“Si hay una nueva devaluación que genere un aumento natural de la deuda o la Casa Rosada limita su apoyo, la Provincia va a necesitar reestructurar su deuda”, alertaba a hace unas semanas la economista Silvina Batakis. El resultado de las PASO y el castigo infringido por el Gobierno a los que “no supieron votar(los)” provocaron una apreciación del dólar de más de 25 por ciento y en apenas 48 horas la deuda provincial creció en unos 115.500 millones de pesos. El descalabro financiero que generó el enojo presidencial por la abrumante derrota y el perfil endeudador del ministro de Economía bonaerense, ahora convertido en titular del Palacio de Hacienda nacional, Hernán Lacunza, profundizaron así la crisis de financiamiento de la Provincia. El enorme peso de la emisión nominada en dólares sobre el total de la deuda provincial es el talón de Aquiles de la economía bonaerense.

De acuerdo con un estudio realizado por la Consultora Analogías, “en 2015 el endeudamiento público representaba el 6 por ciento del Producto Bruto Geográfico (PBG) bonaerense”. Esa deuda estaba nominada entonces en un 58 por ciento en moneda extranjera (5419 millones de dólares) y un 42 por ciento en pesos (equivalentes a otros 3943 millones de dólares), lo que totalizaba una deuda –entre ambas monedas—por el equivalente a 9362 millones de dólares”.

La administración de María Eugenia Vidal hizo crecer exponencialmente el stock de deuda de la Provincia sin asegurarse una fuente de ingresos que permita su repago. Básicamente lo que sucede es que la Provincia como tal no tiene la capacidad de generar divisas para afrontar los vencimientos de cualquier endeudamiento que tome en moneda extranjera. El Estado se los transfiere contra los pesos que la Provincia entrega y que provienen de la recaudación.

En 2017 el total de la deuda provincial alcanzó a 13.649 millones de dólares, al 7 por ciento del PBG. Su composición se modificó significativamente: la deuda en moneda extranjera se elevó al 75 por ciento del total. Hasta el mediados del año pasado, al menos, este aumento tenía como correlato un incremento en la inversión pública en infraestructura, lo cual no sucede en la actualidad. A fin de 2018 la deuda provincial era de 10.523 millones de dólares en moneda extranjera, hasta que se cerraron los mercados voluntarios para Nación y provincias y las nuevas colocaciones se frenaron, Otros 206.593 millones de pesos de deuda está en moneda local. Al tipo de cambio de fin de año, el total del endeudamiento público alcanzaba a 11,4 por del PBG, con una composición cada vez más dolarizada (86 por ciento en moneda extranjera)”, compara un informe de Chequeado.com.

Con el resultado de las PASO el Gobierno sobreactuó una supuesta reacción de los mercados, en un escenario preparado el viernes previo, con compras de banqueros amigos, quienes hicieron subir las acciones y los bonos argentinos. La devaluación que provocó el castigo presidencial le llegó a propios y ajunos. Como en otras provincias, en la que administra María Eugenia Vidal el impacto de la suba del dólar acrecentó el peso de la deuda en términos nominales.

Sobre un stock de deuda en dólares de unos 10.500 millones de dólares, el impacto de la apreciación fue un aumento de la deuda de 115.500 millones de pesos (equivalente a unos 2000 millones de dólares), al pasar la cotización de la divisa de los 46,50 pesos de días previos a las Primarias y los 57,50 pesos actuales.  

Se suma al alza que, también motivo de la devaluación, tuvo el stock de deuda el año pasado. Al primer trimestre de este año, el stock de deuda de la provincia de Buenos Aires se incrementó un 91 por ciento respecto de igual período de 2018 hasta los 518.429 millones de pesos (unos 13.642 millones de dólares a un promedio de 38 pesos por divisa). Se suman ahora otros 115.500 millones de pesos.

Paradójicamente, el actual ministro de Hacienda celebraba como funcionario provincial que el mes pasado la administración de María Eugenia Vidal celebró que se había reducido en marzo en 624,9 millones de dólares la deuda respecto de diciembre del año pasado, de acuerdo al balance elaborado por la Dirección Provincial de Deuda y Crédito Público. La mayor parte de esta reducción se explica por la cancelación de deudas en pesos con el gobierno nacional en un marco de consolidación de pasivos intra sector público.

Si se toma el stock en como porcentaje en relación al tamaño de su economía y como porcentaje de sus recursos la situación es igualmente preocupante. En dólares la deuda aumentó un 28 por ciento, mientras que en relación a sus recursos aumentó en un 56 por ciento y respecto al tamaño de su economía subió 58 por ciento. En diciembre de 2015 la deuda de Buenos Aires representaba el 5,9 por ciento de Producto Bruto Geográfico, mientras que en marzo de 2019 llegaba al 9,3 por ciento (según los datos oficiales).

En relación a la recaudación de la Provincia, a finales de 2015 eran casi el 45 por ciento de los recursos totales, mientras que el último dato de 2019 fue de 70 por cient, siendo el valor más alto desde 2012. En el esudio realizado por Chequeado, la composición de deuda en moneda extranjera (dólar, euro y otras divisas) pasó del 58 por ciento en 2015 al 82 por ciento en 2019. “También cambiaron los deudores. En 2015 casi un tercio de la deuda era con el gobierno nacional (34,5 por ciento), pero ese porcentaje en 2019 bajó al 5 por ciento”, señala el informe. El resto es con privados.