El salario promedio del sector más rico de la provincia de Buenos Aires es 20 veces mayor al ingreso promedio de los asalariados más pobres. Sin embargo, al observar el comportamiento por género, y si bien las mujeres ricas ganan menos que los hombres ricos, el dato novedoso es que las mujeres pobres ganan más que los hombres pobres.

En la Provincia de Buenos Aires habita casi el 40 por ciento de la población total del país con una actividad económica local equivalente a un tercio del total nacional. Pese a que Buenos Aires produce más del 30 por ciento del PBI, el conurbano bonaerense concentra, en un espacio limitado, la mayor cantidad de pobres del país. Los indicadores ubican a la Provincia de Buenos Aires como una de las jurisdicciones con mayor grado de inequidad. 

Entre las principales escalas para medir la distribución del ingreso y otros indicadores sobre la desigualdad, encontramos la brecha de ingresos y el coeficiente de Gini. 

Este coeficiente divide a la población en partes iguales para calcular cuánto recibe cada una de estas. Cuando el coeficiente de Gini esté más cerca de 1, la distribución va a ser más desigual; por el contrario, cuando esté más cerca de 0 va a ser más igualitaria. La distribución personal se analiza a partir de la estratificación, en diez partes iguales (deciles) de los perceptores de ingresos para dar cuenta del grado de concentración por segmentos. Los deciles de ingreso per cápita son determinados a partir del ordenamiento en forma ascendente del total de individuos con ingresos. Estos individuos son distribuidos en diez grupos de igual tamaño. De esta forma, el primer decil representa al 10% de la población de menor ingreso per cápita mientras que el último decil constituye el 10% de la población con mayor ingreso.

Con esta metodología, en base a datos proporcionados por la encuesta permanente de hogares que realiza el INDEC elaborados por el Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires, el Laboratorio de Economía del CEFMA,  recogió datos curiosos sobre distribución del ingreso entre hombres y mujeres de los distintos deciles. 

“Los varones bonaerenses más ricos se llevan el 20% del total de la torta, mientras que las mujeres más ricas no llegan ni al 10 por ciento”, cuenta Ernesto Mattos, investigador de este centro de estudios.  Lo curioso es que en el primer decil sucede exactamente a la inversa. Los varones mas pobres participan con el 0,4 por ciento del total de la torta, en tanto las mujeres más pobres consiguen el 0,9 por ciento. 

“Donde la distribución de ingresos por género se vuelve más equitativa es en las clase media, donde hombres y mujeres comen porciones parejas de la torta”, continúa Mattos. En el quinto y sexto decil, hombres y mujeres perciben aproximadamente el 5 por ciento.  

Del primer decil de la población con menores ingresos, 250 mil son varones y 580 mil mujeres. Por el contrario el decil con mayores ingresos se conforma a la inversa, 560 mil varones y 280 mil mujeres. Dentro del primer grupo, el salario promedio asciende a los 2500 pesos, mientras que el ingreso promedio de los más ricos supera con creces los 52 mil. 

Dentro de lo que se considera población activa, en condiciones de trabajar, 8.400.000 de personas perciben ingresos mientras que 5.700.000 no lo hacen. Del primer grupo, la mitad son mujeres, en cambio en el segundo grupo, son muchas más.  

La brecha de desigualdad entre deciles arroja que un individuo masculino del sector mejor acomodado de la población bonaerense percibe 25 veces el ingreso de un individuo masculino del primer decil. Sin embargo, al considerarse solo las mujeres, la distancia apenas se acorta. Los hombres ricos ganan mas que las mujeres ricas, pero los hombres pobres ganan menos que las mujeres pobres.