Aun conmocionado por las cuatro muertes provocadas por una persecución policial, la comunidad de San Miguel del Monte interpeló al procurador general de la Provincia, Julio Conte Grand, a quien exigieron mayor refuerzo de seguridad para el distrito. Además, pidieron la renuncia de la mismísima intendenta del municipio, Sandra Mayol.

El señalamiento hacia la jefa Comunal ya venía desde el día posterior al hecho, ocurrido el 20 de mayo, pero se hizo público como repudio al encuentro que Mayol tuvo el martes con el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, también apuntado como responsable político de lo ocurrido.

A través de un fuerte descargo en las redes sociales, Yanina Zarzoso -la mamá de Camila López, una de las víctimas-, apuntó directo contra la Intendenta: “¿Por qué Sandra Mayol no sabía que en su pueblo la policía trafica merca, no sabía que en su pueblo los policías amenazan, coimean, golpean a inocentes por nada, no sabía que la policía mató a cuatro pibes, no sabía que el secretario de seguridad (Claudio Martínez, uno de los detenidos) tiene responsabilidad sobre los hechos? Sandra Mayol, ¿no sabe que ella también es responsable?”.

El cuestionamiento viene de la mano de la actitud tomada por la Intendenta el día de la masacre porque, muchas horas después del hecho, cuando se sabía ya que habían disparos contra el Fiat en el que iban los jóvenes que fallecieron y la adolescente -que sigue internada-, Mayol seguía abonando la mentira policial de que había sido “un accidente de tránsito”.

Tras la reunión, Conte Grand aseguró ante la prensa que fue “una muy buena reunión” con los familiares. Roberto Cipriano, de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que representa en la causa a las familias de dos de las víctimas, informó que en el encuentro le plantearon al procurador bonaerense “seguir avanzando en los detalles de la investigación.