Es la pandemia, estúpido
La Provincia vive un cócktail de tensiones económicas y sociales que se combina con contradicciones acumuladas en los últimos años. A lo lejos, la postpandemia
En la videoconferencia del día viernes, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, arrancó su intervención con una descripción del panorama internacional. Una foto del impacto del Covid-19 en todo el mundo. “17 millones de contagios, 700 mil muertos”, y contando. Rebrotes, sistemas sanitarios saturados e incertidumbre mundial son el paraguas bajo el cual el mandatario provincial se posicionó. Y no es menor, porque la realidad de la provincia es una preocupación para toda la clase política. Toda. Tal es así, que gran parte de oposición, que hasta hace unas semanas pedía mayor grado de apertura económica hoy se repliega bajo el mandato del “comité de expertos” y las orientaciones del Presidente. ¿Se impuso la agenda de la oposición o triunfó el diálogo político? Pregunta retórica. Sin embargo, parece ser que el “No es la cuarentena, es la pandemia” hoy muestra un nuevo un comodín bajo la manga: “Es la pandemia, estúpido”. No hay remate, la frase popularizada sirve para demostrar que vivimos en pandemia y no hay afuera, ¿qué más?
Ahondar en la realidad económica del país es un camino sinuoso, falto de estadísticas reales y de estrategias a largo plazo. Los tiempos electorales y las disputas a propósito de los modelos económicos y del “poder real”, siempre son agenda. Sin embargo, en este contexto, los objetivos sanitarios anteceden a cualquier balance, afortunadamente, y se exponen por antonomasia frente a cualquier respuesta. Hablar de producción y de economía, hoy implica también, cuidar la vida de millones de argentinos y argentinas. Seguimos “en el medio del rio”, padeciendo “la crisis económica más grande de la historia reciente”, tal y como la definió el Gobernador de la provincia el día viernes. Al otro lado del río aparece un keynesianismo heterodoxo, y un conjunto de medidas referidas a la obra pública, los créditos y la estimulación al consumo.
Diagonales entrevistó a dos economistas, Hernán Letcher* y Ernesto Mattos** para dar cuenta del impacto de la crisis económica y social que imparte la pandemia y hacer foco en la provincia de Buenos Aires.
¿Cuáles son las actividades más importantes para el Producto Bruto Geográfico de la provincia de Buenos Aires (PBG-PBA)?
El economista y director del Centro de Economía Política Argentina Hernán Letcher sostuvo: “La cuestión industrial es el factor más importante a la hora de pensar el producto bruto geográfico provincial. Incluso, en este contexto, eso se ve reflejado en las decisiones que tomó el gobierno de la provincia en comparación a la ciudad de Buenos Aires. La ciudad se inclinó por la apertura de los comercios, mientras que la provincia hizo lo suyo por la apertura de la industria”. Luego resaltó: “el entramado industrial que hoy posee la provincia es muy significativo. Alimentos y bebidas, automotriz, refinería de petróleo y textiles son las actividades principales. También, el sector agropecuario como sector primario tiene mucho peso en la estructura económica de la provincia”. Al mismo tiempo que expuso este escenario general, Letcher resaltó la orientación que tiene el gobierno de Kicillof, “agregar valor agregado e industrializar las actividades económicas”
Por su parte, Ernesto Mattos, investigador del Departamento de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación (CCC), hizo hincapié en la articulación de lo que se conoce como modelo agroexportador y modelo industrial, su dependencia absoluta. “En la provincia de Buenos Aires conviven muchas actividades y sectores. Es más, comparativamente con el resto de las provincias, es un modelo que por su diversidad y complementariedad económica, es casi único a nivel nacional”, sostuvo. Luego agregó: “Entre las principales actividades económicas de la provincia tenés ganadería, cereales y oleaginosas, la pesca y los lácteos como sectores de la agroindustria. En particular, en lo que refiere a la industria, tenés al sector automotriz, siderúrgico, petroquímico y farmacéutico. Además, el textil y las bebidas son dos grandes sectores que tiene la provincia de Buenos Aires”.
¿El sector agroexportador se ve perjudicado por el impacto de la pandemia?
Más allá de las perspectivas económicas de cada uno, aparece el sector agroexportador en el centro del debate, que a decir verdad, así como sucedió en otros contextos internacionales, nunca deja de vender y adquirir divisas. El director de CEPA opta por una mirada macroeconómica: “El debate con ese sector es histórico, el agro tiene un diferencial productivo en parte también gracias al desarrollo tecnológico. Pero, ¿de dónde salen las divisas para el desarrollo industrial? Los dólares genuinos siempre vienen de ese sector, por eso no se puede negar su relevancia para el desarrollo económico. Aunque también es importante resaltar que no es una preocupación del sector agropecuario, nunca lo fue, salvo alguna posición minoritaria de quienes se hayan diversificado o desarrollado de forma vertical”.
Por su parte, Ernesto Mattos resalta la bonanza del sector agroexportador y que es el menos perjudicado en este contexto. Así, sostiene: “En productos primarios se está exportando más. De la Manufactura de Origen Agropecuario (MOA), se exportó en mayo de 2020 cerca de 631 millones de dólares, y comparativamente con mayo del 2017 que fue de 500 millones, estás con mejores ingresos. Por lo tanto, todo lo que es el entramado agropecuario no cortó la circulación. La actividad en esos sectores exportadores se mantiene”. Así también, el economista remarca que sí hay efectos negativos en la exportación de productos con mayor valor agregado, “la Manufactura de Origen Industrial (MOI) exportada sí mermó. Es evidente que el mundo necesita alimentarse y es lógico que se mantenga o aumenten las exportaciones de origen primario”.
¿Cómo analizan el conflicto de intereses respecto al modelo económico que describen?
El economista Hernán Letcher se refirió a los intereses en pugna respecto al modelo económico. Así, sostuvo: “Lo que ostenta el agro es la administración de las divisas. Es histórico y en la Argentina cuando lográs administrar bien la demanda de dólares, por lo general se produce un proceso de crecimiento económico porque la estructura económica del país está atada a esos dólares”. Según Letcher, las maquinarias, los insumos, las importaciones y todo el conjunto de elementos que estimulan la industrialización de un país están atadas al agro.
Por su parte, el investigador del CCC sostuvo: “El primer semestre de 2020 ingresaron aproximadamente 9 mil millones de dólares de ingresos por cereales y oleaginosas. Si se compara eso con lo que tenías en el mismo semestre del año pasado es muy poca la diferencia. Más aún si tenés en cuenta que en 2019 se salía de una cosecha que tenía sequía, y exportaste 10700 millones de dólares. Comparativamente, si en 2020 exportaste 9300 millones de dólares no es una mala situación. Sin embargo, también es necesario mirar el superávit comercial, eso sí es otra historia. Ahí sí tuviste cerca de 8700 millones de dólares, un superávit importante, que supera más de un 50% el superávit del año pasado y estás en el mes seis, recién. Hay buenos augurios hacia adelante en caso de que siga este ritmo”.
¿Cuál es la situación nacional del empleo y la producción?
“Hoy no es sencillo conocer la situación porque los indicadores de la economía están hechos para condiciones normales, suponen algunas cosas bastante estables, que la pandemia no las mantuvo de esa forma. Por ejemplo, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) no permite conocer realmente el desempleo, porque pasan a ser inactivos en un contexto como el que se vive. Es evidente que las dificultades para buscar y conseguir empleo dificultan la situación. Creo que hay limitaciones para conocer esa realidad. Yo recomiendo la Evolución de Empleo Registrado Privado porque creo que tiene menos efecto en esta etapa. Ronda los 200 mil puestos de trabajo menos”, sostuvo el economista de CEPA.
En particular, ¿Cuál es la situación del empleo y la desigualdad en la provincia?
Ernesto Mattos respondió: “El empleo en la provincia de Buenos Aires está por encima del promedio, aunque también hay que tener en cuenta que acá es donde más se concentran las desigualdades sociales. Si se analiza la brecha de ingresos por medianas, eso era 14 veces el segundo trimestre de 2016 y en el cuarto trimestre de 2019 quedó una brecha mayor, puntualmente de 18 veces. Incluso, si se toma el coeficiente Gini per cápita familiar, tenés un aumento considerable. El tema es que nadie preveía una pandemia, la herencia de este gobierno respecto a los servicios es la siguiente: el 20% no accede a agua corriente, el 30% no accede a gas natural, y tenés un 40% de los hogares sin cloacas. Ahora bien, si se combinan esos tres casi el 48% de los hogares en la provincia de Buenos Aires al segundo semestre accede a los tres servicios, mientras que un 51% no accede a algún servicio. La inversión en cloacas, gas, agua corriente e infraestructura es una tarea urgente. Eso amerita fondos que vengan de nación, por supuesto”.
Los gabinetes y los equipos de trabajo de la provincia de Buenos Aires fueron pensados en otro contexto. La mal llamada “vieja normalidad”. El cambio de prioridades es evidente y es parte de la realidad que atraviesa el mundo. Sin embargo, la particularidad de este desencuentro es que la generación de empleo y la producción fueron las principales banderas de campaña del Frente de Todos en la provincia.
Buenos Aires es el estado más importante en términos económicos y poblacionales. Produce y recauda cerca del 40% de lo que lo hace el país. Pese a eso, depende de las transferencias fiscales del gobierno nacional. Recibe aproximadamente 21% de los fondos coparticipables, casi la mitad de lo que recauda. Del mismo modo, no se puede desconocer su complejidad económica y social. Concentra cerca del 40% de la población del país, poco menos de 17 millones de personas, y 35% del electorado total, aproximadamente 12 millones.
¿Cuánto creen que la situación económica actual es producto de la pandemia y cuánto de las contradicciones que se venían acumulando?
“Yo creo que las dos pesan sobre la realidad actual. Las decisiones de no inversión hoy están más vinculadas a la pandemia, pero se acumulan a lo que vos ya venías teniendo. La caída del salario de 10% hoy está relacionado con la pandemia, pero se acumulan con la herencia de Macri. El punto desde el cual partimos es muy malo, pero creo que esencialmente es la pandemia la que afecta”, contestó el director de CEPA. Luego agregó: “lo que tiene la Argentina en particular, es que el escenario del que vos venís es muy malo, lo vas a pagar en el tiempo. Es decir, si hubiésemos venido de una etapa de crecimiento o te hubieses desendeudado, vos tendrías más margen de acción para impulsar políticas de contención de la pandemia. Sin embargo, lo que el gobierno hizo de todas formas es mucho más difícil de hacerlo cuando no te sobra nada. Y mirándolo en el tiempo es una dificultad”. En este sentido, concluyó: “Hoy la decisión de no invertir es por la pandemia. Acá y en gran parte del mundo”.
Ernesto Mattos prefirió retomar la herencia recibida y expresó: “Del 2016 al 2019 desaparecieron en el país 30.000 empresas. Y aunque no está el dato desagregado en lo provincial, se sabe que el entramado más afectado estuvo en la provincia de Buenos Aires”. Luego sostuvo: “El equipo de la provincia no logró arrancar porque le llegó la pandemia y los logros tienen que contemplar los objetivos sanitarios. La cuarentena fue la alternativa a que no haya una foto catastrófica. El total de la población con obra social, mutual o servicio de emergencia está en 64%. Los que dependen del sistema público es casi un 33% de los habitantes de la provincia. Cerca de 3 millones de personas que dependen del sistema público, que son 1977 camas. Es muy compleja la situación, y la única alternativa es la cuarentena”.
¿Los objetivos sanitarios tapan toda posibilidad de propuesta económica?
El investigador del CCC respondió: “No puede perderlo de vista. La provincia complementó al ATP nacional su propio ATP provincial, y salió a activar la economía de las zonas que se pueden activar. La zona más afectada es la del AMBA, por supuesto, pero las actividades que se pueden reanudar lo están logrando”. Luego, sumó: “La provincia también extendió los plazos para temas impositivos. Va a entregar 3 mil millones de pesos de asistencia financiera a los municipios, y lo que trata de hacer es también actualizar los datos disponibles. Falta mucho registro”.
¿De qué forma se puede pensar la economía y la producción, en la postpandemia?
Letcher respondió de forma contundente: “La única salida es keynesiana. La obra pública tiene que tener un rol claramente trascendente, por su impacto positivo sobre la evolución de las variables económicas. Impulsa a otros sectores, y además genera empleo con celeridad, así que la obra pública y la construcción son el eje central sobre lo que se tiene que apoyar la postpandemia”. Luego, agregó: “Tenés actividades que las suspendiste temporariamente, pero creo que hay que ayudar a financiar la acumulación de deudas que tienen los empresarios: nuevos créditos, moratoria, arancelamiento barato. Aunque sin recuperación del consumo y del salario real, lo que se produzca no se lo venden a nadie…”. Al finalizar la entrevista, sentenció: “sigo pensando que lo que ordena la economía es el consumo, no la producción”.
Por su parte, Mattos afirmó: “Hay que seguir en la misma línea. Transferencia de ingresos, sostener el empleo y tratar de evitar que las empresas tengan problemas de cierre. Así como la provincia lanzó el Arriba Pymes en su momento, pero en el medio de la activación apareció la pandemia, hoy el gobierno de la provincia trata de resolver los problemas heredados en el marco de la pandemia. No es una situación sencilla”.
*Magister en Economía Política (FLACSO) Director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
**Licenciado en Economía (UBA). Departamento de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación (CCC).