambia Río Negro. Apenas unas décimas más abajo quedó la lista que expresaba al Frente de Todos, “Vamos con Todos”, que llevó a Silvia Horne como candidata y cosechó un 10,37% de los votos. Sumadas ambas listas, el peronismo podría atribuirse a groso modo un piso de unos 22 puntos en la provincia.
Por su parte, la lista impulsada por Javier Milei tuvo un desempeño similar al de Neuquén. El candidato Ariel Rivero sacó el 9,31% de los votos y quedó cuarto, como Carlos Eugía en los comicios neuquinos. Algunas interpretaciones platean esto como una decepción para los libertarios, que venían inflados por los más de 20 puntos que Milei viene registrando en las encuestas incluso en las provincias. Otras miradas ponen ese casi 10% obtenido en Río Negro y Neuquén como un piso sobre el cual se proyecta la figura de Milei para las nacionales, considerando que la imagen del libertario es el punto más alto de la marca La Libertad Avanza y que se presupone que su nivel de adhesión superará por mucho al del nombre de su partido y los candidatos que construyó en tiempo récord.
Weretilnek, así como Figueroa, recibió las felicitaciones del Presidente Alberto Fernández, pero no hubo mensajes relevantes del kirchnerismo. Por caso, el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, que estuvo la semana pasada acompañando a Doñate en la provincia en un claro apoyo a la campaña, no se expresó sobre los resultados. El nuevo gobernador se plantó en un discurso provincial y anti grieta, con el que buscará consolidar aún más la fuerza provincial y que plantea una incógnita sobre cómo se posicionará, si es que lo hace, de cara a los comicios nacionales de agosto.
“Comienza una nueva forma de hacer política, sin quiebres y grietas” afirmó Weretilnek en los festejos, resaltando la construcción de su “gran acuerdo” con el que llegó a su tercer mandato al frente de la provincia. “Planteamos una nueva forma de construir la ciudadanía de Río Negro, con respeto, dialogando con todos, entendiendo al otro, entendiendo el ahora. Ese mensaje fue bien recibido por los rionegrinos. Estamos felices” afirmó Weretilnek, y en una muestra de su interpretación del ánimo social en la provincia y el país en torno al enfrentamiento endogámico de la política agregó “no somos autoritarios, ni sabemos toda la verdad. Somos humildes y trabajadores, nos ponemos en el lugar de otro y tomamos el mensaje de los que no nos votaron. Receptaremos muchas de esas ideas que se plantearon”.