Clínica Estrada de Lanús: impidieron el ingreso a 72 trabajadores despedidos
Con la misma modalidad que aplicaron varios organismos del Estado para efectivizar despidos, personal de Seguridad de la Clínica de Remedios de Escalada impidió que los empleados puedan volver a sus puestos de trabajo
Tras vencerse la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo bonaerense para resolver la situación de 72 trabajadores despedidos de la Clínica Estrada de Remedios de Escalada (Lanús), los empleados no pudieron volver a sus puestos de trabajo.
Al igual que pasó con los despedidos del Ministerio de Ambiente de la Nación días atrás, personal de seguridad del centro de salud impidió el ingreso de los empleados despedidos. “Me llegó el telegrama de despido, nos hicieron venir un mes más a raíz de la conciliación obligatoria y ahora no nos dejan entrar. Tienen una lista, te preguntan el legajo y de ahí van descartando”, afirmó una trabajadora despedida en diálogo con la AM 750.
Los trabajadores cesanteados precisaron además que desde el mes de octubre de 2017 “no cobramos una moneda”. Al respecto, el delegado de la Asociación de trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) consideró que “es una situación más que crítica, con 72 despedidos para ésta fecha, sin indemnización y sin el pago de tres meses adeudados de sueldos y aguinaldo”.
Además precisó que con el pedido de conciliación obligatoria que venció el jueves pasado “la empresa continuó su trabajo normalmente”. A pesar de los despidos, que estuvieron suspendidos durante un mes, y las deudas que mantienen los dueños del nosocomio, los trabajadores cesanteados cumplían sus horarios habituales garantizando la atención a los pacientes internados y a quienes acuden a la guardia.
Ricardo Bianco -hijo Vicente Bianco, el fallecido director de Clínica Estrada- y Miriam Solá de Bianco, son los titulares del Grupo Médico Redentor, el cual administra la Clínica Estrada y el Policlínico Lomas, a la vez que es propietaria de la empresa de salud prepaga Medicina Privada. En su mayoría, los trabajadores despedidos cuentan con entre 10 y 25 años de antigüedad.