La VII Conferencia Nacional de Jueces reunió en la ciudad de La Plata a más de 600 magistrados de todo el país y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal tomó la palabra y les pidió que se comprometan "en cada lugar del país y de la Provincia, para que las penas se cumplan efectivamente y no como castigo".

En el encuentro, que contó con la participación del Presidente de la Suprema Corte, Ricardo Lorenzetti, Vidal señaló que "la privación de la libertad es la pena, no hay que agregar otras. Y estamos trabajando para que así sea, para que dentro de las capitales carcelarias los detenidos encuentren una opción de inclusión laboral, una opción de inclusión educativa. Para reformar el patronato de liberados, para que trabajen al día siguiente, que es otra gran deuda pendiente que tenemos como provincia".

En medio de la reforma carcelaria que la gestión provincial lleva adelante y que fue anunciada hace pocos días por la misma Gobernadora y el ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, Vidal aseguró que su gobierno "decidió encarar reformas difíciles" y que no va a retroceder.

Al hacer referencia al estado carcelario, la mandataria indicó en lo que fue la apertura del acto que "la reforma del Sistema Penitenciario que estamos llevando adelante no sólo tiene que ver con la transparencia del servicio, tiene que ver con lo que pase con las cárceles durante el cumplimiento de la pena".

El mensaje de Vidal fue claro y apuntó a que las penas privativas de la libertad deben cumplirse, en un contexto en que la inseguridad pasó a ser considerada como la principal problemática a nivel nacional, y sobretodo en la provincia de Buenos Aires.

El encuentro sirvió para que los magistrados debatan sobre lo actuado en los últimos diez años en el Poder Judicial, y se llevó a cabo en el Teatro Coliseo Podestá de la capital de la Provincia.