Juntos sin el cambio: la oferta reciclada del PRO y la CC, y la lista UCR con polémicas
Carente de algo nuevo para ofrecer a la sociedad, “el salto del colorado” fue acompañado por un refrito del macrismo. Del otro lado de la interna, Manes ensaya explicaciones tragicómicas para sostener algún candidato de su lista. Desafíos de una oposición sin cambio en los nombres o el discurso
El laberíntico derrotero de nombres con el que la coalición macrista se fue presentando a la sociedad desde su nacimiento en 2015 dice mucho de lo que tiene y lo que no tiene para ofrecer. De Cambiemos a Juntos por el Cambio, y ahora a Juntos, o Juntos Podemos Más dependiendo de en qué distrito se lo mire, la propuesta fue perdiendo cambio y fue sumando juntos, lo cual quedó muy claro en las listas bonaerenses para este 2021.
El estruendoso fracaso nacional y en la provincia del período 2015-2019 dejó en la sociedad un sabor más que amargo emparentado al cambio. Quizás por ello la coalición opositora haya decidido continuar el trabalenguas identitario, pero esta vez jerarquizando el único valor que tienen para ofrecer. Con la crisis económica que se generó en su gobierno aún golpeando a los argentinos, ahora agravada por la pandemia, y con los polémicos cambios de domicilio de sus principales candidatos para evitar hablar del pasado reciente en campaña, lo que puede e intenta mostrar el principal sector de la oposición es, justamente, un valor del peronismo: la unidad. Mostrar que están JUNTOS cuando no hay mucho más para mostrar.
Del otro lado de la interna se plantea el juego totalmente inverso. Sin pasado que defender, todo es futuro, todo es cambio por venir. Pero basta rascar un poco la olla de la lista de rejunte de la UCR, el peronismo no oficialista y el GEN para encontrar viejas figura de la política bonaerense y hasta un Barón del conurbano que gobernó su distrito 20 años, lo dejó en medio de acusaciones de vínculos con prostíbulos y tenía una polémica sala oculta en el propio Palacio Municipal, que pasó a ser conocida como “el bulín del quinto piso”. Su discurso de renovación se agota rápido, y habrá que ver cuán incisivo se ponga en este punto “el colorado”.
LOS MISMOS DE SIEMPRE: LA LISTA DE SANTILLI
Es Juntos, el frente que lleva como primer precandidato al ya ex vicejefe de gobierno porteño Diego Santilli, está bien cargada de porteños, escándalos, viejos conocidos del macrismo, y denunciadores seriales que dan pocas explicaciones. Graciela Ocaña, segunda en la lista y compañera de fórmula de Santilli, califica para todos esos títulos.
Ocaña sabe de idas y vueltas entre la provincia y la CABA, y los saltos por sobre la General Paz parecen resultarle un paseo cómodo. En 2011 fue electa Diputada nacional por la PBA bajo la alianza Unión Para el Desarrollo Social (UDeSO), que tenía a Ricardo Alfonsín y Francisco de Narváez como principales referentes. En 2013 y con dos años de mandato por delante que los bonaerenses le habían conferido con sus votos, Ocaña se mudó a la CABA y fundó el partido Confianza Pública para ganarse una banca en la Legislatura de la capital. Y, por si le faltara mostrarse aún más porteña, en 2015 compitió en una interna con Martín Lousteau por la jefatura de gobierno capitalino.
Pero los saltos de distrito no son los únicos que parecen gustarle a Ocaña, que inició su trayectoria política en el peronismo de Chacho Álvarez, fue funcionaria de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, luego se alió con el radicalismo de Alfonsín y Lousteau, y una vez instalada en la CABA comenzó sus acercamientos con el macrismo. En 2016 fue convocada por Larreta para sumarse a Cambiemos, y en 2017 volvió a la PBA como candidata a Diputada nacional de la administración Vidal, banca que se le vence este año y que busca renovar, esta vez sin salto de partido o de distrito.
La camaleónica carrera de Ocaña no es, sin embargo, el único rasgo con el que le aporta identidad a la lista de Santilli. La marca distintiva de su práctica política fue siempre la denuncia, y desde ese lugar fue que construyó una cierta imagen de honestidad que fue por lo que el PRO la fichó como jugadora propia, en su intento permanente de sustentar un relato de calidad institucional y transparencia política. Pero dos ejemplos recientes permiten poner en tela de juicio ese perfil de la Diputada.
Hace un mes y medio terminó de caerse la causa por el plan Qunita, con el sobreseimiento de Daniel Gollan, Nicolás Kreplak y Aníbal Fernández, entre otros. La denuncia había sido realizada por Ocaña, y pese a los altísimos niveles de rating que tuvo en los medios, nunca constó de pruebas sólidas. La Diputada había presentado un kit incompleto y con una cuna que no era la del kit original como muestra, y el peritaje que finalmente determinó que no hubo sobreprecios ni direccionamiento, tuvo que esperar seis años a ser realizado, tiempo que sirvió para mantener la causa abierta y en las tapas de los diarios. Del otro lado del mostrador, no ya como denunciante sino como denunciada, Ocaña fue parte del escándalo de los aportantes truchos a la campaña de Cambiemos en 2017. Como reveló una investigación, el entonces oficialismo bonaerense blanqueó dinero de la campaña a través de supuestos aportes de beneficiarios de planes sociales que más tarde declararon no haber puesto un solo peso en dicha campaña. Teléfono para Manes, que ya salió en público a pedir que no se utilice el dinero de los porteños en la campaña de provincia.
Detrás de Ocaña en la lista sigue Juan Manuel López, el actual Presidente de bloque de la Coalición Cívica en Diputados. La particularidad es que López es actualmente Diputado por la CABA. Si de saltos sobre la General Paz hablamos, mención de honor para el hombre de Lilita Carrió, que terminará un mandato por el voto de los porteños e iniciará otro por el voto de los bonaerenses.
Otro ítem destacado de la lista del Colo son los candidatos que lograron colar los halcones Pato Bullrich y Mauricio Macri. En el quinto lugar aparece Gerardo Millman, mano derecha de Bullrich en el Ministerio de Seguridad. Millman fue uno de los autores del Protocolo de Protesta Social con el que el macrismo intentó en su momento contener el descontento de la sociedad frente a sus medidas de ajuste. Además de mano dura, Millman también es un saltimbanqui de la política: pasó por la UCR, la CC, el FAP y Unión por la Libertad antes de desembarcar en el PRO.
Lo acompañan en la lista Hernán Lombardi, ex titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos durante el gobierno de Macri, y Alejandro Finocchiaro, ex Ministro de Educación entre 2017 y 2019, cargo en el que reemplazó a Esteban Bullrich luego de su salto al Senado en 2017. Tres altos funcionarios del Gabinete macrista entre los diez primeros lugares de una lista que busca por todos los medios desligarse de esa experiencia de gestión.
ENSALADA DE CUMBIERO, EX BARÓN DEL CONURBANO Y CASI TODOS LOS PARTIDOS: LA LISTA MANES
El neurocientífico Facundo Manes sonó en varias de los últimos procesos electorales como un posible candidato, pero no había terminado de dar el paso hasta este 2021. Su postulación la definió mejor que nadie el Presidente de la UCR, Alfredo Cornejo: “el verdadero valor de Manes es que no estuvo ni en la gestión de Macri ni en la de Vidal”, disparó el pope radical, dejando vislumbrar el tono de la interna que se viene.
Podría decirse que Manes viene a recoger el guante de ese “Cambio” que JUNTOS tuvo que sacar de su nombre por vergüenza política, y sus primeras apariciones como candidato confirman esa línea. Su discurso es no hablar del pasado sino del futuro, no hacerse cargo de los estragos que la alianza que integra hizo durante su gestión al frente del país y la provincia, y plantear agendas con las que nadie podría estar en desacuerdo como la construcción de una “Argentina del conocimiento”, la ciencia y la educación. Hasta ahora no se lo escuchó opinar sobre las políticas regresivas que en esos mismos campos se llevaron adelante entre 2015 y 2019.
Hasta el segundo lugar de la lista, el discurso es verosímil. Su compañera de fórmula es la vicerrectora de la Universidad de Noroeste bonaerense (UNNOBA), Daniela Tavela, con quien la lista busca fortalecer el perfil educativo. Tavela es, además, parte de Evolución, el espacio liderado por Martín Lousteau, y acompañó a Gustavo Posse como compañera de fórmula en la interna radical bonaerense de marzo, interna en la que Manes apoyó la lista de Maxi Abad. Su designación es un gesto de unidad en la UCR.
Pero ya en el tercer lugar se empiezan a ver los condimentos de la ensalada. El puesto fue para el ex Presidente de la Cámara de Diputados durante el macrismo, Emilio Monzó, primer peronista de la lista. Lejos del perfil de outsider de la política que encarna Manes, Monzó es un viejo lobo del sistema que conoce los pasillos como pocos de tanto haberlos transitado. Alejado de Macri, con quien tuvo declaraciones cruzadas post 2019, su relación con Larreta es más cercana y lo ve como un buen candidato para 2023. El problema está en que Monzó quiere ser gobernador y sus intenciones chocan con las de Santilli, a tal punto que se metió en una lista del radicalismo siendo peronista. Pragmatismo político de la vieja escuela para sazonar el plato de la renovación.
Después de Monzó viene Margarita Stolbizer, sumando un nuevo partido al rejunte. Stolbizer también tiene muchos años de política y cambios de alianzas, y de hecho las bancas que se renuevan este año corresponden a la elección en la que la presidenta del GEN conformó 1País, con el hoy Diputado oficialista Sergio Massa. Con una agenda siempre ligada a la lucha contra la corrupción, Stolbizer siempre se mostró reticente a sumarse a Juntos por el Cambio, a pesar de compartir su lógica de denuncia contra el kirchnerismo, y hasta llegó a declarar que no iría en una boleta en la que estuviera CFK ni en una en la que estuviera Macri. Parece haber flexibilizado su criterio, en otra muestra de pragmatismo más propia de una lista de viejos conocedores de la política que de una de outsiders renovadores.
Si no compartiría lista con CFK ni Macri, resulta lógica la sorpresa que sintió Stolbizer al enterarse que más debajo de su nombre en la nómina de candidatos aparece el del ex Barón del conurbano, Jesús Cariglino. Exponente máximo de todo lo que la vieja política representa, de aquel peronismo criticado por propios y ajenos por sus prácticas cuasi feudales, Cariglino gobernó Malvinas Argentinas entre 1995 y 2015, año en el que perdió la conducción del municipio con el actual Intendente, Leo Nardini. En Malvinas las historias de los manejos turbios de Cariglino brotan de abajo de las baldosas, entre las que resaltan sus vínculos con prostíbulos y la del “bulín del quinto piso”.
Resulta que cuando la nueva administración se hizo cargo del municipio, descubrieron en el quinto y último piso del Palacio Municipal una sala escondida, a la que sólo se ingresaba con un mecanismo de huella digital, que adentro estaba preparada para el relax del ex jefe comunal: Sofás, TV led, baño en suite, cocina, una gran caja fuerte y hasta una cava de vinos. La puerta de acceso de este cuarto VIP estaba disimulada en una pared del despacho principal de Cariglino.
“No podemos importar noruegos”, justificó Manes la decisión de incluir al Malvinense en su lista. Lo cierto es que la incorporación vino de la mano del acuerdo de Manes con Joaquín de la Torre, principal referente del Peronismo Republicano, un armado que buscó pasar la ambulancia por heridos peronistas de la Primera Sección electoral y ex funcionarios de la administración Vidal. En su momento Miguel Ángel Pichetto rondaba esas filas, aunque hoy se lo ve apoyando la candidatura de Santilli. De la Torre, ex Intendente de San Miguel y exministro de Gobierno de María Eugenia Vidal, irá como primer candidato a Senador provincial por la Primera Sección electoral.
Pero si la mezcolanza ya parecía mucho, falta mencionar la incorporación del cumbiero mediático Damián Adrián Martínez, alias “el Dipy” a la lista del conocimiento. Será candidato a Concejal en La Matanza, y competirá en la interna con Héctor “Toty” Flores, hombre fuerte de Lilita Carrió en la lista de Santilli. El Dipy aumentó su fama en el último tiempo por sus reiteradas apariciones en televisión y sus posteos en redes, donde realiza permanentes y agresivos ataques al kirchnerismo con acusaciones de corrupción para las que, por supuesto, nunca exhibe prueba o argumento alguno. Habrá que ver cómo logra Manes hacer convivir este perfil, el único que maneja el Dipy, con su discurso antigrieta y mirada puesta en la agenda del futuro.
Así está la oposición bonaerense, entre un reciclado del macrismo/vidalismo con nada nuevo para ofrecer más que mostrarse unidos, y una propuesta que busca vender renovación pero no puede mostrar coherencia interna en sus propias filas. Ambos tienen mucho con que dañar al otro, y más que un debate de proyectos la interna de JUNTOS pinta para duelo de hinchadas en una cancha de fútbol. Esta semana ya se dieron los primeros chispazos con declaraciones cruzadas, y el Gobierno toma nota para meter su cuchara en la sopa.