Por el lado del oficialismo, la novedad es el cambio del nombre de la alianza: “Unión por la Patria” (UP). Con un guiño a la tradición del peronismo clásico, el nuevo nombre parece decirle al electorado que, a pesar de las fuertes diferencias internas, hay que hacer la “patriada” de mantenerse unidos. El comunicado del PJ de la provincia de Buenos Aires expresó primero uno de los términos de ese razonamiento, el de las diferencias. Con epítetos muy duros el sector mayoritario del ex Frente de Todos le recrimina al sector minoritario el peor pecado dentro de la tradición peronista: la insubordinación. A renglón seguido, confesó su debilidad a pesar de su condición mayoritaria, porque tuvo que aceptar las condiciones que le impone su socio menor. El kirchnerismo y el massismo unidos ceden entonces a la “extorsión” albertista (judicializar la interna) y le permiten tener dos candidatos a diputados dentro de los primeros diez si llegan al 25% de los votos en la PASO de la UP. El discurso de Cristina Fernández de Kirchner en Santa Cruz confirmó todos los términos del enfrentamiento interno ¿Cómo pretender que este escenario sea atractivo para el electorado? En parte, por el otro término del razonamiento al que hacíamos referencia: hay que mantenerse unidos porque lo que está en frente pone en peligro a la patria.

Y en la vereda del frente no hubo grandes novedades en cuanto a la alianza. Se concretaron las incorporaciones de socios menores (el GEN de Stolbizer y AL de Espert) pero el armado del gobernador de Córdoba, Schiaretti, quedó afuera. Pero la noticia relevante de este espacio electoral es la presentación de la plataforma electoral, que incluye puntos controversiales como la reforma laboral y la reforma tributaria, y la unificación del tipo de cambio. Paradójicamente, para el oficialismo estos puntos del programa de la oposición confirman su relato de lo que está en juego.

Sin embargo, una de las incógnitas que no se resuelve aun en el campo del oficialismo mantiene el escenario electoral en una fuerte incertidumbre ¿quién será el candidato del espacio kirchnerista-massista? En el último sondeo que hicimos con la consultora Circuitos en la provincia de Buenos Aires el candidato más elegido dentro de la PASO del oficialismo es Sergio Massa, con un 36,5%. El ministro de economía es el dirigente que más mide en la interna y muestra capacidad política en la gestión de la crisis, sin embargo la inflación es una mochila pesada. Quien aparece segundo en nuestro sondeo con el 29,6%, el ministro del interior “Wado” de Pedro, todavía tiene niveles relativamente bajos de conocimiento público y no fideliza aun la totalidad de la intención de voto que mantiene la vicepresidenta. Además, una incipiente campaña más cercana a los modos de las redes sociales que al debate político lo acercan a un estilo que ha identificado más a la oposición que al peronismo.

Un tercer posible candidato del kirchnerismo, que tiene altos niveles de conocimiento y fideliza el voto de la Vicepresidenta, es el gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kiciloff. Pero las novedades en el escenario electoral de su distrito parecieran atentar contra la posibilidad del salto a la formula nacional. Es que el espacio de los libertarios de Javier Milei finalmente no presentará candidato en la provincia de Buenos Aires, a pesar de que se especulaba con la candidatura del intendente Jorge Brito. Esta novedad implica que el espectro de derecha y centro derecha no dividirá los votos y es esperable que parte de los que iban a los libertarios tiendan a engrosar los de Juntos por el Cambio. Así, el gobernador sigue siendo el favorito para lograr su reelección, pero en un escenario más ajustado que no debería hacernos descartar sorpresas como la de 2015.

¿En qué condiciones llegará el oficialismo a la elección general? ¿Y ante un eventual ballotage? ¿Con qué candidatos? ¿Deberá apurar su campaña el gobernador Kiciloff para evitar una elección ajustada?