El Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas La Plata celebrará este viernes cuatro décadas de militancia por la memoria, verdad, justicia, soberanía y paz con un evento organizado por el Instituto Cultural de la provincia. La cita será a las 20:30 en el Foyer del 1° Piso del Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino de La Plata (calle 51 entre 9 y 10), y contará con un concierto del Cuarteto de Cuerdas de la UNLP, Martín Raninqueo e Inés Cuello. Las entradas, libres y gratuitas, podrán reservarse ingresando a este link.

“Desde el Instituto Cultural, en nombre de todos los bonaerenses, queremos homenajear a los ex combatientes, a nuestros héroes que dejaron su vida y a quienes continúan esa lucha. Durante estos 40 años de búsqueda de soberanía y memoria, el CECIM se ha convertido en una potente referencia  en nuestra ciudad en la búsqueda de reparar una de las causas abiertas que tenemos en la Argentina, una deuda de justicia y de verdad” expresó a Diagonales Florencia Saintout, Presidenta del Instituto Cultural de la provincia.

El CECIM La Plata  tiene la misma edad que la guerra de Malvinas porque, como recuerdan los ex Combatientes, el centro nació en las islas durante el conflicto. “La anécdota de cómo nació el CECIM es muy linda, nace en el bombardeo del primero de mayo. Fernando Magno, que después fue el primer presidente del CECIM, les dice con una visión increíble a sus compañeros de trinchera que los que volvieran tenían la obligación de armar el centro de ex Combatientes Islas Malvinas La Plata, como una obligación de los que sobrevivan, y ahí ya surgió el nombre” recuerda Hugo Robert, histórico referente del centro platense. El del primero de mayo fue el primero de los bombardeos, que si bien no cayó sobre el Regimiento 7 donde estaban la mayoría de los combatientes platenses, Robert lo recuerda como “el inicio del no retorno” en la guerra.

Ernesto Alonso, Secretario de Derechos Humanos del CECIM y referente histórico de los ex Combatientes, suma su testimonio a la historia. “Como siempre sostenemos, el CECIM nace en Malvinas, nace en esa proyección que hacíamos en esos momentos finales cuando estábamos ocupando las distintas posiciones del Puerto Argentino y pensábamos en el regreso, en volver a nuestro lugar, volver a reencontrarnos con nuestras familias. Esa necesidad de proyectarnos que íbamos a volver hace que esa idea que se pensó en la turba se haya podido realizar. Y eso que aún no había pasado lo peor, los momentos finales donde lamentablemente muchos compañeros no pudieron volver”.

Al retorno de las islas, el encuentro entre compañeros fue muy importante para los ex Combatientes y fue lentamente dando forma a lo que es hoy el CECIM. Entre La Plata, Berisso y Ensenada fueron más de 400 los que volvieron al continente y eso derivó en que el CECIM La Plata fuera el primero de los centros de ex Combatientes en conformarse en el país.

“Nacimos con la fortaleza de esa juventud que se proyectó también en la recuperación de la democracia, nos vimos vinculados a los movimientos juveniles, a las juventudes políticas, con nuestra propia identidad. Esos jóvenes que habíamos vivido la dictadura militar pero también habíamos vivido ese conflicto donde lamentablemente las Fuerzas Armadas también trasladaron el terrorismo de Estado a Malvinas” recuerda Alonso. “Fuimos creciendo entre todos, formándonos, pensando, entendiendo qué nos había pasado y particularmente empezando a estudiar la importancia de esos territorios usurpados, con una posición política muy clara de denuncia al colonialismo, al imperialismo, a la militarización y una mirada latinoamericanista” agrega el referente del CECIM.

Para Hugo Robert la experiencia fue distinta, pero su historia ilustra la de muchos otros ex Combatientes, que fueron de a poco resignificando su experiencia y conectando con lo que habían vivido de una forma diferente. “En el inicio del CECIM tuve poca participación porque me costaba mucho reunirme con los compañeros, lo rechazaba, no quería saber nada de Malvinas y fue así durante un tiempo iba al CECIM, pero miraba de costado e iba de vez en cuando porque notaba que mi psiquis no estaba ni para la lucha ni para nada, yo lo que quería era olvidarme de la guerra, cosa que después me fui dando cuenta que era imposible. Pero la posguerra cada uno la lleva como puede” recuerda.

El CECIM LP es toda una institución en lo referido a la cuestión Malvinas, no solo en territorio platense sino a nivel provincial y nacional. A lo largo de sus cuatro décadas, su lucha y la militancia por el reconocimiento de derechos a los soldados ex Combatientes se convirtió en uno de los principales faros que fueron alumbrando las conquistas que llegaron con los años. “Como algunos de los principales hitos de este recorrido podría nombrarte las luchas por las pensiones, que fue uno de los proyectos iniciales del CECIM y son las pensiones que hoy nos rigen. El proceso en 2000, 2001, cuando en La Plata teníamos muchos compañeros sin laburo y fuimos a conseguir a través de los consejos escolares ese compromiso que estaba escrito pero no se cumplía, de tener porteros ex Combatientes” recuerda Hugo Robert.

Alonso agrega en el mismo sentido que “al comienzo toda nuestra política fue desarrollándose hacia la recuperación integral, psíquica y física de los compañeros que habían sufrido secuelas, el reconocimiento y las leyes de reparación, conseguir laburo para los compañeros, los programas de salud. Y eso, a medida que se iba cumpliendo, nos permitía pensar en otras cosas”.

De todos los logros del CECIM en estos 40 años, Robert elige uno como “la perla”.  “El proceso de identificación de nuestros compañeros en Darwin, el trabajo a brazo partido, contra viento y marea, contra los militares y los familiares que se oponían, el ocultamiento del macrismo, bancar las piedras, las pintadas, las escupidas que tuvieron que soportar compañeros por parte de las bestias que querían tapar la verdad de la identidad de nuestros compañeros. Me parece que eso marca un hito” comenta a Diagonales. Alonso también pondera ese histórico proceso impulsado por el CECIM: “tuvimos la visión de reclamar nada más ni nada menos que por la identidad de nuestros compañeros que estaban sepultados como NN, lo militares ni siquiera se hicieron cargo de los muertos, fuimos sus propios compañeros en conjunto con sus familiares los que logramos poder decir hoy que casi la totalidad de las tumbas que estaban como NN están identificadas”.

El CECIM, a  su vez, se pensó desde un inicio no sólo como un centro de Ex Combatientes sino como organismo de Derechos Humanos. Es así que, muchos años antes de llegar a la identificación de las tumbas NN en las islas, el centro se constituyó en el año 2007 en querellante de la causa por torturas y violaciones a los DDHH cometidos durante la guerra por los militares en territorio malvinense. “Asumimos la tarea de la defensa de los DDHH para esclarecer todos hechos ocurridos en Malvinas, algo que nos está costando y que vemos que lamentablemente nuestro país viene retrocediendo en la política de DDHH con estos embates de los sectores negacionistas, que intentan interrumpir ese proceso de memoria, verdad y justicia” expresó Alonso. La causa por Malvinas tiene apenas cuatro militares procesados en sus quince años de existencia y ningún condenado.

Pero el CECIM tuvo siempre la particularidad de no solamente pensar en la cuestión Malvinas como algo del pasado, sino vincularla permanentemente con el presente político y social del país. Hugo Robert destaca, como otra gran iniciativa del CECIM, “la pesca social que seguimos impulsando también contra viento y marea y contra dirigentes que no están a la altura de lo que significa el hambre en los comedores, lo que padecen nuestros pibes”. El interesantísimo proyecto de los ex Combatientes plantea la negociación con empresas pesqueras para la dotación de los comedores populares de la región de La Plata, Berisso y Ensenada de frutos del mar argentino para alimentar a los jóvenes más desprotegidos con la mejor proteína animal existente que, además, es propiedad del Estado.

El CECIM plantea que solamente con lo que pesca un solo barco pesquero en un año se podría dotar de pescado y mariscos a todos los comedores de la región un par de veces a la semana. Los ex Combatientes ya consiguieron donaciones en reiteradas ocasiones durante la pandemia que fueron destinadas a los comedores, e insisten con la necesidad de implementar esta práctica como una cuestión de Estado a partir de su concepto de que sin una ocupación concreta del Mar Argentino no hay posibilidad real de discutir la soberanía sobre las islas con Gran Bretaña.

Esa perspectiva estratégica orienta muchas de las acciones de los ex Combatientes platenses, que permanentemente discuten y generan propuestas alrededor de la cuestión Malvinas y el Atlántico Sur. “Hoy nos sentimos orgullosos de haber formado junto a la UNLP el Instituto Malvinas, un lugar para pensar Malvinas en toda su potencialidad, pensar el Atlántico Sur y pensar a la República Argentina con un proyecto de desarrollo que nos contemple a todos” expresó Ernesto Alonso a Diagonales.

Resumir estos 40 años no resulta nada fácil para los miembros del CECIM, pero Hugo Robert hace el esfuerzo por sintetizarlos: “los ejes de memoria, verdad, justicia, soberanía y paz nos han regido desde siempre, los fuimos moldeando en la forma pero siempre ceñidos a esos mismos ejes que son los que nos siguen rigiendo hoy, pensando Malvinas desde nuestra experiencia, entendiendo que Malvinas le pasó a todos los argentinos, pero a nosotros nos atravesó en el cuerpo y esa vivencia nos genera un compromiso que va más allá de lo entendible a veces”. Pensando hacia adelante, Robert afirma que seguirán trabajando “para que el pensamiento del CECIM perdure en las próximas generaciones, porque no tenemos dudas de que algún día se coronará la recuperación de la soberanía por los medios pacíficos y queremos aportar a ello desde nuestra experiencia”.

Alonso, por su parte, recuerda que “siempre fuimos vinculándonos a todos los sectores que luchaban por modificar realidades. Dimos todas las discusiones en todos los políticos e institucionales del país, desde la recuperación de la democracia con todos los gobiernos, nacionales, provinciales, y nos sentimos muy orgullosos de haber mantenido una coherencia con los objetivos que están plasmados en el estatuto del CECIM: ser un organismo de Derechos Humanos, alejarnos y discutir la mirada militarista, no hacernos eco del silencio impuesto por los militares, a pesar de la persecución y amenazas que constantemente vivimos desde nuestra organización”. Pero los ex Combatientes no se quedan con lo conseguido y miran al futuro: “nos falta concluir este proceso de memoria, verdad y justicia y nos falta la recuperación integral de la soberanía de nuestro territorio” concluye Alonso.