Los hermanos sean unidos: tras el llamado a elecciones en el Partido Justicialista (PJ) bonaerense por parte del titular del espacio Máximo Kirchner, principal figura de La Cámpora en el distrito, la “tropa” del gobernador Axel Kicillof parece responder con un prematuro alineamiento en común hacia el líder “K” pese a las diferencias que enfrentan a ambos bandos en las internas locales. Esta vez, el portavoz fue el funcionario Juan Martín Mena, cuyo comentario alude a una posible pax en la Provincia.

Es que a propósito de un artículo que publicó en horas de la medianoche el diario La Nación, el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense dedicó esta tarde un puntual mensaje en respaldo del hijo de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, señalado en la nota como un “nepo-baby” por el linaje de su familia en la escena política. Desde luego, lo curioso no son las críticas en sí sino quién fue el dirigente que salió en defensa del acusado.

“Cuando no hay elecciones, porque no hay elecciones; cuando hay elecciones, porque hay elecciones. Cuando no habla, porque no habla; cuando habla, porque no se calla… ¿A qué se debe la obsesión que tienen con Máximo Kirchner?”, planteó en redes sociales el funcionario del gabinete de Kicillof, en una especie de tregua que sorprendió en el día posterior a la convocatoria realizada por el diputado nacional para el recambio de autoridades en el PJ.

X de Juan Martín Mena

“Es imposible construir un país mejor con estos niveles de odio. No se ocupen obsesivamente de algo que para ustedes no vale tanto. Argentina, para salir adelante, necesita un poco más de todos los sectores y menos demonización, estigma y ataque feroz a nuestro espacio político. Dejen de operar con la agresión, vuelvan a discutir ideas y política”, concluyó Mena en rechazo a las críticas esbozadas por el diario contra el titular del peronismo bonaerense.

Este es, pese a todo, tan solo el primer día de una extensa espera hasta el 17 de noviembre próximo, cuando el Justicialismo de la Provincia tanto como -tentativamente- el de la Nación deberán definir a sus nuevas autoridades. Quedan, pues, prácticamente seis meses de discusión, pugna y rearmado en las filas del partido de cara al día de los comicios: nada garantiza que la temprana comunidad entre los sectores no vaya a regresar al elevado tono que caracterizó a las internas tan solo un puñado de días atrás.