La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, volvió a mostrarse con dirigentes peronistas a pesar de la advertencia con tono chistoso del presidente Mauricio Macri de no dejarla alejarse demasiado a la mandataria provincial porque de lo contrario "se va a portar mal", en referencia a las diferencias simbólicas y en hechos concretos que ha adoptado como es el de la incorporación de dirigentes peronistas a su gabinete.

En este contexto, Vidal parece no haberle prestado demasiada atención a la advertencia del Presidente disimulada en un chiste, y a las pocas horas de estar presente en el acto en el que pusieron en marcha de la megaobra Paseo del Bajo, se mostró en tierras de jefes comunales peronistas.

Dentro del marco de los recorridos que realiza la Gobernadora por los distritos del territorio bonaerense, se hizo presente en primer lugar, en la sede del Programa Envión en la localidad de Roque Pérez, que funciona como centro de terapia para chicos con discapacidad. Allí fue recibida por el intendente Juan Carlos Gasparini. 

"Los bonaerenses necesitan que estemos cerca para escuchar y hacer", remarcó Vidal para justificar su visita.

Por su parte, el jefe comunal más conocido como "el Chinchu", dijo que con la Gobernadora "hablamos de un montón de sueños para Roque Pérez". En el video, se los puede ver a ambos  confeccionando antifaces de forma artesanal y cómo Vidal lo desafía al intendente. A su vez, se le entregó a Vidal un diploma donde se la nombra Huésped de Honor .

Luego, visitó el municipio de Cañuelas y recorrió una planta depuradora de líquidos cloacales acompañada por la intendenta del distrito, Marisa Fassi, y por el titular de Aguas Bonaerenses (ABSA), Raffaele Sardella.

En una conferencia de prensa, la Gobernadora señaló que "avanzan las obras y se terminan. Como dice el Presidente, más importante que empezarlas es terminarlas. Vamos a llevar agua potable y cloacas a barrios que hoy no lo tienen y que esperan desde hace muchos años".