En medio de una creciente preocupación por la inseguridad en la provincia de Buenos Aires, el gobierno provincial, liderado por el gobernador Axel Kicillof, defendió su gestión tras una serie de homicidios ocurridos en robos. El ministro de Seguridad, Javier Alonso, respondió a las críticas del presidente Javier Milei, quien había solicitado la renuncia de Kicillof y denunciado una crisis de seguridad, describiendo la situación como un "baño de sangre". Alonso contradijo estas afirmaciones al presentar estadísticas que indican que la provincia ha experimentado la menor cantidad de homicidios relacionados con la inseguridad en los últimos 25 años, enfatizando que la gestión actual ha logrado avances significativos en este ámbito.

“Hay que mirar la política completa. Kicillof gobierna hace 5 años, es el gobernador con menos homicidios en los últimos 25 años de la provincia. ¿Usted conoce una sociedad donde no haya homicidios? Hay menos muertos que antes”, aseguró en una entrevista con Radio Mitre.

El funcionario dijo además en el sistema penitenciario bonaerense hay 10 mil presos desde que asumió Kicillof en 2019, y que también se agregaron miles de plazas carcelarias. Además, calificó de “politiquería barata” los embates de la Nación, y lo adjudicó al año electoral.

“El gobernador Kicillof es el que menos homicidios tiene hasta ahora, con más presos en las cárceles, el que más cárceles construyó. Entonces, dejemos de decir frases hechas. Acepten que están en campaña electoral, acepten que en el New York Time los están acusando de un grave hecho de corrupción y que lo único que hacen es politiquería barata con una tragedia para poder ocultar los graves hechos de corrupción que tienen”, remarcó.

El asesinato de Kim Gómez, una niña de 7 años que fue víctima de un violento robo en La Plata, generó una profunda conmoción en la sociedad argentina, especialmente tras conocerse otros dos crímenes similares en el Conurbano. En respuesta a estos hechos violentos, el presidente Javier Milei y su equipo hicieron un uso político para desviar el eje de atención del escándalo cripto que lo involucra, y de paso atacar a su principal competidor electoral.