Los médicos de la provincia de Buenos Aires nucleados en CICOP iniciaron el primer día del paro de 48 horas que anunciaron hace días atrás y reclaman al gobierno de María Eugenia Vidal salarios dignos y afirman que la salud está "en los últimos peldaños de la agenda de Gobierno".

CICOP se ha impuesto como uno de los gremios más férreos en la Provincia y han realizado paros, movilizaciones y jornadas de protesta en hospitales bonaerenses desde el año pasado pero se han incrementado durante este 2017. Ahora paran por 48 horas este miércoles y jueves.

"Las graves dificultades que atraviesa el sistema de Salud de la Provincia de Buenos Aires no encuentran respuestas de parte de los funcionarios. Pese a las varias semanas de medidas de fuerza, el Gobierno de María Eugenia Vidal ha decidido ejecutar lo que piensa desde el primer día de su gestión la Salud Pública sólo les importará cuando las posibilidades de "hacer negocios" sean concretas", contaron en un comunicado oficial.

Para CICOP esos "negocios" se harán realidad "cuando hospitales y centros de salud estén tan desmantelados y sin funcionamiento que no queden más opciones que privatizaciones y/o soluciones similares para mejorarlos. Si no logramos conformar una fuerza homogénea y contundente para oponernos a esa impronta, no faltará mucho para ello".

Los médicos paran en 80 hospitales bonaerenses y centros de salud y afirman que la actitud del Ejecutivo es "antisindical" y que se intenta "demonizar a los gremios" lo que "impide fuertemente un diálogo fecundo".

Amparándose en los últimos índices inflacionarios dados a conocer por el INDEC, aseguran que la inflación anual será cercana al 25%, y remarcan " bastante superior al 18 % acordado con la mayoría de los gremios estatales de la CGT y que pretenden imponer como techo a los demás estatales del país, comenzando por los docentes", a pesar de que a última oferta del Ejecutivo provincial es del 20%.

"Sin entrar en análisis mucho más profundos, resulta claro que el incremento de salarios por debajo del ritmo inflacionario y sin contemplar la pérdida en nuestros ingresos en 2016, somete a los trabajadores a una merma en su calidad de vida y pone en evidencia que el ajuste en curso lo pagan quienes menos tienen", cerraron.