Roberto Feletti: "El presupuesto provincial es netamente de ajuste"
El secretario de Hacienda de La Matanza aseguró que “Vidal aumentó desde 2015 el nivel de deuda provincial en un 325 por ciento”
“Desde 2018 que el gobierno de María Eugenia Vidal aplica un programa netamente de ajuste en inversión y en gasto público”, asegura a Diagonales el secretario de Hacienda de La Matanza, Roberto Feletti.
El economista y ex viceministro de Economía afirma que, pese a la recesión económica a nivel nacional, en la Provincia se podría haber hecho una cosa distinta a solamente tomar deuda, y en moneda extranjera o dura. “Vidal aumentó desde 2015 el nivel de deuda provincial en un 325 por ciento”, alerta Feletti, quien apunta a esos ratios como la principal mochila que deja la actual gobernadora a la próxima administración. El secretario analiza también el contexto nacional y apunta a la corresponsabilidad del Fondo Monetario en financiar las políticas de Macri. “Hoy lo más más progresista sería seguir la receta del Fondo”, concluye con una alusión a que las medidas económicas de Cambiemos son aún más conservadoras que las que dicta el propio organismo multilateral.
¿Cómo deja la Provincia la administración de María Eugenia Vidal?
-Lo que deja Vidal es una quiebra presupuestaria. Hay cuatro factores que son muy graves. Primero el deterioro de los recursos federales de coparticipación, que responde a la crisis inducida por el gobierno nacional. El segundo factor radica en haber adherido al Pacto Fiscal, porque implicó que Vidal recortara el flujo de fondos propios como el impuesto a Ingresos Brutos, que tiene una caída interanual de 23 puntos reales. El tercer elemento es el nivel de endeudamiento.
"Lo que deja Vidal es una quiebra presupuestaria".
Vidal aumentó desde 2015 el nivel de deuda provincial en un 325 por ciento, lo que absorbe una porción cada vez mayor de ingresos y empieza a crear dudas sobre su sustentabilidad. El cuarto factor es haber recibido con la votación del último presupuesto los servicios de electricidad, de agua y de transporte en el área metropolitana sin los recursos. Con lo cual en ese escenario vos estás en un contexto de tensión muy grande sobre las cuentas públicas provinciales.
¿En ese contexto hay margen de autonomía para la próxima administración?
-Con una expectativa de crecimiento económico a nivel nacional y variables muy atadas a esos ciclos, como IVA, por la expansión del consumo, o Ingresos Brutos, dejaría una situación más holgada. Pero por el otro, hay una rediscusión que dar sobre cómo Vidal ha repartido las cargas tributarias y también cómo está la situación con la Nación. Hoy un tema estructural, que excede a Vidal, es cómo se maneja la alícuota de coparticipación secundaria hacia la Provincia, que actualmente es tan desventajosa. Se buscó suplir también la devolución del Fondo del Conurbano y Vidal recibe 45.000 millones de pesos, que como vinieron se fueron y nadie sabe más que eso.
¿Será necesario reprogramar la deuda?
-La deuda de la Provincia pasó, en dólares, moneda dura, de 5400 millones de dólares en 2015 a 12.000 millones al 31 de marzo de 2019, 120 por ciento más. Hay muchos de vencimientos entre 2021 y 2022. Probablemente habrá que esperar a ver cómo se desarrolla la discusión de deuda pública y con el Fondo Monetario a nivel nacional. Lo sorprendente es que tuviste un crecimiento de deuda tan grande y la tasa de inversión pública, en relación a los ingresos, del 2015 al 2019, pasó del 4 por ciento al 6,5 por ciento.
¿Cómo fue la orientación presupuestaria de Vidal?
-Vidal tiene dos momentos. Uno de 2016 a 2017, que es el mejor momento en general de Cambiemos, donde hay una expansión de recursos con un correlato en la expansión del gasto, moderado también. Hubo una expansión desde niveles heredados muy bajos. En la última etapa de Scioli los niveles de inversión eran muy bajos y la inversión social en esos dos años tuvo una evolución más positiva, sobre todo en comedores. Pero cuando empieza la crisis, a pesar de que recibe el Fondo de Conurbano y la devolución de recursos de Anses, a pesar de todo eso, la inversión pública desciende nominalmente en 2018. Caída del 1,7 por ciento y un 44 por ciento en términos reales. Y la inversión real lo que hace Vidal es inmediatamente empezar a ajustar. Ya en 2018 es un programa netamente de ajuste en inversión en términos nominales y reales y en el gasto público en términos reales.
"Vidal no debió haber contraído un volumen de deuda tan grande".
¿Tenía otra opción con una economía nacional en recesión?
-El ejemplo que puedo dar es que no debió haber contraído un volumen de deuda tan grande. Pasa igual que a nivel nacional: en el Presupuesto provincial baja la inversión social y la inversión pública y sube el nivel de deuda. Encima se sigue emitiendo en moneda extranjera festejando que el mercado te presta. Pero te agarra una devaluación como la de 2018 y enseguida te impacta. También te impacta la suba de tasa de interés a través de la emisión en pesos a tasa variable. Opciones tenía, porque recibe mucho dinero.
Teniendo en cuenta al país como un todo, ¿cómo se inicia un proceso de recuperación?
-Lo primero que hay que hacer es sacar al pueblo de una economía de subsistencia. Garantizar el acceso masivo a energía y alimentos. Porque así queda resto del ingreso para comprar vestimenta, salir a comer o comprar un electrodoméstico. Así se empieza a mover la rueda de consumo. Después vendrán otras cosas que habrá que discutir con un conjunto ampliado de actores: tasas de interés, tarifas, inflación, entre otras, para dar previsibilidad para que los agentes económicos se muevan. No se puede con una tasa de interés de 65, inflación del 55 y devaluación del 50, pese a haber recibido 38000 millones de dólares del FMI.
¿Hay que rediscutir el acuerdo con el Fondo?
-Hay corresponsabilidad del Fondo. No se puede discutir nada si no se rediscute el programa de estabilización con el Fondo. Se recibieron 38.000 millones de dólares hasta ahora que tenían como objetivo garantizar el pago de la deuda e impedir la volatilidad de los mercados productos de un eventual y posible default. Pero se permitió romper la banda de no intervención y convalidar una renta financiera de 5 por ciento mensual en dólares. Así, obvio no hay economía que aguante. Por eso está tan alto el riesgo país, pese al acuerdo extraordinario con el Fondo y 65.000 millones de reservas. Evidentemente se ve algo en el horizonte respecto a la sustentabilidad de la deuda. Hoy lo más progresista sería seguir la receta del Fondo, pero lo que sucede es que se financia la fuga de capitales. Y es un tema en el cual el FMI es corresponsable.
Encima lo fondos buitre vuelven a sobrevolar a la Argentina.
-Es que cambió el contexto internacional y no creo que sea solo contra la Argentina. En el primer canje de deuda, con Néstor Kirchner, se logró un 76 por ciento de adhesión. Cuando fuimos con Amado Boudou (entonces ministro de Economía) a plantear el segundo canje, los propios técnicos del Fondo nos dicen que si pasamos el 90 por ciento de aceptación, que ese es un nivel muy alto, se evitaba cualquier ataque especulativo. De hecho, se llegó el 92,4 por ciento. Y si este nivel de acreedores aceptó la propuesta, no se puede convalidar un reclamos del otro 7,6 por ciento. Después del segundo canje del 2010 ingresó mucha inversión y se estabilizó en ese año la economía, a pesar de la crisis de 2008 y 2009. Después hubo un ataque de los buitres, pero por un cambio de contexto que dieron lugar al tratamiento jurídico de esos ataques.