“Axel lo que pide es estar en la mesa de negociación y participar de una estrategia común”
En el entorno del gobernador explican que Derecho al Futuro es un espacio para “compañeros que quieren bancar la gestión de la provincia y no tenían un lugar” porque “muchos se callan la boca”. Críticas a La Cámpora por “obturar que Axel tenga ese lugar en la negociación”. Cero diálogo con CFK, pero optimismo en la unidad “al final del camino”.
Con apenas unos días transcurridos desde su lanzamiento oficial, el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) ya generó fuertes sacudones al interior del peronismo. Tras conocerse el documento fundacional del nuevo espacio, nacido para jugar como una línea interna en el PJ, hubo reacciones para todos los gustos. Celebraciones de la decisión del gobernador de lanzarse en la búsqueda de un recorrido propio que no rompa con ni sea condicionado por el resto de sus aliados, críticas por el timing del anuncio y su supuesta vocación divisionista, y las infaltables expresiones de deseo por un fin de ciclo para la conducción de CFK, todo formó parte del variopinto de repercusiones de un movimiento que obligará al peronismo a discusiones más serias y profundas que los títulos simplistas que entregó en las primeras horas.
El lanzamiento se venía cocinando hacía tiempo, y a pesar de que cayó en un momento en que la agenda estaba copada por la cripto estafa $LIBRA, desviando en cierta medida la atención de las críticas a Milei, también venía apurado por el avance del año electoral. Kicillof necesitaba presentar su espacio y su músculo político antes de que avancen decisiones inminentes en torno a cómo serán las elecciones en la PBA, si habrá o no PASO y desdoblamiento. Las listas de unidad en un peronismo partido para todas las secciones electorales y en los distritos parecen hoy por hoy una utopía, y el armado del gobernador necesitaba plantar la herramienta político-electoral con la que disputará lo que tenga que disputar con el resto de los actores del PJ, antes de concretar cualquier anuncio en torno a las elecciones.
EL PORQUÉ DEL MOVIMIENTO DERECHO AL FUTURO
Desde el riñón kicillofista explican el motivo y el momento del lanzamiento del nuevo espacio a partir de la falta apoyo de otros sectores del peronismo. “Hay un montón de espacios que no apoyan la gestión provincial, no escuchás una vez que defiendan a la provincia del ataque del Gobierno nacional. Muchos se callan la boca y hay un montón de sectores que quieren bancar la gestión provincial, y si no tienen un lugar desde donde hacerlo es lógico que se termine construyendo uno”, expresaron a Diagonales.
En el cristinismo se mostraron muy duros en las horas posteriores al lanzamiento de MDF, y luego buscaron bajarle el precio haciendo silencio sobre el tema en la convocatoria del PJ nacional que CFK encabezó este lunes. Tras conocerse el documento fundacional del kicillofismo, en el kirchnerismo opinaron ante este medio que “lo único que está haciendo Axel con esto es dividir a la fuerza que lo llevó a ser gobernador, porque no suma dirigentes que están por fuera, divide el bloque legislativo porque hay firmas de algunos legisladores y de otros no, y no suma espacios como el massismo o el de Grabois”.
Frente a esa postura, la respuesta desde La Plata es contundente: “Si ellos interpretan el lanzamiento de este espacio como una división, la generaron ellos puteando al gobernador a seis cuadras de la casa de gobierno. Si a ellos les parece que hacer un acto pura y exclusivamente para putear al gobernador de su fuerza política no es dividir, menos va a serlo el planteo de un espacio interno como tiene Grabois, como es el Evita, Nuevo Encuentro, etc.”. En el entorno de Kicillof alegan incluso que La Cámpora es un espacio interno dentro del PJ y no su totalidad, y no encuentran diferencias entre la existencia de MDF con la del resto de los espacios que conviven al interior del peronismo.
Pese a la fractura expuesta que ya no se oculta entre el kicillofismo y La Cámpora, la gestión bonaerense aún mantiene a los ministros que pertenecen a la fuerza de Máximo Kirchner y no tiene planes de reemplazarlos, un gesto por el que algunos aliados presionan y que podría desatar una guerra de otro calibre. “Nosotros no apostamos a dividir, no tenemos diferencias de gestión con los compañeros, no trabajan mal, entonces no podemos someter la gestión a cuestiones ideológicas”, explican cerca del gobernador.
SENTARSE EN LA MESA DE CONDUCCIÓN
¿Cuál es entonces el objetivo político de Kicillof para la construcción de un espacio propio? La pregunta surca todo el espectro del peronismo y cada sector se la responde como le conviene. Desde el cristinismo interpretan la emancipación del gobernador como un desafío directo a la conducción de CFK, postura que ayudan a sustentar los aliados de Kicillof que no esperaron ni una semana para volver a pedir el fin de ciclo para la conducción de la ex presidenta. Desde el núcleo de MDF, sin embargo, dan una respuesta más simple.
“Axel lo que pide, y por eso muestra la construcción de este músculo, es estar en la mesa de negociación para participar de la estrategia y no enterarse a las 12 de la noche después de que se presenta todo”, sentencian. La experiencia reciente sustenta esa posición en la que ya parece haberse plantado definitivamente el kicillofismo. Desde ese sector explican que en el cierre de listas del 2023 Kicillof fue excluido de la discusión general, no puso candidatos propios, le estiraron durante horas la firma de su candidatura e intentaron hasta último momento bajar a Verónica Magario de la vicegobernación para que ese lugar quedara para el tándem Máximo-Insaurralde. “El gobernador no supo quiénes eran los candidatos a diputados y senadores hasta que se presentaron las listas, a ningún gobernador lo semeten de esa manera”, rematan.
En el kicillofismo interpretan la postura defensiva de La Cámpora y su alusión permanente al supuesto anticristinismo del nuevo espacio como un intento de obturar la posibilidad de que el gobernador se siente en esa mesa de igual a igual con el resto de los actores. “No les conviene aceptar la discusión en esos términos. Lo único que quieren es evitar que Axel tenga ese lugar en la negociación pero no lo pueden decir así, es tan ilógico que no lo pueden plantear, entonces salen a decir que ataca a Cristina”, explican.
El rol de CFK también es una clave en esta cuestión. Durante mucho tiempo se ponía a la figura de la ex presidenta por encima de las diferencias entre Kicillof y Máximo, pero en los últimos meses esa burbuja de cristal estalló por los aires y quedó claro que la actual titular del PJ respalda totalmente las posiciones de La Cámpora en la discusión interna con el gobernador.
Para el círculo kicillofista “es inentendible por qué Cristina habilita” esa obturación a la participación del gobernador en una mesa de negociación. A pesar de que Kicillof hizo llegar ese pedido a CFK, hoy por hoy no hay absolutamente ninguna conversación entre ambos, y desde La Plata afirman: “Seguimos siendo cristinistas, pero si no te habilitan ni un diálogo…”.
DESDOBLAMIENTO, LEGISLATURA Y UNIDAD PARA ENFRENTAR A MILEI
Una de las diferencias centrales que hoy distancian a Kicillof de CFK es la posibilidad del desdoblamiento de las elecciones bonaerenses. Mientras que la ex presidenta plantea que los comicios provinciales deberían darse a la par que los nacionales para unificar la campaña contra el Gobierno nacional, buena parte de MDF empuja al gobernador a que avance en un desdoblamiento para restarle poder a Máximo Kirchner en los cierres de listas para los cargos provinciales y locales.
Si bien se especulaba con la posibilidad de que Kicillof anunciara el desdoblamiento en la apertura de sesiones de la Legislatura el próximo 5 de marzo, en la Gobernación sostienen que no habrá una confirmación del cronograma electoral hasta tanto se defina qué sucederá con las PASO. El bloque de UP está partido en esa discusión. Mientras que el gobernador apoyó el proyecto del diputado massista Rubén Eslaiman para suspender las primarias, el cristinismo votaría por mantenerlas tal como lo hizo a nivel nacional. La UCR está en línea con la postura de La Cámpora, mientras que el PRO y los libertarios irían por la suspensión, por lo que la definición está en suspenso y será voto a voto.
Por ahora, el cronograma sería con PASO en agosto y elecciones provinciales junto a las nacionales en octubre, tal como pretende CFK. Eso metería en un problema a Kicillof, que ordenó un simulacro para evaluar la convivencia de los dos sistemas electorales y el resultado fue caótico. De sostenerse ese esquema, el costo político de los problemas el día de las elecciones recaería sobre sus espaldas.
El gobernador depende de una Legislatura donde no tiene peso propio al punto tal que no le votó el Presupuesto 2025. Kicillof hará referencia en la apertura se sesiones a las dificultades de no contar contar con esa herramienta y el endeudamiento, al “desastre” que significan las reformas al sistema electoral impulsadas por Milei, y al ataque permanente del Gobierno nacional a la PBA. Por la positiva, el gobernador buscará mostrar cómo pudo hacer frente a la gestión pese al desfinanciamiento y el ahogamiento a los que el presidente somete a la provincia. Allí estarán las claves de su discurso el 5 de marzo.
En el kicillofismo no dan por partido el bloque legislativo, más allá de las dificultades para avanzar en estos temas estructurales, y afirman “para nosotros la prioridad es la unidad, cueste lo que cueste”. El riesgo de una división es claro: perder la provincia. En ese sentido, definen su objetivo central en “enfrentar a Milei”, y enmarcan el nacimiento de MDF en “la construcción de una alternativa” para ello. Confían, a su vez, que “al final del camino” y no sin fuertes tensiones, la unidad se sostendrá y el peronismo podrá trazar una estrategia común en la que el gobernador tenga un rol protagónico a la par del resto de los actores del espacio. Habrá que verlo.